El FMI cree que los últimos recortes del Gobierno se llevan por delante la posible recuperación en 2014
España no crecerá en 2014 según las últimas previsiones del Fondo Monetario Internacional (FMI). El organismo con sede en Washington ha emitido hoy sus previsiones de verano (que actualiza las de primavera), en las que ha borrado de un plumazo las siete décimas de crecimiento que estimaba para España en 2014. La explicación es que cuando el Fondo hizo sus anteriores estimaciones, el Gobierno de Mariano Rajoy aún no había enviado a Bruselas su Plan Nacional de Reformas. El organismo ya advirtió de que una vez descontado el efecto de estos recortes, la recuperación para el próximo año estaría en entredicho.
Así, los expertos del Fondo han recalculado la evolución económica para España y han quitado las siete décimas de crecimiento que esperaba para 2014, con lo que el PIB se quedaría estancado. Con este escenario, España no vería el signo positivo en su economía hasta el primer trimestre de 2015. Para 2013, mantiene la previsión de que la economía caerá un 1,6%.
Estas previsiones están a años luz de las últimas que ha publicado el Ejecutivo en su cuadro macroeconómico para acompañar el techo de gasto presupuestario para el ejercicio que viene. Según sus previsiones, la economía remontaría el vuelo en 2014 nada más y nada menos que un 1,2%. Aunque el FMI no acierta siempre, el año pasado sí atinó con las previsiones para 2012-2013.
Si el FMI tiene razón, el Ejecutivo volvería a diseñar unas cuentas públicas con unas cifras macroeconómicas muy alejadas de la realidad. Esto ya sucedió en este ejercicio y ha sido una de las razones por las que durante el ejercicio en curso se han tenido que dictar nuevos recortes. Hoy mismo Luis de Guindos ha asegurado que espera buenos datos económicos de ahora en adelante. Con las estimaciones del FMI, España no crearía empleo hasta dentro de dos o tres años.
En general, el FMI ve las cosas menos claras que en primavera. Empeora los indicadores para prácticamente todas las regiones del mundo, en parte por las turbulencias en los mercados en mayo y junio, que han elevado de nuevo los tipos de interés que tienen que pagar los países desarrollados. Según sus estimaciones, el PIB mundial crecerá algo por encima del 3% este año, y por debajo del 4% el próximo, cifras algo peores que las esperadas hace tres meses.
Pero el principal lastre para la economía mundial, en opinión del organismo, será la zona del euro, que en 2013 seguirá en recesión y en 2014 crecerá por debajo de un 1%. En línea con sus últimos informes, el FMI vuelve a censurar las políticas que se están tomando en Europa y lamenta que el “retraso en la puesta en marcha de políticas en áreas estratégicas”.
El Fondo insiste en que es necesario que se vuelvan a hacer pruebas de esfuerzo o, al menos, una evaluación de la fortaleza de los activos de la banca europea para valorar sus necesidades de capital. En este sentido, apremia a poner en marcha la unión bancaria, recientemente aprobada, lo antes posible. El Fondo se está distanciando de forma reiterada de las posiciones europeas, y aboga por unas políticas que favorezcan el crecimiento y se suavice la senda de contención fiscal. El mal entendimiento por la forma de solucionar la crisis griega, está fracturando la posición común que hasta ahora defendía la denominada troika (FMI, Comisión Europea, Banco Central Europeo).
En general, el organismo insta a los países desarrollados a poner en marcha medidas que compaginen la austeridad en el gasto con apoyos al crecimiento en el corto plazo. En informes anteriores, el Fondo ha dirigido su llamamiento a los bancos centrales para que inyecten en la economía los estímulos apropiados.
El Fondo sostiene que sigue habiendo muchos riesgos a la baja y que, incluso, se han incorporado nuevos peligros, como la posibilidad de que las economías emergentes prolonguen su enfriamiento. El Fondo advierte de las preocupantes repercusiones que podría tener en la economía mundial un enfriamiento mayor del previsto en China, Brasil, Rusia o India, que en conjunto crecerán por debajo del 4%, un ritmo inusualmente bajo para este grupo de países.
También el ralentizamiento de la economía estadounidense ha puesto en solfa el vigor económico mundial. Solo Japón, cuya agresiva política de estímulos por parte del Banco Central ya da efectos, arroja algo de dinamismo en la actividad económica de los países más poderosos.