Los Presupuestos de 2015 ponen a punto la privatización de las infraestructuras
El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, ha asegurado esta semana que los Presupuestos Generales del Estado para 2015 “son los de la consolidación de la recuperación económica” y los del “esfuerzo de devolver a la sociedad lo que ha aportado para hacer posible la recuperación”.
De análisis sobre los dineros del Presupuesto asignados en 2015 al Ministerio de Fomento para invertir en las principales infraestructuras del transporte del país (6.141 millones de euros), a los que se deben sumar los recursos propios adicionales generados por su grupo de compañías (3.609 millones), se deduce más la voluntad de preparar a los distintos sistemas del transporte nacional para el calendario de privatizaciones programadas que ese espíritu de recompensa a la sociedad por sus esfuerzos para salir de la crisis.
Infraestructuras rentables y deficitarias
Aquellas actividades e infraestructuras del transporte, hoy estatales, que generan beneficios (aeropuertos y puertos del Estado) se colocan en la rampa de su privatización. Las inversiones que se movilizan para ellas, tanto en dinero proveniente de los Presupuestos, como de los recursos generados por las propias empresas, están fundamentalmente destinados a mejorar los ratios del balance de las compañías, en especial, su deuda. A la par, se minimizan los gastos destinados a mejorar sus activos alegando que “gracias a la inversiones realizadas” durante los últimos años, ahora hay que “obtener un buen aprovechamiento, incrementando sus niveles de actividad y ocupación”.
Por el contrario, las actividades e infraestructuras deficitarias, especialmente las relacionadas con el ferrocarril, reciben los porcentajes más importantes de la partida presupuestaria. Estas partidas se destinan, en su parte del león, a las nuevas líneas del tren de alta velocidad, con el objetivo de “completar la red del AVE y articular el territorio nacional”. Precisamente sobre los servicios del tren veloz se ha empezado a ensayar modelos para una futura privatización ferroviaria. Es el caso del proyecto de liberalización del Corredor hacia Levante donde se introducirá en 2015 un competidor para la empresa pública Renfe.
AENA-Enaire
A la vista de los datos recogidos de los Presupuestos de 2015, así como de las previsiones de Fomento, cabe preguntarse qué ganará el Estado con la privatización del 49% de la red de aeropuertos prevista para los próximos meses. Máxime, cuando cada nueva valoración del 100% de las acciones de Enaire reduce su precio objetivo. La última filtración la sitúa en algo más de 4.000 millones, incluida la deuda de 11.540 millones.
Según la información presupuestaria, Enaire ganará 489,1 millones este año y 629,1 millones en 2015. Su facturación pasará de 3.687 millones a 3.774 millones. Contando con sus solos recursos y sin recibir un euro del Presupuesto prevé reducir su deuda en 554 millones durante los próximos doce meses y en 2.285 millones hasta 2017. Ese año se situará en 8.780 millones.
La perspectiva de su inminente privatización parcial obliga a Enaire a prever “el reparto entre los accionistas del 49% del beneficio neto a partir del próximo año”.
Puertos del Estado
Con una facturación superior a 1.000 millones, la sociedad Puertos del Estado ganará 152,3 millones en 2015, un 16,7% más que los 130,5 previstos para 2014. Sus gastos financieros bajan un2 % hasta 57,3 millones y su deuda se sitúa en 3.500 millones. Las inversiones presupuestadas, de 863 millones, se destinarán fundamentalmente a mejorar las conexiones de los puertos con la red ferroviaria de mercancías.
Diversas informaciones sobre los planes de privatización de Puertos del Estado han provocado una batería de preguntas parlamentarias de la oposición y una lacónica contestación del Gobierno: “En estos momentos” no hay nada previsto en ese sentido.
El AVE, Renfe y Adif
Adif Alta Velocidad perderá 281,6 millones en 2015, un 24,7% más que el año que termina. A esta cifra hay que añadir números rojos por 108,3 millones de la organización del gestor para la red ferroviaria convencional. Renfe Operadora, por su parte, encajará pérdidas de 225 millones este año y 190,4 millones en 2015. Los resultados de las dos empresas demuestran que el transporte por ferrocarril en España está lejos de alcanzar la rentabilidad. Por esta razón la política del Gobierno se dirige a liberalizar la explotación de algunas líneas del AVE, pero en ningún caso a privatizar las inversiones en creación de las nuevas líneas que siguen siendo construidas con dinero público.
Así, de los 9.750 millones del presupuesto total de inversiones del Ministerio de Fomento, 6.141 llegan desde los Presupuestos Generales; y de esta segunda partida se dedican 5.199 a ferrocarril, de los que 3.561 están destinados a completar las líneas del AVE en marcha (las conexiones con Galicia y la Cornisa Cantábrica).
Carreteras y radiales
Los presupuestos de Fomento contemplan una inversión de 2.194 millones en carreteras. De ellos, 1.154 millones están destinados a construcción de nuevos tramos y conexiones de la red existente y 935 a su mantenimiento y conservación. Pese a que está en marcha la creación del ‘banco malo’ que asumirá los pasivos de las nueve autopistas radiales en quiebra, en los Presupuestos no se encuentra una partida específica para esta operación.
En septiembre, el Ministerio de Hacienda tuvo buen cuidado de concretar un crédito extraordinario de 461 millones para que el departamento que encabeza Ana Pastor pagara “atrasos” a las concesionarias en ruinas. Así se logrará mantener la promesa de que la nacionalización de las radiales en ruinas no costará un euro de los Presupuestos.