Las pymes tienen el doble de hombres directivos que de mujeres
Mandar es cosa de hombres en empresas de cualquier tamaño. Los últimos datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) del Instituto Nacional de Estadística arrojan detalles de la composición del mercado laboral que constatan que queda mucho camino por recorrer en el ámbito laboral. La mayoría de trabajadores tiene jefe, pero no subordinados. Sin embargo, la diferencia entre sexos es patente en todas las categorías profesionales: a más responsabilidad, más presencia masculina y menos femenina. El 76,5% de las mujeres son empleadas, frente al 62% de los hombres. En los mandos intermedios, están en el 6,9% de los trabajadores y el 5,3% de las trabajadoras.
La brecha es aún mayor en los puestos de dirección de las pequeñas empresas: el 8,1% de los hombres son directores, mientras que solo lo son el 4,3% de las mujeres. El 1,1% de los hombres ocupados son directores en los puestos de dirección de grandes o medianas empresas, frente al 0,4% de las mujeres ocupadas.
Además, el informe del INE también pone el enfoque en que las labores de cuidado son uno de los motivos que llevan a muchas personas a aceptar un empleo a tiempo parcial. La submuestra del INE arroja dos matices significativos al respecto: que la inmensa mayoría de quien lo hace son mujeres y que más de la mitad lo hacen porque no tienen otra alternativa. De las 283.200 personas que trabajan con jornada parcial para poder cuidar a dependientes, el 97% son mujeres. El 55,7% declararon que o bien no hay servicios adecuados para la atención de estas personas o bien no pueden pagarlos.
El número, no obstante, es inferior al del año anterior: si en 2014 fueron 283.200 personas, en 2013 fueron 322.100, un 12% más. Al comenzar la crisis, el número de personas con contratos a jornada parcial por este motivo era también mayor, de 367.300. Hay que tener en cuenta, sin embargo, que entonces había tres millones de ocupados más que ahora.
Ofertas de empleo
Al Servicio Público de Empleo se le suele achacar su escasa capacidad para intermediar ofertas de trabajo. Los datos de la EPA constatan que solo el 2% de los asalariados (281.000 personas) encontraron su puesto gracias a la intermediación de una oficina de empleo pública. Es un porcentaje idéntico al de 2013.
Sin embargo, el 2,8% de los trabajadores consiguió su empleo a través de una de una empresa de trabajo temporal (ETT), es decir, unas 391.900 personas.
La EPA muestra también de qué forma llegan las personas al desempleo. La mayoría de los parados de 2014 (5.090.600 de los 5.610.400 que hubo de media) habían trabajado antes. El principal motivo para encontrarse parados había sido la finalización de su contrato, que afectó al 47,6% de los parados. Este porcentaje era de 49,1% en 2013. El despido o la supresión del puesto afectó al 17% de los parados con experiencia laboral, frente al 20,1% de 2013.
El grupo que ha crecido es el de parados que están sin empleo desde hace tres años o más: este grupo creció un 9,5% y son ya 1.397.000 personas, lo que supone el 27,4% de todas las personas desempleadas que han trabajado anteriormente, 4,3 puntos más que en 2013.