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España permite la entrada de la mujer camerunesa perseguida por ser lesbiana

Noticia publicada en un diario de Camerún donde llaman a Christelle "líder de un grupo de lesbianas" y dicen que la homosexualidad es una "práctica satánica".

Olga Rodríguez

  • Tras la denuncia del caso en eldiario.es y la presión política y social, Christelle Nangdou sale de la zona de inadmitidos de Barajas con un permiso de estancia por razón humanitaria y será trasladada a un centro de acogida de una ONG

Christelle Nangdou está en libertad y dentro de España, a través de un permiso de “entrada excepcional” por razones humanitarias. Detrás deja 23 días en la zona de inadmitidos de Barajas, tres intentos de expulsión por parte de las autoridades españolas y un parte de lesiones. Su nuevo destino es un centro de acogida de una ONG, donde permanecerá a la espera de que se resuelva su petición de asilo, pendiente de la Audiencia Nacional. Será un proceso lento, pero el primer obstáculo ya está superado.

“Estamos muy emocionados”, confesaba desde el aeropuerto Silvia Yáñez, una de las abogadas de Red Jurídica, mientras esperaba la salida de Christelle. Poco después, la joven salía.

“Está muy contenta y muy cansada, necesita descansar mucho, la presión de tantos días y el agotamiento se notan. Pero a partir de ahora ya podrá hacer las gestiones sin la incertidumbre y el temor con el que se vive cuando sabes que te pueden expulsar en cualquier momento”, ha indicado Yáñez ya de madrugada a eldiario.es.

El desenlace se produce después de la presión social y política surgida en torno al caso, tras la publicación de la noticia en eldiario.es el pasado lunes. Este medio adelantó que España había negado el asilo a una mujer camerunesa perseguida en su país por ser lesbiana y que las autoridades españolas intentaron expulsarla en tres ocasiones. Su abogado, Eduardo Gómez Cuadrado, había logrado que el Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo paralizara la orden de expulsión y diera un plazo de diez días para que la defensa de Nangdou aportara información sobre la situación de la mujer. Dicho plazo finalizaba este viernes.

Desde que el caso se hizo público, las reacciones se han sucedido en cadena. El mismo lunes la Federación estatal de lesbianas, gais, transexuales y bisexuales (FELGTB) impulsó una campaña y en pocas horas consiguió más de 50.000 firmas pidiendo a Interior el asilo para Christelle.

Otros medios se hicieron eco de la noticia, varias ONG mostraron su solidaridad, la Federación LGTB envió una carta a Interior y la Campaña Estatal por el Cierre de los CIE denunció la desprotección de las personas LGTBI en el acceso al procedimiento de asilo.

El caso llega al Congreso y a Rajoy

Además, toda la oposición política en el Congreso mostró su interés por el caso. Este miércoles diputados de PSOE, IU, ERC, PNV, Amaiur, CiU y UPyD se reunieron con representantes del Ministerio del Interior para trasladar su preocupación y después visitaron a Nangdou en Barajas.

La presión llegó hasta el Congreso, donde Mariano Rajoy decía este miércoles, en respuesta a una pregunta del diputado de ERC Joan Tardà, que había dado instrucciones para que el caso de Christelle Nangdou “se resuelva, si el Gobierno tiene posibilidades, a la mayor celeridad posible”.

Horas más tarde comenzó a correrse la voz entre los abogados, los diputados y los activistas involucrados en el caso: Christelle saldría de Barajas muy pronto. Ya al anochecer los rumores se hicieron realidad. Tras 23 días encerrada, la joven de 28 años dejaba atrás el aeropuerto para comenzar una nueva vida en un centro de acogida, a la espera de que se resuelva su petición de asilo, un proceso que será lento.

De momento, poco a poco Christelle va alejándose del riesgo de regresar a su país, donde se expone a repudio social y castigo judicial, con penas de hasta cinco años de prisión por el simple hecho de ser homosexual. Su caso da lugar a pocas dudas: la policía camerunesa fue a buscarla a la casa de su familia por “ser lesbiana”, ella ha recibido cartas con amenazas incluso de muerte y un diario de la capital, L'Epervier, publicó su nombre y su foto bajo el titular “Se busca a la jefa de un grupo de lesbianas”.

En el cuerpo de la noticia, el diario camerunés definía la homosexualidad como una “práctica satánica” y anunciaba una recompensa “para quien proporcione información que pueda conducir a su detención”. A pesar de ello, España denegó la petición de asilo de Nangdou y ordenó su deportación.

Si no hubiera sido por la persistencia de Christelle, la de sus abogados, la de la Federación LGTB y la de todas las personas que se han interesado por ella, es probable que a estas alturas estuviera de regreso en Camerún, un país donde, como señala Amnistía Internacional, “la homofobia es endémica en la sociedad camerunesa, y las detenciones, reclusiones y juicios de gais y sospechosos de serlo son sistemáticos. También se registran detenciones y procesamientos de lesbianas”.

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