El banco malo pagará a las entidades rescatadas por seguir gestionando sus activos basura
El banco malo hizo hoy su particular puesta de largo con la presentación en sociedad de su presidenta, Belén Romana. Romana, que tendrá a su cargo la gestión de hasta 55.000 millones de euros en activos tóxicos, esto es, los ligados al sector inmobiliario en los bancos con problemas, intentó desvincular a la sociedad (conocida por el acrónimo de Sareb) de sus principales estigmas.
Así, durante su presentación Romana reiteró de forma insistente que Sareb ni es “un banco”, ni es “malo”, ni es “público” ni recibe “beneficios fiscales”, ni va a hundir el mercado inmobiliario inundando el sector de pisos a precios baratísimos y que además ha recibido un “enorme interés” por parte de los inversores extranjeros que quieren participar (por ahora solo dos bancos extranjeros han entrado formalmente en la entidad).
La mayor parte de estas negaciones son cuestionables, o relativas, salvo la de que el banco malo no es un banco por que, efectivamente, la sociedad no tiene ficha bancaria. En cualquier caso, la ejecutiva trató de adelantar algunos pormenores a la prensa con mayor o menor éxito. Así, pese a hacer un alegato sobre la transparencia en la gestión de la entidad, se negó a facilitar datos como las restricciones que tiene impuestas al reparto de dividendos de la sociedad o la comisión que va a abonar a las entidades financieras por seguir gestionando estos activos tóxicos.
Y, es que, como ya adelantó eldiario.es, se da la paradoja de que los activos tóxicos saldrán del balance de las entidades rescatadas, en un primer momento, solo en el papel. Así, Bankia, Caixa Catalunya, Novacaixagalicia y Banco de Valencia, le pasarán a 31 de diciembre los activos tóxicos para sacar esta 'basura' crediticia o pisos adjudicados de sus balances. Sin embargo, seguirá siendo el personal de estas entidades el que gestionará estos activos, a la espera de que Sareb conforme su propia plantilla.
Por este trabajo, el banco malo pagará una “contraprestación económica” en forma de “comisión” a los bancos rescatados. Es decir, que estos bancos se liberarán de sus créditos impagados gracias a la creación de esta sociedad promovida públicamente y, además, serán remunerados por hacer el trabajo que hacían hasta ahora.
Romana no quiso desvelar a cuánto ascenderá esta comisión por que, dijo, es un contrato entre dos partes privadas. La directiva solo adelantó que esta remuneración se haría en función de “la calidad del servicio” prestado y que además estaría acompañada por facillidades de financiación. Es decir, que una promoción ahora obre en poder de Bankia (por un embargo, por ejemplo), pasará al banco malo pero seguirá siendo gestionando por el mismo departamento será también la propia Bankia la que ofrezca el crédito para su compra.
Una vez que estos bancos se hayan liberado de estos activos tóxicos recibirán los fondos del rescate financiero que ya han sido liberados por Bruselas.
La directiva descartó que se pudieran utilizar los pisos del banco malo con fines sociales ya que el valor neto mínimo de estos activos será de 100.000 euros. Un precio que, en su opinión, no corresponde al que se debería utilizar para estas actividades, como el realojo de familias desahuciadas.
Romana presentó además a los miembros que la acompañarán en la dirección de la entidad, donde hay consejeros tan añejos como Rodolfo Martín Villa, el que fue ministro con Carlos Arias Navarro y Adolfo Suárez. La presidenta del banco malo explicó que la cúpula directiva tendrá topados sus sueldos por el decreto que reguló las remuneracoines en la banca que había recibico apoyo público. Así, Romana recibirá 500.000 euros, y el sueldo del resto del consejo también tendrá este tope aunque la horquilla salarial puede arrancar en 100.000 euros.
La presidenta aseguró una y otra vez que la sociedad intentaría “maximizar” la gestión de estos activos, poniéndolos en el mercado en el momento adecuado de forma que se lograra obtener un valor mayor. Intentó tranquilizar a los que opinan que el banco malo puede hundir aún más el mercado inmobiliario al fijar precios de ganga en algunos activos. Solo un tercio de los activos del Sareb es ladrillo puro y duro, como pisos adjudicados en subastas o promociones inmobiliarias. El resto son créditos ligados al sector inmobiliario.
La sociedad tiene quince años de vida por lo que su gestora cree que podrán entrar en otras fases, se entiende que alcistas, del mercado inmobiliario. La ejecutiva aseguró que la intención de la entidad no es “tirar” los precios para vender sus activos.