Falciani, libre
La Audiencia Nacional ha rechazado la petición de extradición de Suiza sobre Hervé Falciani, el informático suizo que ha compartido los datos obtenidos por su trabajo en el HSBC para perseguir a evasores fiscales. La Audiencia basa su auto en que no se dan los requisitos necesarios para la doble incriminación, esto es, que los delitos por los que es persiguido por el país que pide la extradición, Suiza en este caso, concurran en España.
La justicia española no ve como delito la revelación de secretos, que sí se persigue en Suiza. Es más, en España hay obligación de informar de un delito, como es el blanqueo de capitales o la evasión fiscal, en caso de ver los datos que indiquen que se está cometiendo.
Francia, país del que tiene pasaporte Falciani, ya había rechazado la orden de extradición y Falciani eligió España, por su legislación favorable, para defenderse ante los tribunales de los supuestos delitos por los que le perseguía Suiza. Ahora el informático, que está en régimen de libertad vigilada, será puesto en libertad. En varias ocasiones ha declarado su intención de seguir en España y continuar su trabajo de colaboración con la justicia española y las autoridades fiscales para continuar desentrañando la maraña de datos que componen la “Lista Falciani”.
El auto será firme si en los próximos cinco días hábiles no se presenta recurso, algo altamente improbable, ya que solo lo podrían presentar la defensa o la fiscalía y esta última se opuso a la extradición en el transcurso de la vista, el pasado 15 de abril.
Sin ánimo de lucro
Uno de los puntos más obscuros de la historia, en el que Suiza asegura que Falciani intentó vender la información a un banco en Beirut, no queda probado según el auto de la Audiencia. Así, la Sala dice que “este hecho”, en referencia a la hipotética venta de datos, “aparece un tanto confuso e inconsistente dentro del relato fáctico que se nos presenta, en el que sí parecen con objetividad episodios concretos de puesta a dispoción de información y colaboración eficaz con autoridades de otros estados, en los que se evidencia una determinada actitud por parte de Falciani, en la que no cabe apreciar móviles económicos o espurios”.
El tribunal insiste en que no se indica con claridad si hubo tal cesión de datos y obtención de dinero por parte de Falciani. Finalmente, la Sala opta por “no dar un tratamiento diferenciado, imbricándolo como un episodio más, en el conjunto de los que constan en el relato”.
Durante la vista, Falciani aseguró que fue a Beirut para que saltara la alarma en la patronal bancaria de que esos datos estaban disponibles, y activar así a la fiscalía Suiza, renuente de iniciar un proceso contra los posibles hechos delictivos parapetados tras los datos.
El exempleado de banca ha trabajado luego de forma desinteresada con Francia, EEUU, Italia y España.
En este sentido, el auto recoge que queda probada la colaboración de Falciani, que ha hecho llegar de forma eficaz información fiscal a autoridades administrativas y judiciales de varios estados, “entre ellos España”, lo que ha producido, según la Sala, “efecto directo e inmediato” en la desvelación de “muchas situaciones delictivas encubiertas, amparadas o permitidas por la porpia entidad financiera” y que han permanecido ocultas hasta el momento, “dado que hasta ahora”, prosigue el auto, “no había sido posible realizar una investigación eficaz”.
El caso más conocido fue el de la familia Botín que tuvo que regulizar su fortuna en Suiza por la primera hornada de información transmitida por Falciani.