La inversión en AVE se dispara y prevé alcanzar diez provincias más en 2016
Para el Gobierno del PP la recuperación económica tiene forma de tren de alta velocidad: el powerpoint con el que la ministra de Fomento Ana Pastor presentó este martes los Presupuestos Generales de 2016 dice que su ministerio “apuesta por la eficiencia y la sostenibilidad de las inversiones en infraestructuras de obra pública”. Pero la eficiencia y la sostenibilidad están más que en entredicho: las pérdidas del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) se disparan en los PGE al conectar por AVE otras 10 provincias más de la geografía nacional, consolidando a España (4.000 kilómetros) como la segunda red de alta velocidad más larga del mundo solo por detrás de la imbatible China. Con las elecciones generales a la vuelta de la esquina.
En el Proyecto de Presentación de los PGE por parte de Fomento se incluyen varias obras más, pero las que se prevén terminar “a corto plazo” –según fuentes del ministerio consultadas ayer- son las que conciernen a las diez provincias, además de una extensión del AVE gallego. Para empezar, está el AVE a Zamora incluido en el Corredor Noroeste, en concreto en el tramo Olmedo-Lubián-Ourense-Vigo (1.077 millones); y sin salir de Castilla y León, se prevé que el AVE llegue a Palencia, León y (aunque no es castellano-leonesa) el Principado de Asturias, gracias a las obras que concluirán inminentemente en la Variante de Pajares (466 millones entre llevar el tren a la capital leonesa y la apertura del interminable túnel de Pajares). Asturias habrá de conformarse con la variante, y el resto se cubrirá por vía convencional.
Castilla y León, tierra de paso, no termina ahí: la conexión Valladolid-Burgos también llegará próximamente, y la actuación de Fomento –que incluye la alta velocidad hasta Vitoria, que no abrirá por el momento- asciende a 260 millones. El esfuerzo inversor en estas capitales de provincia castellanas, donde los núcleos de población no rebasan nunca los 200.000 habitantes, son en parte causantes de las pérdidas de 333,8 millones en Adif, un 22% más que en 2015 según los Presupuestos.
Los proyectos no vienen desglosados y por eso es difícil determinar la cuantía en algunos de ellos. Es el caso de la llegada del AVE a Castellón vía Valencia, que se enmarca dentro del “Corredor Mediterráneo”. O la llegada del AVE a Murcia vía Alicante, dentro del mismo capítulo. El tren rápido conectará ambas capitales este año, pero no se sabe cuánto destinará Fomento a cada trayecto porque las obras en el tramo Barcelona-Tarragona-Castellón-Valencia-Alicante-Murcia saldrán por algo más de 800 millones.
El AVE también alcanzará Granada por Antequera (Bobadilla-Antequera, 260 millones). En Antequera precisamente existe una estación de alta velocidad colosal. Portavoces de Adif confirman que ese tipo de estaciones punteras y muy costosas ya no tienen sentido, y que su tijeretazo posibilitará que la legislatura que vence pueda contar con mil kilómetros más. También se han abaratado técnicas: se usará más la técnica del “tercer carril”, que permite a trenes convencionales circular por la misma vía que los AVE.
Concluirán asimismo las obras Sevilla-Cádiz (28 millones), avanzarán las del AVE Sevilla-Huelva (83 millones, aunque este tramo tardará más en abrir) y se dará un impulso esencial a la conexión con la frontera portuguesa: el AVE aún no llegará a Badajoz pero sí a la provincia homónima en su ruta hacia Lisboa (Portugal ha rechazado construir un tren similar en su territorio). Las obras de Madrid-Extremadura-Frontera Portuguesa emplearán 208 millones de acuerdo con los PGE de 2016.
Mientras el fuerte ritmo inversor en alta velocidad se mantiene con relación a 2016 (3.687 millones frente a 3.626 en 2015), el gran afectado parece ser el tren convencional: la partida de inversión cae un modesto 0,5%, yendo la mayor parte del dinero (805 millones) al mantenimiento y seguridad. Se instalará el sistema ERTMS en toda la red de AVE. Un sistema que habría evitado el trágico accidente de Angrois hace dos años.