El mercado advierte de indicios de información privilegiada en la absorción de Banesto
“Una vergüenza”, así califican varias fuentes consultadas los movimientos sobre las acciones de Banesto la semana pasada. La acciones de la entidad filial de Santander, que anunció en la mañana del lunes su absorción, pasaron de manos en las sesiones anteriores a un ritmo sospechosamente trepidante. Fuentes del mercado, que prefieren no ser citadas, reconocen que la semana pasada se filtró el rumor de que esta misma semana se podía anunciar la operación y comenzó el baile de títulos de la entidad financiera.
La reacción del mercado fue inmediata. El miércoles 12, el volumen de facturación de la entidad, esto es, las veces que cambia de manos en operaciones de compraventa, aumentó en un 1.921% frente al intercambio producido el día anterior (ver imagen). Al día siguiente, uno o varios inversores se apuntaron masivamente a este carro y se movieron en esa sesión hasta 1,13 millones de acciones de Banesto, cuando la media diaria durante 2012 fue de 158.000.
Pese a este elevadísimo volumen de facturación, el precio no sufrió alteraciones significativas. Así, en el día de más movimiento, la acción apenas mejoró en un 3% su valor. De nuevo fuentes del mercado explican que el cambio de titularidad no tiene por qué estar ligado a un brusco cambio de valor. Un inversor institucional puede haber ordenado (mediante uno o varios broker) la compra masiva de estas acciones con el fin de estar hoy bien posicionado ante el eventual anuncio de la operación.
Cabe resaltar que apenas un 10% de las acciones de Banesto circula libremente en bolsa. El resto del capital está ya en manos de la entidad financiera presidida por Emilio Botín. Cuando una acción es así de “estrecha” (como se conoce en términos técnicos), está sujeta a fuertes vaivenes en el mercado. Al operar sobre un número tan reducido de acciones, los movimientos que se producen en el precio o el volumen de la acción son mucho más virulentos.
Utilizar información privilegiada para operar en bolsa es un delito tipificado en la legislación española que puede ser perseguido penalmente. Lo difícil es demostrar que se ha utilizado para lucrarse cierta información obtenida gracias a un cargo en una empresa u organismo que opere en el mercado financiero. Es necesario que la información no esté al alcance de los inversores minoristas y que al trascender altere la cotización de un valor negociable. Hasta que una empresa no envía un hecho relevante a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), no se considera que ha hecho oficial una información, aunque esta ya haya aparecido publicada en medios.
Aunque en el extranjero se han dado casos muy conocidos por condenadas por información privilegiada, como el caso de Raj Rajaratnam en EEUU donde el gestor de fondos tuvo que pagar una multa de 10 millones de dólares y devolver los 54 millones que había obtenido ilícitamente, en España su persecución ha sido muy deficiente. En la actualidad está bajo investigación un caso muy similar a este, el de la compra de Banco Pastor por parte de Banco Popular.
Santander anunció a primera hora de la mañana del lunes que absorbía a su filial Banesto con una prima –es decir, un precio superior al fijado en el valor de mercado de la acción– de casi un 25% respecto al cierre de las acciones el viernes. La oferta de compra de títulos de Banesto será en “papelitos”, esto es, se le canjeará al accionista sus 'banestos' por valores del banco de Botín. Así, por cada diez títulos de Banesto se darán al accionista 6,33 acciones de Santander.
Las acciones de ambos bancos estuvieron suspendidas buena parte de la mañana hasta conocerse los términos exactos de la operación. Una vez que se dio a conocer la noticia, como es natural, el precio de las acciones de Banesto se disparó en línea con la oferta del banco matriz. El rumor de que Banesto podría acabar fagocitado por su matriz llevaba semanas en el mercado. Banesto no había sido capaz de cumplir los requisitos de capital exigidos por el Banco de España para 2012 y su disolución dentro de Santander la libera de este compromiso.