Kuwait y la madurez del activismo digital
Las movilizaciones que sacuden Kuwait no son las primeras, pero sí las mayores de su historia. Nunca antes los ciudadanos habían estado tan organizados en este pequeño país del Golfo, una esponja de petróleo en la que hasta el momento el bienestar económico había logrado eclipsar las carencias en cuestión de libertades. Casi dos años después del inicio de las movilizaciones en Túnez, que se extendieron al resto de la región y del mundo con distintos ecos, los kuwaitíes han tenido tiempo de aprender de las lecciones y de los errores de activistas de otros países. También de anticiparse a las reacciones de su gobierno.
Jóvenes y tecnología
Son los jóvenes quienes lideran las protestas, después de años presionando a sus gobernantes y a la oposición política para que pongan freno a la corrupción y a los recortes en materia de derechos y libertades. Al descontento de su juventud el país suma el tener uno de los mayores índices de penetración de la tecnología de la región. La combinación de ambos factores se percibe en la organización y difusión de las protestas, con un alcance que el domingo 21 de octubre, el Día de la Dignidad, superó todas las expectativas.
El modo en que los manifestantes organizan y dan visibilidad a las movilizaciones da muestra de la madurez en el uso de la tecnología para el activismo. Desde la cuenta de Twitter Karametwatan (“la dignidad de la nación”), creada específicamente para la manifestación del 21, se han venido proponiendo las fechas de las movilizaciones, los puntos de encuentro y gran parte de la simbología que ha acompañado las protestas. Solo unos días después, el perfil cuenta ya con más de 65.000 seguidores.
También desde Karametwatan se propuso el color naranja como símbolo de las protestas, en referencia al movimiento juvenil de 2006, que logró entonces una reforma de la ley electoral que ahora las autoridades utilizan en su beneficio. El naranja ha inundado las movilizaciones y también los avatares de los usuarios de Internet kuwaitíes.
Un mapa interactivo mostraba días antes de la manifestación los puntos de encuentro:
Es a través de Twitter, y no de los canales estatales, que se han podido seguir las marchas, los episodios de violencia y las cargas de la policía contra manifestantes desarmados. Según el activista kuwaití Naser AlAbduljalil en una entrevista para Eldiario, Twitter está resultando muy útil para informarse de las protestas sin censura “en un momento en que la televisión y radio nacionales emiten falacias y manipulaciones para distraer la atención de las demandas e inquietudes de la población”. En su propia biografía de Twitter, Naser afirma:
Anticipándose a la represión
Los activistas de Kuwait tienen suficientes ejemplos a su alrededor como para poder anticiparse a la vigilancia de su gobierno, que el pasado domingo cargó contra ellos, dejando decenas de heridos y arrestos. En este vídeo grabado por el bloguero Alziadi puede verse a manifestantes huyendo de las bombas de gases lacrimógenos:
Este nivel de represión no es habitual en el país, pero tampoco lo es el alcance de las últimas movilizaciones ni el recrudecimiento de la vigilancia de los ciudadanos. Las autoridades temen que las revoluciones contagien Kuwait, a pesar de las abismales diferencias económicas con respecto a otros países, como señalaba en Twitter el activista Naser AlMufarrij: “¿Por qué una revolución si cualquier niño kuwaití es más rico un ministro egipcio?”
La plataforma Global Voices Advocacy denuncia que, desde el inicio de la Primavera Árabe, la vigilancia y el acoso por parte de las autoridades a través de Internet ha ido en aumento. Muchos temen lo peor y prevén mayores represalias. El 24 de octubre el colectivo Karamatwatan pedía en una carta abierta a Wordpress que les ayude a proteger sus identidades de la vigilancia de su gobierno: