La empresa de la esposa de Jesús Posada tiene una filial en Malta que trasladó desde Panamá
Varma SL, distribuidora de bebidas alcohólicas de la que es consejera Blanca de la Mata y Pobes, esposa del expresidente del Congreso y actual diputado del PP, Jesús Posada, tiene desde 2011 una filial en el pseudoparaíso fiscal de Malta, Viesa Malta Limited, heredera de otra empresa panameña, Viesa Panamá SA, creada en 2001 y que la empresa de la familia política del exministro decidió sacar de ese territorio offshore tras entrar en vigor el convenio de doble imposición e intercambio de información entre España y Panamá.
Así lo revela la investigación de los llamados Papeles del Paraíso. la última filtración a la que ha tenido acceso el Consorcio Internacional de Periodismo de Investigación (ICIJ), que en España tiene como socios a laSexta y El Confidencial, y que desenmascara la ingeniería fiscal que utilizan distintas entidades para la evasión fiscal.
Según El Confidencial, la filial maltesa de Varma, Viesa Malta Limited, depende de Importaciones y Exportaciones Varma SA (Viesa), filial de Varma con una facturación de 156,3 millones de euros el año pasado. Se constituyó en mayo de 2011, justo después de la entrada en vigor del citado convenio, que permitió que los datos de los contribuyentes españoles que elegían Panamá para crear empresas con un alto grado de opacidad fluyeran con más facilidad entre ambos gobiernos.
El abogado del Grupo Varma asegura que el cambio de Panamá a Malta se produjo para intentar “europeizar todas las empresas” que dominan los De la Mata y lo atribuye a las “facilidades en el cambio de domicilio” y la creación de empresas en esa latitud que, asegura, es “más cara en impuestos que en España”. Malta tiene el tipo del Impuesto de Sociedades más alto de UE (35%), pero en la práctica y gracias a múltiples deducciones el tipo efectivo se queda en apenas el 5%. Además, no hay retenciones al pago de dividendos e intereses.
En cuanto a Viesa Panamá, el Grupo Varma la creó, según su representante, “porque los que nos vendieron Ron Barceló tenían una firma panameña y nosotros calcamos lo que ellos tenían. Nosotros no queríamos comprar su panameña. No nos gustaba y, además, nos lo recomendaron así los asesores. Esta estructura no es para pagar menos impuestos, es una estructura para ahorrar costes, que es distinto”.
El portavoz de la familia De la Mata concluye: “Todo es totalmente transparente, somos un grupo empresarial que nunca nos hemos aprovechado de estas jurisdicciones para defraudar ni para ocultar nada. Lo hemos declarado en Hacienda. Tenemos inspecciones diarias porque somos gran empresa”.
Pagarés ocultos al fisco
En 2013, eldiario.es adelantó que la esposa del expresidente del Congreso invirtió en 1988 unos 188 millones de pesetas en un instrumento financiero diseñado por el entonces Gobierno socialista: unos pagarés del Tesoro opacos para el fisco, que no tenían retención, que no pagaban impuestos, que apenas generaban rentabilidad y que solo servían para aflorar el dinero negro que manejaban grandes fortunas. El Estado vendía esos títulos y no hacía preguntas sobre el origen del dinero.
Todas estas operaciones financieras a las que se sumaron Blanca de la Mata y sus hermanos se hacían a través de una sociedad de inversión: Eurocapital, que en el año 1991 protagonizó uno de los mayores escándalos financieros de la época al quebrar y ser intervenida por el Banco de España, que descubrió una contabilidad B con una caja negra por valor de 5.000 millones de pesetas. Una vez saneado, el banco fue vendido por una peseta a Unicaja. La familia política de Posada controlaba el 20% del Banco Europeo de Finanzas, la filial de Eurocapital que también quebró junto a la matriz.
La documentación a la que accedió en 2013 eldiario.es mostró que la esposa, los cuñados, la suegra y las empresas familiares del entorno del entonces presidente del Congreso tenían hasta 1.200 millones de pesetas fuera de la vista de Hacienda. Al cambio actual, convertido en euros y descontada la inflación, la cifra equivaldría a casi 15 millones de euros de este momento. Estas fuertes sumas se gestionaban mediante Eurocapital y se invertían en esos productos financieros opacos que no tributaban. Nunca se aclaró qué fue de estos importes, si se regularizaron, como en un primer momento asumió el presidente del Congreso, o si se buscó otra vía para mantenerlos fuera del alcance del fisco.