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Los salarios caen, pero las rentas empresariales crecen
La economía española agravó su recesión en 2012: durante el año pasado cayó un 1,4% y en el último trimestre del año lo hizo en un 0,8%, según el Instituto Nacional de Estadística, que ha empeorado sus previsiones. Es el segundo peor dato de la serie histórica desde que esta empezó en 1970, un registro solo superado por el descenso del 3,7% que sufrió el PIB en 2009, el peor año de la recesión. El PIB acumula seis trimestres de caída consecutiva. Los datos también son peores que las estimaciones realizadas por el Banco de España, que había previsto un descenso del 0,6% en los tres últimos meses de 2012, una caída interanual del 1,7%, y un retroceso del 1,3% en 2012.
Pero las cifras de contabilidad nacional dejan otros datos para el análisis. Por ejemplo, la remuneración de los trabajadores asalariados cayó un 8,5%. Sin embargo, la renta empresarial -el excedente de explotación bruto-, esto es, los beneficios, aumenta un 1,4%. Es una tendencia que se ha mantenido durante los dos últimos años: mientras las remuneraciones caen a un ritmo cada vez más rápido, los beneficios empresariales siguen siendo positivos. Los excedentes de explotación llegaron a crecer un 3,6% en el segundo trimestre del 2012, mientras las remuneraciones descendieron un 1,2%, en ese mismo periodo.
Además, los costes laborales -que incluyen salarios, cotizaciones, indemnizaciones por despido, etc.- caen y lo hacen cada vez más: en el cuarto trimestre de 2012 descendieron un 5,8%. En los dos últimos años estos costes no han hecho más que caer.
En el conjunto del año 2012, el PIB español se contrajo un 1,4%, cifra que mejora levemente la previsión oficial del Gobierno (-1,5%). El Ejecutivo, no obstante, había indicado en las últimas semanas que esperaba que la disminución del PIB mejorara las previsiones oficiales y se situara en el -1,3% en 2012.
Por su parte, el empleo cayó a un ritmo anual del 4,7 % en el último trimestre de 2012, una décima más que en el tercer trimestre del pasado año, lo que supone una pérdida neta de aproximadamente 805.000 puestos de trabajo a tiempo completo en un año.
La contracción trimestral del 0,8% experimentada entre octubre y diciembre de 2012 empeora en cinco décimas el dato del tercer trimestre, cuando el PIB bajó un 0,3%. Con la cifra del cuarto trimestre, la economía española acumula seis trimestres de crecimiento negativo, mientras que, en tasa interanual, el PIB suma cinco trimestres de retrocesos.
Por su parte, la caída interanual del PIB en el cuarto trimestre es tres décimas más acusada que la registrada en el tercer trimestre de 2012, cuando la economía retrocedió un 1,6%.
El INE ha explicado que esta aceleración en el retroceso del PIB es consecuencia de una aportación siete décimas más negativa de la demanda nacional, hasta -4,7 puntos, que se vio compensada sólo en parte por una contribución cuatro décimas más positiva del sector exterior (de 2,4 a 2,8 puntos).