Las empresas prefieren despedir libremente a optar por los descuentos del contrato de emprendedores
La última reforma laboral contenía una nueva modalidad de contrato con la que el Gobierno quería animar la creación de puestos de trabajo indefinidos: el contrato de emprendedores, para empresas de menos de 50 trabajadores, con un año de prueba sin indemnización y jugosas bonificaciones.
Sin embargo, dos años después los escasos datos que hay muestran que la medida estrella del Gobierno apenas ha tenido repercusión: solo el 41% de los contratos de emprendedores que se han hecho en este tiempo se acogieron a alguna bonificación. Para beneficiarse de estos descuentos en cotizaciones las empresas se tienen que comprometer a mantener el puesto de trabajo durante al menos tres años. Pero la mayoría (casi el 60%) no se acogió a la bonificación: prefieren despedir a conveniencia y no disfrutar de estos beneficios.
Desde febrero de 2012 (cuando se aprobó la reforma laboral) hasta febrero de 2014 se han registrado 173.401 contratos de emprendedores. De ellos, 72.826 se beneficiaron de alguna de las bonificaciones contempladas en la norma, es decir, el 41% del total, según la respuesta del Gobierno a varias preguntas parlamentarias presentadas por el PSOE.
No todas las contrataciones de este tipo pueden acogerse a estos beneficios, solo los contratos que se suscriban con jóvenes o parados de larga duración mayores de 45 años. Pero son precisamente estos dos colectivos los que más contratos de emprendores protagonizan: el 62,6% del total (108.649) se han registrado con jóvenes menores de 30 años o con mayores de 45 años.
Fuentes del Ministerio de Empleo reconocen que muchas empresas prefieren tener la posibilidad de despedir en cualquier momento a acogerse a bonificaciones que les obligan a mantener el empleo. Aseguran, no obstante, que la tasa de supervivencia de este tipo de contratos es similar a la del resto de indefinidos iniciales: el 65% consiguen pasar la barrera del primer año.
Además de las bonificaciones, las empresas que usen este contrato pueden beneficiarse de incentivos fiscales en el caso de que contraten a un trabajador en paro o de que contraten a su primer empleado, y que este sea menor de 30 años. Para ello, la empresa también tiene que comprometerse a mantener el empleo tres años. Sin embargo, solo el 14,5% de todos los contratos de emprendedores se han beneficiado de algún incentivo fiscal. En este caso, los datos solo alcanzan de febrero de 2012 a diciembre de 2013: en ese periodo se realizaron 155.981 contratos, de los que 22.766 comunicaron que se acogían a una deducción fiscal.
UGT ya denunció en febrero, cuando presentó su balance sobre los dos primeros años de reforma laboral, que el 85,6% de estos contratos se registró sin utilizar los incentivos fiscales. Para el sindicato, este hecho es un claro síntoma de que las empresas están primando el periodo de prueba de un año y prefieren no acogerse a los beneficios que ofrece para poder despedir cuando les convenga. “Es un contrato descausalizado y con despido gratis”, dijo entonces el secretario de Acción Sindical de UGT, Toni Ferrer.
Por sectores, la hostelería es uno de los que ha usado de forma más intensiva este contrato, lo que facilita al empresario contratar personal en épocas de mucho trabajo sin tener que pagar luego siquiera la indemnización que acarrea un contrato temporal.
Hace escasos meses, una jueza de Barcelona desacreditó este tipo de contrato porque el periodo de prueba de un año no se ajustaba a la legalidad europea, según sus criterios. El trabajador que había presentado la demanda había sido despedido ocho días antes de finalizar el periodo de prueba.