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Rato montó una firma ligada a paraísos fiscales con el empresario que le organizaba sus conferencias

Rodrigo Rato, en Expomanagement 2010, una de las conferencias que le gestionó BCC y por las que cobró cuando presidía Bankia. EFE

Antonio M. Vélez

El poliimputado ex director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), expresidente de Bankia y exvicepresidente económico, Rodrigo Rato, montó una sociedad vinculada a los paraísos fiscales de Islas Vírgenes y Gibraltar con el principal socio de BCC Conferencias, la agencia que gestionaba las conferencias de Rato antes, durante y después de presidir Caja Madrid y Bankia, a razón de 50.000 euros por charla.

La sociedad en cuestión, disuelta el mes pasado, se llamaba Lilac Trading Limited, y el socio de Rato en esa firma era Pedro Díez Martínez, uno de los dos administradores solidarios de BCC Conferencias. Lilac Trading fue inscrita en la Companies House (registro mercantil de Reino Unido) el 29 de noviembre de 2013, poco más de un año después de la imputación de Rato por el caso Bankia. Este tenía el 75% de las acciones (2.250 títulos) y Pedro Díez, el 25% restante (750 acciones).

El informe de la Agencia Tributaria que atribuye a Rato un fraude fiscal de 3,71 millones de euros entre IRPF e Impuesto de Sociedades de 2011 a 2013 y un posible alzamiento de bienes (insolvencia punible) de otros 2,6 millones, al traspasar ficticiamente activos a sus hijos, eleva el patrimonio del exvicepresidente económico y su “entorno” hasta los 26,6 millones, con “la consideración de mínimo”, esto es, sin contar diversas propiedades en el exterior, incluyendo los “posibles activos” de Lilac, entidad británica “posiblemente con vértice final” en Gibraltar, un paraíso fiscal, dice Hacienda.

Lilac Trading ha sido disuelta este mismo año, según publicó Vozpópuli el pasado 15 de abril, un día después de adelantar que el expresidente de Bankia se había acogido a la amnistía fiscal y estaba siendo investigado por el Servicio Ejecutivo de Prevención del Blanqueo de Capitales (Sepblac).

La firma en la que participaban Rato y Pedro Díez se constituyó a través de Finsbury Trust&Corporate Services Limited, una empresa de servicios fiduciarios de Gibraltar que se dedica a la formalización para terceros de sociedades de inversión e inmobiliarias. El secretario del consejo de Lilac Trading era una firma denominada Gateway Management (B.V.I) Limited, afincada en Down Town (Tórtola), capital de las Islas Vírgenes Británicas, otro paraíso fiscal.

“Nos costó dinero”

Preguntado por este asunto, Pedro Díez explica que Lilac Trading, en la que Rato y él participaban “a título personal”, se creó en Londres “para un proyecto que íbamos a desarrollar en Gran Bretaña”, que finalmente no cuajó y del que no aporta más detalles. Se trata de información “confidencial porque hay terceras personas implicadas”. Díez niega todo afán de ocultación desde el punto de vista fiscal: “Si yo quisiera que esa sociedad fuese opaca, no pondría a mi nombre las participaciones. Sería idiota”.

Díez asegura que Lilac no tenía “absolutamente ninguna actividad” y que sus dos socios decidieron disolverla a finales del año pasado. “Encima nos costó dinero”, dice. “Cuando nos felicitamos las navidades, en diciembre del año pasado, quedamos para tomar un café y dijimos: ¿para qué queremos esto si el proyecto no va a prosperar?”. Ese mismo mes, explica, dieron la orden de disolver la sociedad, aunque los trámites no se reflejaron en el registro mercantil británico hasta marzo. La sociedad fue disuelta en abril, coincidiendo con la efímera detención de Rato.

Pedro Díez tiene una larga experiencia en el sector de los medios de comunicación (fue consejero director general de la Cope y consejero delegado de Onda Cero) y es una persona muy cercana al PP, íntimo de Miguel Ángel Rodríguez, secretario de Estado de Comunicación con José María Aznar. Dice que con su “exsocio” Rato le une una relación “no estrecha pero sí personal”.

Díez ayudó a Rato, por ejemplo, a preparar la comparecencia que el expresidente de Bankia realizó en el Congreso de los Diputados en julio de 2012, tres meses después de su abrupta salida de la entidad. El exvicepresidente del Gobierno despachó su última comparecencia en la Cámara Baja “con la conciencia de haber hecho bien las cosas” y aseguró que la gestión de su equipo en Bankia no había tenido “coste alguno para el contribuyente”.

Preguntado por su estrecha vinculación con BCC, y por el hecho de que Rato fuera a la vez su cliente y su socio, Díez desvincula ambas circunstancias y dice que él no está “en el día a día” de la gestión de la sociedad. Esta, dice, la lleva su presidenta, Francisca Buján.

Buján y Díez son pareja sentimental desde hace años y ambos son los dos apoderados solidarios de BCC. “Yo en esa empresa soy socio y ni siquiera tengo la mayoría”, señala Díez, que dice que la compañía tiene cinco socios.

“Una tontería”

Algunas fuentes sostienen que la secretaria personal de Rato, Teresa Arellano, a la que el exvicepresidente económico llegó a nombrar como testaferro de hasta siete sociedades vinculadas a él, llegó a tener su propio despacho en BCC tras la salida de Rato de Bankia, un extremo que los dos administradores de la agencia niegan. “Otra cosa es que se le haya prestado una mesa y un ordenador”, dice Francisca Buján. No obstante, la presidenta de BCC señala que Arellano “a veces ha venido a coordinar alguna cosa del señor Rato”.

Pedro Díez dice que la secretaria de Rato “venía a la sede de BCC a tener las reuniones con nuestra gente de logística para organizar las conferencias”, pero califica de “tontería” que tuviera un despacho permanente en sus oficinas.

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