Cuatro ejecutivos de Twitter abandonan la compañía
Twitter no pasa por su mejor momento y una muestra de ello es que dentro de las turbulencias cuatro altos ejecutivos acaban de dejar la compañía. oncretamente los nombres que han dejado la empresa son Alex Roetter, responsable de Ingeniería; Kevin Weil, de producto, Katie Stanton, de medios, y Skip Schipper, de recursos humanos. ¿Se van o los echan? Tras los rumores desatados ayer sobre la marcha de estos directivo, Jack Dorsey el jefe de Twitter colgó en la propia red social un comunicado donde reiteraba que se iban porque querían.
Sin embargo, algunas voces han recordado que tras estas salidas, en la junta ejecutiva solo quedan cuatro de los 13 miembros que sacaron Twitter a Bolsaque formaban parte del equipo del anterior consejero delegado Dick Costolo. En su tuit, el actual líder de la empresa asegura que su intención era dar a conocer estos hechos hoy pero que los rumores y que los propios afectados lo hicieran público antes de tiempo aceleró la información.
Este anuncio llega después de que la sesión bursátil del miércoles pasado estuviera marcada por los fuertes rumores de compra sobre Twitter, que desataron importantes subidas en el valor de sus acciones tras marcar en la jornada anterior su mínimo histórico. La caída del servicio a nivel global durante varias horas colmó la paciencia de los inversores, que cada vez confían menos en la compañía. Pero una noticia de la cadena americana CNBC cambió todo, al informar el miércoles de que News Corporation, el conglomerado informativo propiedad del magnate australiano Rupert Murdoch, tenía la intención de comprar Twitter.
El gigante tecnológico asiste a un estancamiento en el número de nuevos usuarios, que ha pasado de crecer en 18 millones de un trimestre a otro a finales de 2012 a los 3 millones de personas recién aterrizadas en la plataforma del segundo al tercer trimestre de 2015. El total de 307 millones de usuarios de Twitter se quedan cortos ante los 1.400 millones de Facebook e incluso se ven superados por aplicaciones más jóvenes (tanto en antigüedad como en edad media de los usuarios) como Instagram y Snapchat, que además crecen a un ritmo mucho mayor. Otro de los problemas que vive la compañía es la monetización de su negocio para mejorar la rentabilidad de la empresa.
