El Gobierno presenta los Presupuestos sin aclarar qué pasará con las pensiones
El Gobierno ha presentado ya las líneas generales de los Presupuestos para 2014, eso sí, sin despejar una de las grandes incógnitas: qué sucederá con las pensiones el año que viene. Aunque hubo varios intentos para que el titular de Hacienda, Cristóbal Montoro, explicara cuánto subirán las pensiones en 2014, el ministro eludió responder con claridad.
Hoy mismo el Gobierno ha enviado el proyecto de ley de reforma al Congreso para su tramitación parlamentaria. El Ejecutivo cuenta con aplicar ya el año próximo el nuevo índice de revalorización de las pensiones. El nuevo indicador tiene en cuenta no solo el IPC, sino también la evolución de las cuentas de la Seguridad Social. En función de esa fórmula, las pensiones podrán crecer entre un 0,25% y el IPC más el 0,25%. Teniendo en cuenta el deterioro que arrastra la Seguridad Social parece probable que la subida de 2014 se aproxime al 0,25%, lo que en la práctica supone una congelación.
Ante las insistentes preguntas de los periodistas, el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, se ha limitado a asegurar que el volumen de gasto en pensiones subirá un 4%. Este es el ritmo al que crece la nómina de las pensiones contributivas por la propia inercia de las mejores prestaciones (resultado de las mejores bases de cotización) y el mayor número de usuarios que entran al sistema. Si esta es la cifra de gasto que maneja el Gobierno, deja en evidencia que la “revalorización” de la nómina de las pensiones estará muy próxima a cero.
Después del varapalo asestado ayer por el Consejo Económico y Social (CES), un órgano consultivo compuesto por agentes sociales que censuró las pretensiones del Ejecutivo, el Gobierno parece estar más dipuesto a pactar y a esperar a ver las propuestas que salen de la Comisión del Pacto de Toledo, encargada de tramitar todo lo referente al sistema de pensiones. En cualquier caso, el Gobierno está claramente disgustado con el comportamiento de la CEOE, que pese a haber aplaudido en público la reforma y pedido incluso que se acelerara el proceso, votó en contra en el CES. La ministra de Empleo ha pedido explicaciones al presidente de la patronal, Juan Rosell.
Así, y con ánimo apaciguador, la ministra pidió hoy por sorpresa una comparecencia a petición propia en el Pacto de Toledo para explicar a la oposición la reforma.
Sin embargo, en el cuadro macroeconómico que ha presentado el Ejecutivo aparece una transferencia de unos 31.000 millones de euros para la Seguridad Social, el Servicio Público de Empleo y la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). Aunque esa transferencia no está detallada, es posible que el Gobierno inyecte buena parte de ese dinero a las cuentas de la Seguridad Social, quizá para asegurar que las pensiones puedan subir algo más de ese suelo del 0,25%.
Con esta transferencia, el Ejecutivo intenta mejorar el equilibrio de las cuentas de la Seguridad Social y poder manejar así un suave aumento de las pensiones. Con todo, el Ejecutivo prefiere esperarse también a conocer la inflación de noviembre, que tradicionalmente se ha cogido como referencia para la actualización de las prestaciones contributivas.
Y, es que, el IPC ha ido bajando mes a mes. Este viernes se ha conocido la inflación de septiembre, que queda en un 0,3%, una cifra que conviene al Gobierno. El propio Montoro ha rechazado que la reforma vaya a suponer pérdidas de poder adquisitivo, y ha señalado que la inflación acabará el año en el 1% o “claramente por debajo”. De esta forma ha insinuado que la pérdida de poder adquisitivo sería de apenas unas décimas. Con todo, la cesta de la compra en bienes como los alimentos ha subido de forma continua. Pero el efecto del IVA, que se incluyó en el segundo semestre del año pasado, ha dado lugar a este espejismo estadístico de que los precios caen.
En la propia memoria económica que acompañaba el anteproyecto de ley de reforma de pensiones, el Gobierno estimaba obtener un ahorro en pensiones de 33.000 millones de euros entre 2014 y 2022. La mayor parte del recorte procedería del nuevo índice para revalorizar las pensiones, lo que implica reconocer que el gasto no crecerá tanto.
La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, ha insistido en que el poder adquisitivo de las pensiones “se garantizará de otra manera, con una contención de precios”.