Los tecnócratas del FMI se achantan al explicar sus reformas en España
Bajar más los salarios, acabar con la prórroga automática de los convenios, eliminar la actualización de los salarios con el IPC o armonizar el coste de los despidos entre indefinidos y temporales. Eran algunas de las recomendaciones que el FMI hizo en un informe publicado el martes pasado y que sus técnicos han renunciado el jueves a defender en España. Dos economistas principales del departamento de Europa del FMI, Martin Schindler y Jasmin Rahmen, y dos asesores de ese departamento, Helge Berger y Antonio Spilimbergo, han estado en Madrid para presentar “Empleo y Crecimiento: Respaldando la recuperación europea”. Sin embargo, han preferido no comentar las recomendaciones específicas que el informe incluye para España.
Ante las preguntas de los periodistas, Antonio Spilimbergo ha insistido en que la ponencia de hoy se refería al informe en general, y no a las particularidades españolas, de las que ha preferido no hablar. Spilimbergo es precisamente uno de los autores del capítulo que habla sobre cambios en el mercado laboral y que señala a España las tareas que debería hacer para reducir su paro. El economista sí ha dicho que es aconsejable que las reformas laborales no sean impuestas, sino negociadas, algo que contradice al propio informe: en él, el FMI afirma que si las reformas no progresan con la suficiente rapidez, los políticos deben “preparar planes de contingencia” para, por ejemplo, cambiar el sistema de negociación colectiva.
Spilimbergo ha mencionado también algo en lo que insiste el capítulo que firma junto a otros economistas, que los salarios no bajaron al comienzo de la crisis para adaptarse a las circunstancias de la economía. Aún hoy, no se han reducido lo suficiente, sostiene el FMI.
También ha tenido unas breves palabras para la reforma laboral aprobada en 2012: “Va en la buena dirección”. En el informe, el organismo considera que la reforma “promete una importante mejora en el funcionamiento del mercado de trabajo” reduciendo la dualidad (diferencia entre temporales e indefinidos), la rigidez salarial, y la “inflexibilidad” interna de las empresas.
El organismo internacional critica que la validez de reformas anteriores fue cuestionada, en parte, “por interpretaciones judiciales restrictivas”. También han insistido en que “las soluciones parciales” no solo han conseguido reducir el desempleo, sino todo lo contrario. “Muchas eran parches que se limitaban buscar soluciones para un problema, pero que no tenían en cuenta la radiografía completa del mercado”, ha dicho Spilimbergo.
Los cuatro miembros del FMI inician así una ronda de presentaciones de su informe por varios países europeos, algo inusual hasta ahora. Tan inusual como dar una rueda de prensa para presentar unas recomendaciones y preferir no entrar en detalles ante los periodistas locales.