Las dudas sobre las emisiones de CO2 de Volkswagen cuestionan de nuevo las ayudas públicas a la compra de coches
La crisis del fraude de Volkswagen ha entrado en una segunda espiral aún más tenebrosa. El gigante automovilístico ha hecho saltar otra vez las alarmas tras revelar que 800.000 vehículos más podrían tener irregularidades, relacoinadas este caso con el dióxido de carbono (CO₂). Si ha habido manipulación también con estas emisiones se cuestionaría directamente la concesión de ayudas para la compra de vehículos a través del Plan PIVE impulsado por el Ministerio de Industria. Hasta ahora, la manipulación afectaba a las emisiones de óxido de nitrógeno (Nox), con las que no existe vinculación con las ayudas públicas.
Precisamente, hace unas semanas José Manuel Soria, Ministro de Industria, Energía y Turismo, adelantó la intención del Gobierno de reclamar a Volkswagen 1.000 euros por cada vehículo trucado debido al Plan PIVE. Más tarde se tuvo que desdecir pero ahora el capítulo de las subvenciones vuelve a saltar al primer plano. Cabe destacar que las emisiones de CO₂ tienen más relación con los motores de gasolina que con los diésel, los principales afectados por el escándalo hasta ahora.
Según Bloomberg, los modelos afectados serían Polo, Golf y Passat, los Audi A1 y A3, el Skoda Octavia, y los Seat Ibiza y León. Lo que no está claro es si el fallo en la cantidad de emisiones procedería de una manipulación deliberada como en el caso del NOX, que implicó introducir un software en el motor. Esta discrepancia se descubrió en el curso de la investigación sobre las emisiones del gasoil.
La compañía alemana ha mostrado su “profunda preocupación” por una crisis que sumaría un coste de 2.000 millones de euros extra según Reuters. Recientemente, la empresa ha asegurado que tendría unas pérdidas de 6.700 millones de euros. Esta nueva vuelta hace sospechar que la factura va a seguir disparándose y la compañía perdía en bolsa alrededor de un 8%. En la sede de Alemania la tensión es máxima según los medios alemanes.