Aeropuertos, estaciones y carreteras sin viajeros: un pozo sin fondo en gastos de mantenimiento
La empresa de ingeniería española Euroconsult ha realizado un estudio que propone alternativas para rentabilizar el aeropuerto de Ciudad Real, una infraestructura fracasada en la que se invirtieron 450 millones de euros. Tras su quiebra, se ha puesto a la venta con escaso éxito a un precio de 90 millones. Transcurridos seis años desde su inauguración en 2008, el aeródromo no ha logrado atraer vuelos regulares y ahora solo recibe aviones privados de gente adinerada que acude a la zona a practicar la caza.
En su propuesta de recuperación, Euroconsult plantea que el aeródromo frustrado de la capital manchega reenfoque su modelo de negocio y, gracias a su mayor cercanía a la ‘huerta’ del sur de España, compita con el aeropuerto de Vitoria por el transporte de carga de productos perecederos hacia Europa. Recomienda que se convierta Ciudad Real en la cabecera de un puente aéreo entre las factorías europeas de Airbus. Su ventaja radica en que los principales centros en España del gigante de la construcción aeronáutica se encuentran en Madrid, Toledo y Andalucía.
Otras actividades recomendadas son el mantenimiento de aeronaves, un hub de operaciones hacia Latinoamérica para las aerolíneas del Golfo Pérsico, o la creación de un cementerio de aviones, ya que no existe ninguna instalación de este tipo en España.
Planificación imprescindible
Planificación imprescindibleEl presidente de Euroconsult, Leonardo Benatov, en una conversación con eldiario.es, afirma que, después de tres décadas de construcción intensiva de infraestructuras, “con una planificación controvertida y muy limitada”, ahora España se encuentra con una saturación de la oferta que se ha traducido en un número intolerable de aeropuertos sin aviones, carreteras sin coches o estaciones de tren sin pasajeros. “Es imprescindible que el Gobierno, las empresas y la sociedad se enfrenten a un debate en el que definan lo que quieren que sea España en un horizonte de 20 años y, con esta perspectiva, se planifique de una vez por todas qué activos de movilidad hay que potenciar y cuáles hay que abandonar”.
Benatov tiene claro que “las infraestructuras fracasadas, a las que no se pueda encontrar un uso alternativo, es mejor cerrarlas y desmontarlas”.
El directivo afirma que mantener abierta una infraestructura, aunque esté infrautilizada, no es gratuito. El Banco Mundial estima el coste de conservación en un mínimo del 2% anual sobre el presupuesto gastado en su construcción. La Asociación de Empresas de Conservación y Explotación de Infraestructuras Española eleva esta cantidad al 4%.
El presidente de Euroconsult recuerda que la conservación permanente de autopistas, vías de tren, aeropuertos y puertos “es inevitable ya que si un año no se cumple este porcentaje, al siguiente se acumula y crece exponencialmente puesto que las acciones a emprender resultarán más costosas”.
Aplicando los conceptos de mantenimiento mínimo a alguna de las infraestructuras frustradas más notables de la geografía española se llega a la conclusión de que, pese a su infrautilización, año a año consumen cantidades multimillonarias. El aeropuerto de Ciudad Real tiene unos gastos de conservación de 18 millones. En la red de Aena uno de cada tres aeródromos se encuentra en una situación tan comprometida como la de Ciudad Real. 16 de ellos en 2013 tuvieron una media diaria de pasajeros que osciló entre uno y 80.
Obras de emergencia
Las dificultades económicas para mantener la red ferroviaria convencional han provocado que la Comisión de Accidentes Ferroviarios, que depende de Fomento, haya dado en estos días un toque de atención sobre el incremento de incidentes en estas infraestructuras, y ha pedido al dueño de esta infraestructura, Adif, que invierta de modo urgente 120 millones de euros para ejecutar obras de emergencia tales como la reparación de trincheras que presentan un “riesgo alto” de desprendimiento por falta de mantenimiento.
La ministra de Fomento, Ana Pastor, reconoció la urgencia de estas intervenciones en una comparecencia en el Congreso de los Diputados en agosto tras el accidente del tren Alvia en Santiago de Compostela, al presentar un plan de choque de 20 medidas para mejorar la seguridad de la red ferroviaria.
El accidente, se produjo, no obstante, en una infraestructura ferroviaria como es la del AVE Orense a Santiago, de reciente construcción (inaugurada en 2011). En ella se invirtieron 2.547 millones y su coste de mantenimiento anual asciende a 102 millones de euros. Y esta cifra no puede ser rebajada a pesar de que su ocupación en 2012 fue del 15,2%, según datos publicados por el Faro de Vigo con cifras de Renfe.
Los trabajos de conservación de la autopista de peaje en quiebra R2 que une Madrid con Guadalajara suman una inversión anual de 20 millones, mientras que su ocupación se sitúa en el 15% de las previsiones inicialmente estimadas. Fue creada con una proyección de tráfico de 30.000 vehículos diarios, pero en 2013 se estancó en un promedio de 4.500.
Según un estudio realizado por la Asociación Española de la Carretera (AEC), el conjunto de la red española de carreteras presenta un déficit de inversión en conservación de 6.200 millones. La patronal califica su “deterioro sin precedentes”, como “el peor desde 1985”. Para devolver las vías a una situación óptima, el Ejecutivo de Madrid debería invertir 1.994 millones y todos los Gobiernos autonómicos, 4.205 millones.
Alternativas de reutilización
Alternativas de reutilizaciónAl final de la década de los 90, coincidiendo con los planes de construcción de la red de autopistas radiales de Madrid, la ingeniería Euroconsult advirtió al Ministerio de Fomento de que las nuevas vías de alta capacidad que se diseñaban para Madrid eran inviables, porque “terminaban y engordaban los atascos que todos los días se forman en los anillos de circunvalación de la capital”, recuerda Leonardo Benatov. Entonces la empresa de ingeniería propuso una solución denominada plan REVS que consistía en conducir estas radiales hasta algunos ‘aparcamientos de residentes’ que se han multiplicado en Madrid.
Euroconsult, junto a un equipo de economistas, urbanistas y sociólogos, ha presentado recientemente a la Comunidad de Madrid un plan denominado Madrid2020; una propuesta integral para racionalizar el uso y el desarrollo de las infraestructuras de la capital en los próximos siete años. Propone soluciones como pactar con la comunidad de Castilla y León la creación de nuevos embalses en su territorio para evitar el desabastecimiento de agua de Madrid a largo plazo o promover la creación de huertos solares y parques eólicos en Castilla-La Mancha para suministrar energía limpia ante las crecientes necesidades de la capital. También contempla la especialización coordinada de los aeropuertos de Barajas y de El Prat, y potenciar la conexión por AVE entre Madrid y Barcelona acelerando la llegada del tren veloz a ambos aeropuertos.
Leonardo Benatov afirma que en los países desarrollados ya se han acometido importantes operaciones de desmontaje de grandes infraestructuras y pone como ejemplos la conversión en parque urbano del aeropuerto de Tempelhof en el centro de Berlín o la red de Vías Verdes en España para reutilizar el curso de líneas de ferrocarril que han quedado sin servicio. “Lo que no se puede consentir es que por falta de coraje político aún hoy se siga adelante con algunos planes de construcción de costosas infraestructuras en España que ya se prevé que van a ser un fracaso”.