El Corte Inglés anuncia un “ambicioso” plan de ahorro tras la entrada de su nuevo accionista
El presidente ejecutivo de El Corte Inglés, Dimas Gimeno, ha anunciado este domingo “un ambicioso plan de ahorro” para acelerar el objetivo de llevar la rentabilidad del grupo hasta “los niveles anteriores a la crisis”. El anuncio, formulado por Gimeno ante los accionistas en la asamblea anual del gigante español de la distribución, se enmarca en un agresivo Plan de Negocio para el próximo lustro, un periodo que será determinante para el futuro peso del nuevo accionista del grupo, el exprimer ministro de Qatar Sheikh Hamad Bin Jassim Bin Jaber Al Thani, que inicialmente se ha hecho con un 10%.
La junta, reunida a puerta cerrada como marca la tradición, ha ratificado, con el anunciado voto en contra del accionista minoritario Ceslar (9%), la modificación de los estatutos para eliminar el derecho de suscripción preferente de los actuales socios sobre la autocartera, imprescindible para materializar el desembarco del inversor catarí, convertido en tercer accionista a cambio de unos 1.000 millones de euros. También se ha aprobado el nombramiento del representante del jeque en el consejo de administración (el financiero Shahzad A. Shahbaz) y las cuentas anuales de 2014, cerradas el pasado febrero, que arrojan el primer incremento significativo de las ventas desde 2008 (de un 2,6%, hasta 14.592 millones de euros). Un “notable cambio de tendencia”, según Gimeno, que ha destacado que el aumento es “superior a la media del comercio minorista español”.
El primer ejercicio al frente del grupo del ejecutivo, de 39 años, se ha saldado con el beneficio en mínimos históricos (cayeron un 32,3%, hasta 118 millones) por el aumento de los gastos financieros (unos 100 millones más que un año antes) y el efecto de los ingresos extraordinarios de 2013, cuando la compañía cedió al Banco Santander la mayoría de su Financiera y vendió varios inmuebles.
El plan de ahorro anunciado por Gimeno gira en torno a la nueva política de personal ya implantada el pasado ejercicio (que incluye la extensión del sistema de retribución variable de los mandos a todas las áreas de la compañía y una “simplificación del abanico salarial”), y pasa por continuar y profundizar con “el cambio iniciado en la gestión de compras”, con “especial atención a los países productores que ofrecen mayores posibilidades, ya sea por su cercanía o por su relación calidad-precio”. Objetivo: reducir costes.
El grupo, que también continuará vendiendo activos, fundamentalmente, inmobiliarios, y cuyos consejeros cobraron un 10,3% menos el año pasado (se repartieron 10,9 millones de euros), dice que ha “mantenido el empleo” en 2014 aunque la plantilla media descendió en 2.253 personas, hasta 80.875 empleados. La explicación es que la cifra no incluye a las empresas participadas, como en anteriores ejercicios.
Se avecina, según Gimeno, “una larga y difícil travesía. Hemos sufrido duramente los efectos de la recesión. Partimos de un mínimo histórico de ventas y rentabilidad. Nuestra tarea es recuperar los niveles de rentabilidad y resultados anteriores en un mercado cada día más complejo y avanzar en el objetivo de la expansión internacional”, ha dicho a los accionistas el ejecutivo, que ha comenzado su discurso con un recuerdo a su tío y antecesor en el cargo, Isidoro Álvarez, fallecido en septiembre pasado a los 79 años: un “ejemplo de trabajo, de entrega y de renuncia al descanso” cuya “obra” ha prometido administrar “con dedicación, inteligencia y eficacia”.
Asignatura pendiente
Con su incorporación, el jeque aporta oxígeno financiero a El Corte Inglés, que en 2014 refinanció unos 3.700 millones de euros de deuda bancaria. Los 1.000 millones que desembolsa reducirán la deuda con los bancos en esa cuantía, hasta unos 2.088 millones (menos de la mitad que en 2012), y el grupo podrá centrarse en su eterna asignatura pendiente, la internacionalización, con Latinoamérica en el punto de mira, un aspecto sobre el que podría haber novedades durante el próximo año, según fuentes de la empresa.
Los términos del acuerdo con el jeque catarí, que Ceslar ha criticado públicamente (ha anunciado que lo denunciará en los tribunales) y que incluyen el pago de una comisión de 17 millones a un semidesconocido financiero español, son exigentes. Si las previsiones del grupo no se cumplen, el multimillonario árabe podría llegar a controlar hasta un 15,25% del capital sin aportar más fondos. El desembarco se produce a través de un préstamo convertible en acciones cuyos intereses (5,25%) el jeque cobrará en títulos de la autocartera de El Corte Inglés en los próximos tres años, cuando alcanzará otro 2,25% que, si quiere, podrá revender al grupo al precio de adquisición. El nuevo socio obtiene un puesto en el consejo, pero no será accionista efectivo hasta que venza ese préstamo. Primero será acreedor y después, accionista. De ahí la letra pequeña del acuerdo.
En primer lugar, su futuro peso en el capital del grupo estará condicionado por la evolución del ebitda (beneficio operativo). El nuevo Plan de Negocio contempla que esta magnitud, que en 2014 creció un 14,5%, aumente de media un 12% anual. De incumplirse esa previsión en sus tres primeros ejercicios, el inversor árabe se quedará con hasta un 1% adicional. Además, su entrada, que se materializa a través de una sociedad luxemburguesa, Primefin, incluye un compromiso de permanencia de los principales accionistas por un periodo de nueve años y medio.
Ante un “evento de liquidez”, la venta de acciones (por ejemplo, a través de una salida a bolsa) a partir de 2020 por parte del propio jeque o de los accionistas mayoritarios (la Fundación Ramón Areces, que tiene el 37,3%, e IASA, que controla el 22,18% en manos de Gimeno y las dos hijas de Isidoro Álvarez), El Corte Inglés entregaría hasta un 2% adicional a Primefin si en ese momento el valor del grupo se deteriora con respecto al actual.
El grupo, que incrementó el año pasado las inversiones un 10,85%, hasta 448 millones, insiste en que cumplirá sus objetivos y en que esas dos cláusulas de compensación no tienen por qué activarse. De momento, en 2014 ha frenado la caída continuada de su cifra de negocio (un 20% acumulado desde el estallido de la crisis hasta 2013) con incrementos durante todo el ejercicio, aunque de manera más intensa en la segunda mitad. Prácticamente todas las líneas de negocio (salvo los hipermercados Hipercor y los supermercados Supercor, como consecuencia de la fusión con las extintas tiendas de conveniencia) aumentaron su facturación en 2014. La más importante, los grandes almacenes, facturó un 3,6% más, hasta 8.768 millones, aunque redujo el beneficio un 32% por los citados extraordinarios.
La actividad de Viajes aumentó un 4,5% sus ventas (2.350 millones) e incrementó su beneficio un 7,7%, hasta 37,4 millones. Los hipermercados Hipercor continuaron su línea descendente y facturaron 1.570 millones, un 8,5% menos, con una reducción del beneficio del 27,5%. Informática El Corte Inglés, la filial más dependiente de la Administración pública, incrementó sus ventas un 11,6%, hasta 737,1 millones, y elevó el beneficio un 18,1%, hasta 24,1 millones; y Supercor facturó 591 millones (un 4% menos) y se anotó unas pérdidas de 7,3 millones (un 56% más).