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“La tragedia de Ceuta es un episodio del que hay que arrepentirse e investigar”

Morten Kjaerum/ Fotografía: FRA-Wolfgang Voglhuber

Miguel Ángel Moreno Ramos

El danés Morten Kjaerum, director de la Agencia de Derechos Fundamentales de la Unión Europea, dialogó con eldiario.es durante su visita a España entre el 11 y el 13 junio. Este organismo independiente dentro de la UE fue creado para aconsejar a los gobiernos sobre el tratamiento de los Derechos Humanos y está formado por un representante de cada Estado miembro, dos enviados de la Comisión Europea y un experto independiente nominado por el Consejo de Europa

Kjaerum reconoció que la Agencia de Derechos Fundamentales ha realizado un seguimiento de las 15 muertes ocurridas en Ceuta cuando un grupo de personas intentaba alcanzar la costa española y que esperan al resultado de las investigaciones para saber “qué se hizo mal”. También se mostró preocupado acerca de la respuesta de España a las peticiones de asilo en la fronteras de Ceuta y Melilla, aunque afirmó que “no conoce casos particulares” sobre devoluciones ilegales o ‘en caliente’ por parte de las fuerzas españolas.

Como representante de un organismo que está realizando estudios sobre los crímenes de odio contra minorías en Europa como los gitanos, Kjaerum se mostró preocupado en “desenmascarar la intolerancia”, así como por los discursos que legitiman la violencia contra las minorías.

Pregunta: En estas elecciones europeas hemos visto cómo muchos partidos de extrema derecha con un discurso intolerante han crecido en Europa. ¿Está la Agencia de Derechos Fundamentales preocupada por este avance?

Respuesta: Siempre estamos atentos, sean partidos de izquierda, derecha o centro, si su discurso político promueve intolerancia contra minorías étnicas, sexuales, personas con discapacidad o cualquier otro grupo. Porque la intolerancia provoca miedo sobre aquellos que son amenazados, y el miedo puede hacer sus condiciones vitales muy difíciles. Al mismo tiempo, cuando los políticos hablan contra las minorías o utilizan palabras intolerantes, crean una legitimidad con ese discurso que provoca que otros se sientan legitimados, por ejemplo, para atacar a las minorías.

¿Cómo enfrenta el crecimiento de estos partidos con un discurso intolerante la Agencia de Derechos Fundamentales?

Lo que podemos hacer en términos generales es desenmascarar la intolerancia, hacerla visible. Muchos de los crímenes de odio que hemos estudiado han sido invisibles para la gente, para los Estados. Somos los primeros que hemos recogido los datos y lo hemos comprobado, cuando los hemos presentado a los Estados, se han puesto manos a la obra. Hay un grupo de trabajo con Estados Miembros viendo cómo entrenar a la policía mejor, cómo reforzar el trabajo contra los crímenes de odio, contra la discriminación, la homofobia u otras clases de intolerancia.

En noviembre de 2013 el gobierno español reforzó la valla de Melilla con más alambre de cuchillas. La comisaria europea Cecilia Malstrom hace unos días aseguró que “cada país tiene derecho a defender sus fronteras”. ¿Se trata de solo un asunto interno?

Es un asunto de legislación internacional, es un derecho soberano de cada Estado proteger sus fronteras como desee, siempre que deliberadamente no haga daño a las personas. Disparar a las personas sería algo inaceptable, pero construir una valla, si está claramente marcada, es algo que se puede hacer.

Nuestro objetivo es que aquellos que necesitan protección, sean personas vulnerables, refugiados, mujeres, niños... Tengan acceso a esa protección, que tengan siempre posibilidad de hallar a un cargo oficial para pedir esa protección de asilo.

Algunas organizaciones, e incluso la Defensora del Pueblo, Soledad Becerril, han denunciado que en la frontera entre España y Marruecos se han producido devoluciones ilegales a personas que han entrado en territorio español y han sido ilegalmente devueltas a Marruecos. ¿Qué piensa sobre esto y cómo la Unión Europea puede involucrarse en este asunto?

No conozco los casos individuales, pero hay una obligación por parte de todos los Estados miembros de procesar las peticiones de asilo, valorar si hay necesidad de protección o no y si hay labores humanitarias que hacer con mujeres y niños. Las personas tienen que pedir asilo, llevarse a cabo un procedimiento, y si no hay asilo, pueden ser devueltos. A quien se extiende esa necesidad de protección lógicamente no puede ser devuelto. La irregularidad no es una violación de la ley internacional, pero yo no sé si eso ha tenido lugar.

Lo que podemos hacer es urgir a los Estados miembros para que realicen procesos de asilo seguros, que puedan dar cartas de asilo a aquél que lo pida.

No conoce las situaciones concretas, ¿pero está preocupado de que esto esté pasando?

Estoy siempre preocupado por lo que pasa en las fronteras, y por eso la Agencia de Derechos Fundamentales está llevando a cabo un gran estudio sobre las fronteras del Mediterráneo. Hemos recorrido las costas en barco con las policías de frontera, hemos entrevistado a los marineros, a los pescadores, a las personas que llevan los procedimientos de asilo... También hemos entrevistados a los policías de fronteras para entender dónde están los problemas.

Los próximos dos informes que vendrán tienen que ver sobre lo que pasa en los aeropuertos, qué pasa cuando la gente llega, y también en las fronteras terrestres. Tenemos que utilizar esto para entrenar a los policías de fronteras de toda Europa para que tengan cuidado y entiendan qué dice la Ley internacional acerca de las fronteras. Estoy seguro que la mayoría de los policías de fronteras están trabajando respetando los derechos fundamentales, esto no quiere decir que siempre esté todo claro, hay zonas grises. Pero es algo a lo que queremos contribuir.

