Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.
La portada de mañana
Acceder
Sánchez busca impulsar la legislatura con el plan de regeneración democrática
La economía española abre una nueva etapa de crecimiento y sin 'burbujas'
OPINIÓN | 'EREs: Punto final a una ignominia', por Javier Pérez Royo

Draghi insiste en la moderación salarial en el Congreso

Mario Draghi, durante su comparecencia.

Belén Carreño

Si los árboles a veces no dejan ver el bosque, el ruido informativo por el apagón tecnológico que ha vivido el Congreso no ha permitido seguir con el rigor, o al menos, la atención debida la primera comparecencia de un presidente del Banco Central Europeo (BCE).

Mario Draghi insistió ante los diputados españoles en la clásica receta del BCE sobre la fórmula para recuperar el crecimiento económico. La única vía posible que contempla Fráncfort es la de recuperar la competitividad mediante la “combinación de una mejora de la productividad y una moderación de los salarios”. El italiano defendió así en la sala Ernest Lluch del Congreso, que la única forma de reordenar algunos sectores productivos en Europa pasa por la vía de reducción de costes.

A modo de contrapeso, deslizó una pequeña clemencia social en su discurso al reconocer que la “carga” de estos ajustes no puede ser “soportada de forma desproporcionada” por los mismos sectores.

Los vídeos colgados por los diputados de ICV no recogen la parte en la que se refirió a la reforma laboral (las grabaciones se entrecortan) pero en la rueda de prensa posterior sí comentó sus efectos al suponer, en su opinión, una “clara mejora” en términos de flexibilidad del mercado laboral.

Sin embargo, el italiano cree que los cambios en el mercado de trabajo español aún no “han podido lidiar con la dualidad” de contratos temporales e indefinidos. Como buen banquero central, no emite mensajes cristalinos, pero parece que el italiano deja la puerta abierta así a nuevas reformas en la regulación laboral española.

Su conclusión sobre la situación del país es que “España va en el buen camino” y a modo de consolación recordó que implementar reformas como la fiscal o la laboral es muy complicado y que otros socios del euro aún no han finalizado estos procesos, especialmente en flexbilizar el mercado laboral. En su despedida de la prensa (los vídeos colgados por ICV no permiten ver cómo se despidió de los diputados), puso deberes al Gobierno español al pedir que sea más claro con la tasación de los recortes que aún están pendientes en el merdio plazo, asi como con las posibles subidas de impuestos.

Optimismo y empatía

El exbanquero italiano intentó conjugar estas peticiones de más ajustes con dosis de moderado optimismo y de empatía hacía la situación que viven los ciudadanos españoles. Por eso, aseguró a los diputados que entiende los esfuerzos que están haciendo los españoles y pide que “los paises inmersos en estas reformas dolorosas” no se sientan “abandonados a su suerte”. Más tarde, ante la prensa, asumió que “la gente lo está pasando mal” en España y aseguró que desde el organismo que preside, “pensamos en todos aquellos que han perdido su empleo, sobre todo los más jóvenes”.

Así, y tras reconocer en varias ocasiones los esfuerzos del ciudadano español frente a parlamentarios y medios, Draghi volvió a a asegurar que ve muchas “señales de estabilización” en la economía y aseguró que los españoles se deben felicitar por los progresos que han hecho y el esfuerzo colectivo. “Las condiciones del crédito son mucho más fáciles ahora que hace seis meses”, aseguró ya en rueda de prensa en la que se atrevió a aventurar que se podrá ver un retorno del crédito en la segunda mitad de este año. Con todo, el burócrata reconoció que estas señales de mejora, aún no están llegando de forma visible a la ciudadanía. “Los esfuerzos en hacer reformas tardan tiempo”, lamentó.

Además, en la intervención a puerta cerrada el banquero central del euro hizo una llamada a la responsabilidad de los parlamentarios “que han sido elegidos democráticamente y son responsables de las políticas económicas internas”, para que tengan en cuenta que las decisiones que se toman en un país del euro afectan al resto de sus socios en la moneda única. En su opinión, la crisis ha mostrado “el profundo grado de interconexión en los paises del euro” y el “efecto” que la marcha de uno de sus miembros puede causar en otro.

Por eso, en opinion del guardián del euro, los parlamentos nacionales se han convertido, en sí mismos, en instituciones europeas, y es importante que reconozcan “los intereses comunes” en la marcha del sistema. En línea con este mensaje fuertemente europeísta, Draghi intentó sacar su cara más amable y humana, y aseguró comprender el “dolor” causado en el proceso de ajustes en varios países. Un ajuste que, recordó, “aún no ha terminado”.

Etiquetas
stats