¿Tiene un coste la jubilación anticipada para el sistema?
La ministra de Empleo, Fátima Báñez compareció este viernes en rueda de prensa en Consejo de Ministros para explicar una de las medidas con mayor alcance social que se han tomado desde el Ejecutivo de Mariano Rajoy: un recorte al sistema de pensiones. Báñez anunció la aprobación de Real Decreto, que se tramitará de urgencia y no por el cauce del proyecto de ley, ante una audiencia muy particular, ya que los periodistas que cubren la información laboral habían sido convocados a la misma hora en el ministerio de Empleo para que los segundos espadas detallaran la norma a la prensa.
Así las cosas, Báñez desgranó una serie de datos que difícilmente podían ser contestados desde las butacas de prensa. El más chocante, el coste que la jubilación anticipada, la primera víctima de esta reforma, tiene para el sistema de pensiones. Según las declaraciones literales de la ministra “hoy las jubilaciones anticipadas y las parciales suponen un coste de 9.000 millones de euros”, por lo que, siempre según estos cálculos con la aplicación de la medida se lograría un ahorro del 50% de este desembolso.
En realidad, en esta cifra anunciada por la ministra se mezclan dos tipos de jubilación muy diferentes: la anticipada, voluntaria o forzosa, y la parcial. Esta última, cuya desaparición estaba en el ánimo de todos los agentes sociales de forma paulatina, sí tiene un coste para el sistema de 2.400 millones de euros.
Sin embargo, el dato de que la jubilación anticipada tiene un coste para el sistema es una novedad dentro del discurso que se ha escuchado desde la Seguridad Social en los años anteriores. Para poder acceder a la jubilación de forma adelantada se tiene que pagar el peaje de una elevada penalización, un coeficiente reductor que se ha diseñado especialmente para neutralizar el impacto en el sistema.
Así, en algunos casos, el acceso anticipado a la pensión puede suponer perder más de un tercio de la pensión final a la que se hubiera tenido derecho a cotizar de haber permanecido en el sistema. A cambio, la Seguridad Social, deja de percibir un reducido número de años los ingresos por cotización de ese salario (un máximo de cuatro si la jubilación se produce como pronto a los 61), y abona durante cuatro años más una pensión, pero muy reducida, lo que a la larga compensa el desfase.
Un trabajador que tuviera un sueldo bruto de 2000 euros brutos (con catorce pagas) y que se jubilara de forma ordinaria a los 65 años, es decir, con el 100% de la pensión, recibiriá a lo largo de 20 años de vida 560.000 euros de la Seguridad Social. Si con el mismo salario, el trabajador hubiera decidido jubilarse (con la normativa anterior), con 61 años, recibiría en 20 años de vida 470.000 euros (incluidos estos cuatro años extra de pensión). La explicación es que su nómina apenas alcanzaría los 1.400 euros mensuales.
A cambio, la Seguridad Social habría dejado de ingresar su cotización durante cuatro años, que sería el equivalente a unos 32.000 euros, eso teniendo en cuenta el actual cambio de legislación por el que se ha obligado a los mayores de 61 a que coticen por el 100% de la cuota, (hasta hace poco y para incentivar el empleo en este colectivo estaba bonificada).
Así las cosas, no está claro de dónde procede ese supuesto “coste” que según explicó la titular del ramo ayer generan en este momento la aplicación de la jubilación anticipada. En la presentación, Empleo solo explica que en 2012 accedieron al sistema 127.358 pensionistas de forma anticipada, con una pensión media un 16% superior a la del sistema. Además, desde 2007, Empleo asegura que ha aumentado en un 33% el acceso anticipado a la jubilación. El coste puede ser la nómina de estos nuevos jubilados, que como se ve en las cifras anteriores, con los años terminan convirtiéndose en ahorro.
Cabe resaltar que la pensión media sube cada año de forma natural como efecto de las mayores bases de cotización de los nuevos pensionistas, que son mucho más elevadas que las que accedían anteriormente. A este efecto, hay que sumar el de que las jubilaciones anticipadas se usan con frecuencia en el sector industrial o el de la banca, donde las bases de cotización también son superiores de forma natural a la media del sistema. Por último, que cada año se generan más número de pensiones por efecto del envejecimiento de la población, algo que también afecta al número de jubilaciones anticipadas totales, como parte de ese mayor volumen de jubilaciones.
