Miles de personas marchan contra el TTIP y el CETA: “No es un tratado, es un golpe de Estado”
En el marco de una semana repleta de protestas para detener la aprobación del tratado de libre comercio entre la Unión Europea y Estados Unidos (TTIP) y la ratificación del CETA (el acuerdo de la Unión Europea con Canadá), la plataforma estatal 'No al TTIP' ha movilizado este sábado a miles de personas a lo largo de la geografía española y muy especialmente en la capital de España.
Bajo el lema “Otoño en resistencia. Ni CETA ni TTIP”, más de 1.300 organizaciones sociales, ecologistas, sindicales y políticas de todo el estado español han apoyado la convocatoria (que coincide con la celebración este lunes del Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza y del inicio de la Semana de Lucha contra los tratados de libre comercio) para exigir la suspensión de dichos acuerdos, contra la pobreza y por el fin de la impunidad de las multinacionales.
De hecho, según los convocantes, “la erradicación de las causas de la pobreza y de la desigualdad son decisiones políticas y los tratados comerciales que se están negociando solo servirán para el enriquecimiento de unos pocos y el aumento de las desigualdades”.
Tras una pancarta con el lema “Las personas y el planeta, por encima de las multinacionales. No a la pobreza. No a la desigualdad. No al CETA. No al TTIP”, miles de personas han recorrido la distancia entre la rotonda de Atocha y la plaza de Cibeles de Madrid. Marchas similares han recorrido las calles de Barcelona, Sevilla o Gijón hasta completar el medio centenar de ciudades.
“Por la pobreza y la desigualdad que generan, son tratados que explotan los recursos del planeta, a los trabajadores y a los pueblos del sur”, aseguran. “No es un tratado, es un golpe de estado que empobrece a la ciudadanía”.
La protesta se produce horas después de que el Consejo de Ministros acordara este viernes autorizar la firma del CETA por parte de los 28, un acuerdo que incluye la supresión de aranceles en la práctica totalidad de las mercancías intercambiadas entre la UE y Canadá. Aunque el Parlamento de la región belga de Valonia, votó ayer en contra del mismo, lo que hace peligrar su ratificación. Los diputados valones aprobaron, tras cerca de dos horas de debate, una moción por la que piden al Gobierno de la región que no delegue sus poderes al federal para firmar el tratado, cuyo texto está ya cerrado
Las organizaciones que se oponen al acuerdo dudan de las ventajas económicas del pacto y consideran que implica una restricción de la soberanía democrática y del margen de maniobra política de gobiernos y parlamentos.