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El expresidente de Bancaja dice que aceptó la fusión con Bankia porque el Banco de España “tiene mucho poder”
El exvicepresidente de Bankia José Luis Olivas ha declarado ante el juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu que el exgobernador del Banco de España Miguel Ángel Fernández Ordóñez le “conminó” a que Bancaja, entidad que presidía, se integrara con Caja Madrid y otras cinco cajas porque, de lo contrario, existía el riesgo de “intervenir la entidad”, según informaron fuentes jurídicas.
El expresidente de Bancaja ha explicado que en un principio se negó a la fusión porque los datos de la entidad en 2009 eran “buenos” y no existía “necesidad”, al tratarse de un banco más saneado que la media del sector, aunque no tuvo más remedio que aceptar porque, según ha dicho textualmente, “el regulador tiene mucho poder”.
Olivas, que ha declarado durante una hora en la causa en la que se investiga la fusión y salida a Bolsa de Bankia, ha señalado que Fernández Ordóñez y el entonces subgobernador, Francisco Javier Aríztegui, le citaron en su despacho el 2 de junio de 2010 junto a Rodrigo Rato y se mostraron “vehementes” con la necesidad de que Bancaja formara parte del Sistema Institucional de Protección (SIP) de Bankia.
“Les dejamos un despacho”
“Si es necesario les dejamos un despacho y empiezan a hablar”, ha asegurado Olivas que le dijo Fernández Ordóñez a preguntas del juez instructor, que le ha llegado a preguntar si interpretó esas palabras como “una amenaza”.
La declaración de Olivas coincide con la explicación que Rato ofreció en el Congreso el pasado 26 de julio. El expresidente de Bankia dijo que Fernández Ordóñez le citó “con urgencia” el 2 de junio de 2010 para “conminarle” que incluyera a Bancaja en la fusión.
Olivas permaneció en Bankia entre el 16 de junio de 2011 y el 21 de noviembre de ese año, cuando se vio obligado a dimitir tras la intervención del Banco de Valencia. No obstante, permaneció como presidente de Bancaja hasta el 22 de mayo pasado.
Inspección durante un año
Olivas, que también fue presidente de la Generalitat valenciana entre julio de 2002 y mayo de 2003 tras el nombramiento de Eduardo Zaplana como ministro de Trabajo, ha dicho en otro punto de su intervención que el Banco de España estaba llevando a cabo una inspección de la entidad durante el último año, por lo que entendió que acceder a esta petición era la mejor opción.
Según la versión de Olivas, Fernández Ordóñez justificó la integración de las cajas, cuyo porcentaje se fijó de acuerdo con valoraciones de Deloitte y Analistas Financieros Internacionales (AFI), con el argumento de que era necesario calmar a los mercados tras la crisis de Grecia y por el deterioro general que estaba experimentando la economía española. Para ello, marcó el 30 de junio de 2010 como fecha límite.
También ha explicado que en abril de 2011 el Banco de España le trasladó la necesidad de inyectar 4.000 millones de euros en Bancaja para garantizar su saneamiento aunque, según un informe de la auditora PwC, en un escenario económico más estresado las necesidades de capital ascenderían a 11.000 millones de euros.
En relación con el Banco de Valencia, ha dicho que se enteró de su intervención “por la radio mientras iba en un taxi”, cuando acudía al Consejo de Administración del Banco Financiero de Ahorros (BFA), matriz de Bankia. Entonces decidió dimitir para “evitar el riesgo reputacional”, según ha afirmado.
Abucheos a los exdirectivos
A las puertas de la tribunal se han concentrado en torno a veinte afectados por las participaciones preferentes de la entidad, que han abucheado a los dos exdirectivos y les han proferido gritos como “Bankia y PP, la misma mierda es”, “Olivas ladrón, camino de prisión”, “Así está España, llena de alimañas” y “El de Valencia, otro sinvergüenza”.
A Rato y a los otros 32 exconsejeros imputados, así como Bankia y BFA en calidad de personas jurídicas, se les atribuyen indiciariamente y de forma genérica los delitos de falsificación de cuentas, administración desleal, maquinación para alterar el precio de las cosas y apropiación indebida.