El trauma persigue a los niños un año después de la ofensiva israelí sobre Gaza
Ha pasado un año pero el miedo vuelve cada noche. Los niños que viven en las zonas más afectadas por la ofensiva israelí 'Margen Protector', que golpeó Gaza hace un año, muestran síntomas de estrés emocional severo: el 75% de los menores encuestados moja la cama por las noches. Muchos tienen miedo y sufren pesadillas, según muestra un estudio realizado por Save the Children mediante entrevistas con los menores y sus familias.
La operación militar israelí “Margen Protector” contra Gaza llevada a cabo entre el 8 de julio y el 26 de agosto de 2014 causó la muerte de 2.251 palestinos (1.462 de ellos civiles y 551 niños), mientras que en el lado israelí perdieron la vida 67 soldados y seis civiles (uno de ellos era un niño).
Con motivo del aniversario, los actos conmemorativos también llegan a Israel, donde el presidente de Israel, Reuvén Rivlin, el primer ministro, Benjamín Netanyahu, y el titular de Defensa, Moshé Yaalon, participaron el lunes en un homenaje a los 67 soldados israelíes caídos durante la ofensiva militar contra Gaza. “Esta fue una operación moral, adecuada para un estado soberano llamado a defender a sus ciudadanos”, afirmó Rivlin, según una nota difundida por su oficina.
Un reciente informe de Naciones Unidas denuncia que el Ejército israelí y grupos armados palestinos cometieron abusos durante la ofensiva militar de 2014 que podrían ser considerados crímenes de guerra. La organización israelí Breaking the Silence publicó un informe con testimonios de soldados que participaron en la misión del pasado verano y en la que reconocían “ataques indiscriminados contra civiles”.
“Miedo constante”
Un año después, el miedo a una nueva guerra persiste. Es el pensamiento que atemoriza al 70% de los 413 niños entrevistados en Gaza por la organización Save the Children. “Muchos niños en Gaza han vivido ya tres guerras en los últimos siete años, la última especialmente dura. Están emocionalmente y, en muchos casos, físicamente destrozados. El mundo no puede sentarse a mirar”, afirma Andrés Conde, Director General de Save the Children en España.
Según el informe de la ONG, el 75% de los niños en ese territorio se hace pis en la cama regularmente. El 89% de los padres afirma que sus hijos tienen miedo de forma constante.
Wasim (nombre ficticio), de 10 años, es uno de los niños que ha pasado por el tratamiento psicológico que suministra Save The Children y otras ONG en Gaza. El pasado verano, vio morir a sus primos cuando jugaban en el tejado de la casa. “Un misil cayó y los mató a todos. Tenían mi edad”, cuenta a la ONG. Desde entonces, no quería ir a la escuela y su madre afirma que ha pasado de ser un “estudiante excelente” a suspender en el colegio.
Un misil también impactó sobre cuatro niños que jugaban con el balón en una playa el 16 de julio de 2014. Ismaíl, Mohamed, Zakaria y Ahed. El suceso ocurrió cerca de varios periodistas que se hicieron eco de las muertes y tuvieron una gran repercusión a nivel internacional. El pasado junio, el fiscal general del Ejército israelí cerró el caso de los cuatro menores fallecidos (de nueve y once años) a los que, dice el fiscal, el ejército confundió con milicianos.
La ayuda humanitaria no llega
Los sonidos de las bombas, que han caído en varias ocasiones desde entonces, aterrorizan a Fátima, de 10 años. Una bomba fue la culpable de que perdiera su casa y el conflicto también le arrebató a su hermano, de 19 años. Ahora, vive con su familia en un pequeño apartamento, pagado con la ayuda de las organizaciones sociales. “Cuando nuestra casa fue destruida en la guerra tuve que mudarme aquí. Tuve que empezar en un nuevo colegio, me sentía triste porque no conocía a nadie”, cuenta a Save the Children.
Los 51 días de la ofensiva que asoló Gaza dejaron a muchas personas sin hogar y cerca de 100.000 personas aún no tienen casa, según la ONG. De la ayuda humanitaria prometida en la conferencia de El Cairo después de la ofensiva –de 5.400 millones de dólares– la comunidad internacional solo había entregado el 27% en mayo, según reconocieron los países donantes en una reunión en Bruselas.
A pocas horas de conmemorar el primer aniversario del conflicto, 120.000 palestinos en Gaza siguen sin acceso a agua corriente, la electricidad funciona entre 8 y 12 horas al día y hasta 90 millones de litros de aguas residuales son vertidos al mar Mediterráneo cada día por falta de saneamientos en el enclave, según la ONU.
“El continuo bloqueo y la amenaza de un nuevo conflicto hace muy difícil que los niños se recuperen del trauma que han sufrido”, asevera el codirector de Save the Children en los Territorios Palestinos, David Hassell. La organización hace un llamamiento a los líderes políticos mundiales a que trabajen juntos para acordar un plan de paz, que incluya el fin del bloqueo a Gaza.