Siempre estamos preocupados acerca de que las personas que necesitan protección terminen siendo expulsadas, y estamos empleando muchos recursos en intentar afrontar este problema de forma sistemática.

En febrero, en la costa de Ceuta, 15 personas murieron cuando intentaban llegar a la playa a nado, y hay documentos audiovisuales que muestran que la Guardia Civil disparó balas de goma hacia ellos. ¿Hay una preocupación en la Agencia de Derechos Fundamentales sobre este incidente? ¿Ha pedido algún tipo de explicación al Gobierno español sobre ello?

No hemos pedido una explicación, porque no es realmente nuestra tarea. Por supuesto es un tema que hemos seguido y hemos tomado nota de las declaraciones del ministro del Interior. Es algo que está siendo investigado, y estamos seguros de que es un incidente, algo que no ocurre normalmente.

Están investigándolo y tenemos que esperar a dónde llegan esas investigaciones. Esperamos que las investigaciones nos lleven a saber qué se hizo mal, cómo pudo pasar esto y cómo podemos incorporarlo en el futuro al entrenamiento de la Policía y la Guardia Civil, porque esto no puede pasar.

¿Cree que el Gobierno español está poniendo los medios para que esto no vuelva a suceder?

Ésta ha sido mi impresión con las conversaciones que he tenido con los diferentes ministerios estos días. Es un episodio del que hay que arrepentirse y que hay que investigar.

La Agencia de Derechos Fundamentales publicó en marzo un estudio acerca de violencia de género en el que se aseguraba que una de cada cinco mujeres en España había sufrido violencia, pero tan solo un 14 por ciento lo denunciaban. ¿Cuál es nuestra situación respecto a otros países europeos?

La mayoría de los países de Europa tienen un alto nivel de violencia de género, todos los Estados miembros tienen que hacer mayor esfuerzo en ello. España no está entre los que tiene un mayor nivel de violencia, pero tampoco entre los que está en un nivel más bajo. Pero lo interesante no es la posición, pero lo interesante es que lo que vemos en España es que la falta de denuncia es lo habitual, la Policía necesita afrontar este asunto firmemente.

Algo muy interesante que se reflejaba en la encuesta se reflejaba es que muchas mujeres desearían que los doctores y el personal sanitario hablaran abiertamente sobre eso, que le pregunten explícitamente a la mujer y luego la puedan guiar para ir a la policía o ir a un refugio para víctimas. De manera que no solo la policía, sino otras personas que potencialmente pueden contactar con las mujeres deben entrenarse para saber cómo pueden ayudar.

España cuenta con una ley contra la violencia de género desde 2004, pero ahora con la crisis económica y los recortes en presupuesto público, los fondos destinados a la lucha contra la violencia de género han caído. ¿Desde la Agencia de Derechos Fundamentales se ha intentado concienciar al Gobierno para que evite estos recortes?

Siempre intento concienciar a los Estados Miembros para que incrementen los presupuestos para crear un alto nivel de protección para los Derechos Fundamentales, tanto para la violencia contra las mujeres como para otros aspectos. Por supuesto, estamos en un momento difícil económicamente, pero también he de decir que en nuestras encuestas hemos hecho un intercambio de conocimiento entre estados miembros, sobre qué ha funcionado más y qué menos para usar mejor los fondos.

Ahora todos los estados miembros pueden aprender de España, que ha estado muy avanzada en esta lucha, pero también hay cosas que España puede aprender de otros estados miembros, como por ejemplo cómo organizar los refugios para mujeres.

Recientemente, en la ciudad vasca de Sestao, su alcalde se refirió a inmigrantes y gitanos como “basura”. ¿Le preocupan este tipo de declaraciones en cargos públicos?

Estoy profundamente preocupado cuando personas con acceso fácil a micrófonos, a los medios, no entienden su papel crucial en proteger las minorías y no crear odio. Exactamente este tipo de declaraciones contra minorías particulares, que podemos ver también en otros Estados miembros, es algo que no debería ocurrir. Todo el mundo que se sienta tentado a hablar utilizando lenguaje negativo o denigrante acerca de cualquier minoría debería tener cuidado sobre cómo eso se puede extender como el fuego.

¿Cómo se puede luchar contra este tipo de declaraciones en un momento de crisis económica?

Estamos en un periodo de crisis económica, lo cual siempre incrementa el riesgo. Pero mirando los datos de todos los Estados miembros, hay Estados con partidos de tendencia xenófoba donde no hay una crisis económica tan grave. No es la única razón, se trata de un escenario mixto.

Está claro que los tiempos duros incrementan el riesgo, pero por eso los líderes de opinión deben evitar las declaraciones populistas. Por supuesto, también sé que esto puede pasar, por eso pido a otros líderes de opinión que cojan otros micrófonos y hagan declaraciones al país que se distancien de esos populistas, que buscan crear el odio hacia determinados grupos.

Y esto es algo que en ocasiones olvidamos en Europa: que aquellos que se distancian en privado de los populismos, deben hacerlo en público, y deben entender lo importante que es eso para las minorías, que necesitan saber que hay gente decente en las sociedades que las defiende del odio que viene de aquellos. Necesitamos una mayor movilización social de esa gente con esos buenos valores.

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