Un tercio de los españoles son pobres y 3,3 millones están ya en situación extrema
Con datos de 2014, las personas en riesgo de pobreza y exclusión en España sufrieron un significativo incremento. En un solo año, casi 800.000 personas pasaron a engrosar este colectivo hasta alcanzar la cifra récord de 13,6 millones de personas en España en peligro de caer en la trampa de la pobreza. Esto supone que casi una de cada tres personas que habitan en el país tenía en el pasado ejercicio una situación precaria. Cabe recordar que en 2014 la economía ya creció en términos estadísticos un 1,4% y se salió oficialmente de la recesión.
La Red Europea de Lucha Contra la Pobreza (EAPN) ha elaborado un exhaustivo estudio que llega a estas conclusiones. La metodología para hacer este informe es el indicador Arope (At Risk of Poverty) que fusiona tres indicadores para medir tanto a la gente en riesgo de pobreza como en exclusión. Como recuerdan los autores, una persona puede ser pobre y no estar en riesgo de exclusión y viceversa, así que con este indicador se recoge de forma transversal a este colectivo. El estudio concluye además que es la pobreza más dura, la que sitúa en riesgo de exclusión por carencias materiales severas, la que ha subido en el útimo año de forma más acusado lo que se traduce en que las condiciones de vida reales de las personas han empeorado con fuerza. Según los expertos, 3,3 millones de personas se encuentran en este grupo.
Para conseguirlo se utiliza la tasa de pobreza relativa que fija un umbral para la pobreza. Este umbral de la pobreza se fija tomando como límite una renta inferior al 60% de la mediana de la renta nacoinal. Para 2014, la mediana de la renta en España se fijó en 13.268 euros y el umbral de pobreza se fijó en 7.961 euros. Esto significa que los hogares que cuentan con menos de 663,4 euros al mes se consideran en riesgo de exclusión.
El estudio también analiza al colectivo de población con privación material severa (PMS), esto es, las personas que no se pueden permitir al menos cuatro consumos básicos que se estipulan a nivel europeo como poder tener una lavadora, una televisión en color o teléfono o tener una semana de vacaciones al año. El tercer indicador es el de población con baja intensidad de trabajo por hogar que recoge el número de meses trabajados por todos los miembros del hogar y los que podrían haber trabajado. El indicador Arope agrupa a las personas que cumplen uno o más de los tres criterios (tener ingresos por debajo del umbral de la pobreza, sufrir privación material severa o vivir en un hogar de baja intesidad del empleo) y se expresa en un porcentaje sobre el total de la población.
El salto en el indicador obedece, según el informe, al fuerte incremento observado en las tasas de pobreza y de privación material severa. En los años del inicio de la crisis, las razones del crecimiento del indicador obedecían al incremento de hogares con baja intensidad en el empleo, porque la tasa de pobreza se ha mantenido constante y la Privación Material Several eran bajos, pero ahora esta tendencia se ha dado la vuelta. El componente que más pesa en el indicador es el de tasa de pobreza (un 75%) pero el informe destaca la fuerza con la que sube el indicador de pobreza material severa.
Un 11% no puede calentar su casa
Así, un 11% de los españoles no pueden calentar su casa, uno de los elementos que más ha empeorado y casi un 12% no puede afrontar pagos de la vivienda. Ligeramente mejoran los hogares que pueden comer carne, pollo o pescado cada dos días pero siguen suponiendo el 3,3%. Según el estudio, a mayor edad menos privación material severa y el grupo más afectado es el de los menores de 16 años: casi un 10% vive en hogares en situación de pobreza extrema.
Por composición de los hogares, los monoparentales son los que más riesgo tienen de estar en riesgo de exclusión, com la mitad en esta situación. En general, los hogares con niños son los que más han empeorado su situación desde 2009 y hasta un 35% de los menores están ya en España en riesgo de pobreza o exclusión.
El número de trabajadores pobres sigue en aumento ya que en 2013 suponía un 11,7% y en 2014 son ya un 14,2% de la población. Los expertos ven una correlación con el aumento de los empleos en jornada parcial y advierten de que cada vez más el hecho de tener un empleo no significa salir de la pobreza.
Cabe recordar que el descenso medio en los ingresos de los hogare españoles han tenido un particular efecto en la composición de las personas que se consideran pobres. El umbral de la pobreza ha bajado con fuerza (en el mejor momento llegó a estar situado en 915 euros por hogar), lo cual ha sacado a miles de pensionistas, especialmente viudas, de este segmento de riesgo de pobreza. Como resultado, el sesgo de género y de edad de este indicador también ha variado, con una especial reducción en los mayores de 65 años y muy elevado para los menores de 29.
Por comunidades autónomas, Ceuta y Murcia son las regiones que lideran la concentración de la pobreza y riesgo de exclusión. En el caso de Murcia alcanza al 45% de la población. Andalucía les sigue de cerca con un 42,3% de sus habitantes en este colectivo y Extremadura y Canarias bordean el 40%. Por contra, Navarra, País Vasco y Madrid son los que tienen un mejor desempeño. Por evolución, y pese a que algunos siguen liderando el ránking, Canarias, Baleares y Madrid son las que han logrado reducir mejor estos porcentajes.
Los componentes desagregados del indicador muestran que un 22,2% de los españoles componen la tasa de pobreza, algo más de 10 millones de personas. De estos, casi la mitad son son pobres con empleo (no tienen privación material severa ni viven en hogares de baja intensidd de empleo) lo que equivale a un 11,8% de la población; un 6% de los residentse en España no sufren privación material severa pero sí están en los otros dos grupos que indican riesgo de pobreza; un 2,1% que sufren pobreza material severa pero tienen trabajo (el grupo que más ha subido) por último la situación más grave, los que caen dentro de los tres grupos y que suponen el 2,3% de la población.