Rajoy esquiva el último escrache de la PAH por la iniciativa legislativa
Un centenar de personas, activistas y miembros de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH), esperaban esta tarde a la entrada del Salón del Automóvil de Barcelona. Enfundados en sus camisetas verdes y escondidos, la mayoría de ellos, tras una pantalla de plasma -de cartón-, los concentrados aguardaban la llegada del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, para quien reservaban el último escrache de su campaña. Pero el jefe del Ejecutivo no ha querido acercarse a quienes le interpelaban.
“Ha sido otra muestra de lo lejos que Rajoy está de la calle; ya lo vimos cuando hizo caso omiso de una ILP con un millón y medio de firmas”, expresaba Ada Colau, la cara más visible de la PAH, a las puertas del Salón, más allá de las cuales la policía no les ha dejado pasar. Con esta protesta, la plataforma da por concluida su campaña de escraches, al considerar que ya no tiene sentido continuar tras la aprobación definitiva el miércoles de la ley sobre desahucios en el Senado. El principal objetivo de estas acciones era interpelar a los diputados que debían votar la norma, pero al final estos no han tenido en cuenta las principales propuestas que contenía la iniciativa legislativa.
“Hoy acabamos la campaña de escraches por la Iniciativa Legislativa Popular”, anunciaba una de las activistas por el megáfono, al término de la concentración. “¿Cómo que se acaba?”, le respondían algunos. A lo que la activista matizaba: “los escraches por la ILP, sí; luego ya vendrán otros”. No en vano recordaba que el PP no ha reconocido ni una de sus demandas de mínimos: la paralización de los desahucios, la dación en pago y el alquiler social.
Rajoy acudía este viernes al Salón del Automóbil de Barcelona para inaugurarlo, junto con el president de la Generalitat, Artur Mas, y decenas de personalidades políticas catalanas, entre las cuales estaban algunos consellers, el alcalde de Barcelona, Xavier Trias, y el ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz.
La concentración ha durado aproximadamente una hora, tiempo durante el cual los concentrados han podido lanzar sus proclamas habituales, desde la clásica “qué pasa, qué pasa, que no tenemos casa”, hasta la más innovadora “Rajoy, gusano, no llegas al verano”. Al término de la acción, los miembros de la PAH se han felicitado porque, según les han comunicado desde el interior de la feria, los gritos se habían podido escuchar desde donde se encontraban las personalidades políticas.