Portugal quiere traer de vuelta a los jóvenes cualificados que emigraron durante la crisis
Al igual que ocurrió en otros países del sur de Europa durante la crisis, muchos portugueses se vieron obligados a hacer las maletas y buscar trabajo en el extranjero. Ahora los reclaman de vuelta. Tras el rescate de 2012 que obligó al país a pedir un rescate internacional de 78.000 millones de euros, Portugal se ha recuperado de la crisis económica con una tasa de paro del 10% al finalizar junio.
Con este panorama, la Asociación Empresarial de Portugal decidió lanzar hace unos meses un plan de fomento del apoyo financiero a los emigrados durante la crisis al que ha decidido sumarse el Gobierno. En su mayoría, jóvenes cualificados que se aventuraron a buscar fortuna en otros países para esquivar las altas tasas de paro y falta de oportunidades laborales durante los años de crisis. Se llama Empreender 2020 y ya cuenta con 1.500 interesados.
Tras la llegada a finales de 2015 del socialista Antònio Costa al gobierno, la política económica portuguesa actuó a la inversa de lo que estaban haciendo los demás países europeos tras la crisis, con una modulación de la austeridad y más fomento de la demanda interna. Creían que si el gobierno gastaba más, la economía se reactivaría, aumentaría la recaudación de impuestos y, como resultado, el déficit fiscal caería. El Banco de Portugal estima que para 2019, el desempleo habrá bajado al 7% y las exportaciones subirán un 6%. La inversión extranjera directa alcanzó en 2016 los 900 millones de euros, lo que ha atraído a grandes empresas internacionales a instalarse en territorio luso y demanda personal cualificado.
Paulo Nunes de Almeida, presidente de la patronal impulsora, aseguró en declaraciones a la prensa local que no esperan un regreso masivo de emigrados, lo que saturaría el mercado por un exceso de demanda, pero sí cree que generará a largo plazo un afianzamiento de las nuevas generaciones gracias a políticas favorecedoras tanto para asalariados como para emprendedores.
El presidente de la fundación explicó a la prensa lusa que “cualquier joven que resida en el extranjero y quiera constituir una empresa en Portugal en el sector de la alta innovación y conocimiento recibirá apoyo y también recibirán información sobre parques industriales, nidos de empresas, incubadoras, beneficios fiscales y apoyos a la contratación”.
Según un estudio de la Asociación presentado en mayo en Oporto en colaboración con la Universidad de Coimbra, el 70% de los jóvenes cualificados portugueses que han emigrado quieren regresar al país, principalmente por ‘morriña’ hacia familiares y amigos y deseo de echar raíces y emprender en su lugar de origen. Solo el 30% dice ver inestabilidad y falta de oportunidades.
Según este mismo estudio, el perfil de emigrados es de un 59,9% con contrato indefinido, 20,6% temporal, 7,2% estudiantes, 5,8% son trabajadores por cuenta propia, 2,8% empresarios y solo un 1,3% están en paro. En cuanto a la cualificación académica de los emigrados, el 38,1% tienen máster, el 31,1% una licenciatura, un 15,1% doctorado, 9,6% bachillerato y el 6,1% solo educación secundaria.
Pasaporte de vuelta manchego
En España, Castilla-La Mancha pretende hacer algo similar. El Consejo de Gobierno en colaboración con la presidencia autonómica ha lanzado el Programa de Retorno de Talento Juvenil, con tres líneas de ayudas económicas enfocadas a los manchegos emigrados: la primera se enfoca a empresas, con ayudas de 10.000 euros, ampliables a 5.000 más para proyectos de I+D+i, para fomentar la contratación de menores de 35 años. La segunda pretende ayudar al emprendimiento de jóvenes, con hasta 6.000 euros y la tercera, el pasaporte de vuelta, unos 3.000 euros para subsanar los gastos del retorno. Para 2017, el presupuesto general es de 335.000 euros.
Desde el inicio de la crisis, la región ha perdido 33.000 jóvenes, según la Consejería de Economía, y en 2013, peor año en cifras de salida, Castilla perdió a 5.197 manchegos con edades comprendidas entre los 16 y 30 años.
Los requisitos para solicitar las ayudas son haber residido o trabajado en el extranjero al menos seis meses en los últimos doce y haber nacido o estar empadronado en Castilla-La Mancha.
El decreto aprobado en el Consejo de Gobierno se publicó el pasado 26 de septiembre y hasta el 15 de diciembre los interesados podrán solicitar su participación a través de una página web, plataforma para facilitar el contacto directo entre las empresas y los jóvenes emigrados.