España perderá casi 300.000 personas en edad de trabajar cada año hasta 2020
España pierde población en edad de trabajar a marchas forzadas. Lo dicen los datos pasados pero peor aún son los datos futuros. Entre 2011 y 2014, España perdió 750.000 personas de entre 15 y 64 años, la que se considera “edad laboral por excelencia”, según los cálculos del INE. Pero la mejora económica no augura un freno a esta tendencia, que incluso se podría recrudecer.
En su reciente informe sobre España, el Fondo Monetario Internacional calcula que España seguirá perdiendo ese nicho de población a tasas incluso superiores a las pasadas. Según sus estimaciones, este año y el que viene serán los que registren una mayor fuga de residentes en esa franja de edad, reduciendo esta población en un 1,3% este año y un 1,2% en 2015.
En la actualidad, según el INE, hay 30.341.000 personas de entre 14 y 64 años. Una pérdida del 1,3% de este grupo de población supondría la fuga de al menos 394.000 personas solo en estos doce meses y prácticamente otros tantos en 2015. Semejante tajo en la población laboral reduciría la parte productiva de la pirámide poblacional por debajo de los 30.000.000 de personas. Pero, además, el FMI (que no aclara en su informe de dónde toma estas estimaciones) dice que entre 2016 y 2019 los recortes en este grupo seguirían al mismo ritmo, alrededor de un 1% anual. Así las cosas, para 2019 habría alrededor de 1,5 millones menos de personas en edad de trabajar en España, peligrando el nivel de los 29.000.000.
La pérdida de este grupo de población implica la pérdida de crecimiento del país, ya que los habitantes en edad de trabajar son uno de los activos que tienen más peso a la hora de calcular la capacidad de mejorar de una economía. El propio FMI lo reconoce en su informe, donde dice que el crecimiento a largo plazo se verá dañado por esta pérdida de población, y también lo recogió en un informe el Banco de España. Sin embargo, el ministro de Economía, Luis de Guindos, siempre da por sentado que la economía española volverá a su capacidad de crecimiento anterior a la crisis, algo descartado por los expertos por el efecto de la población
La población en edad de trabajar no corresponde exactamente a la población activa pero su relación es evidente. La diferencia es que la población activa es aquella que además de estar en la edad apropiada, es decir, de poder trabajar, quiere hacerlo o lo hace. La preocupación por la pérdida de población activa llevó a Economía a encargar al INE un estudio para explicar la fuga de esta población que en el primer trimestre se recortó en 187.000 personas en el primer trimestre del año.
En la pérdida de la población activa pesan cuestiones que van más allá de la marcha física de las personas, como el efecto desánimo, que provoca que mucha gente ya no diga que quiere trabajar o que no está buscando trabajo. Por eso, el número de “activos” que se pierden puede superar incluso al de la población real que se pierde en una determinada edad. Por ejemplo, en el primer trimestre del año la población de esa edad se redujo en 97.000 personas frente a los 187.000 activos desaparecidos. También se pierden activos si se pasa a estudiar (aparcando el deseo de trabajar) o si se deja de trabajar por cuidar a un niño o un dependiente.
Lo que sí afecta a ambos colectivos es el envejecimiento de la población, que hace que se pierdan activos y personas en edad de trabajar. El tercer motivo para que descienda la población es la emigración. Así, en 2013 548.000 personas se fueron al extranjero, aunque el saldo final (tras contar las que vinieron) se quedó en que había 220.000 personas menos residiendo en España que el año anterior.
Las previsiones del FMI, con mucho más pesimistas que las últimas proyecciones a medio hechas por el INE en noviembre de 2013. El INE calcula que España perderá población a un ritmo del 0,6% en esos mismos años. Con todo, las previsiones del INE son para el conjunto de toda la población y no solo para este grupo en edad de trabajar. Aunque en ese estudio el INE no desagregaba esa franja de edad, sí reconocía que la franja de edad entre 20 y 49 años es la que más población perderá, hasta un 22,7% en la próxima década.