CES 2017: del Nissan con tecnología de la NASA al Honda que trabaja cuando tú duermes
De un tiempo a esta parte, la Feria de Eléctrónica de Consumo (CES por sus siglas en inglés), que se celebra cada mes de enero en Las Vegas, se ha convertido en el escenario preferido de las marcas de coches para dar a conocer sus propuestas más arriesgadas entre un maremagnum de nuevos móviles, televisores y consolas.
Dos fabricantes japoneses, Honda y Nissan, han coincidido en presentar, en la edición recién clausurada del CES 2017, sus rompedoras visiones de lo que hoy parece desvelar a todo el mundo –la movilidad del futuro–, un no va más en tecnología que se diría inspirado en las cercanas voces de los crupieres del Bellagio o el Mandalay.
Veamos. Lo que Honda ha llevado a Las Vegas se denomina nada menos que Ecosistema de Movilidad Cooperativa, concepto que aúna inteligencia artificial, robótica y big data para transformar la experiencia de movilidad. La marca imagina un futuro en el que los vehículos se comunicarán entre sí y con las infraestructuras con el fin de reducir los atascos y eliminar los accidentes.
La propuesta incluye un concept car, el NeuV (New Electric Urban Vehicle), diseñado sobre la base estadística de que todo coche se pasa el 96% del tiempo sin usarse, aparcado. El NeuV es un vehículo autónomo y compartido, pero esto último no en el sentido habitual: transporta a terceras personas cuando el propietario no lo está usando.
De todos modos, cuando está parado, es capaz de generar y vender energía a la red eléctrica “en momentos de alta demanda”, precisa Honda. No hace falta guiñar el ojo para darse cuenta de que aquí avista la compañía un nuevo modelo de negocio a sumar al del trabajo intensivo del cochecillo.
La apuesta de Nissan no explora la faceta pecuniaria del coche autónomo sino básicamente su seguridad, y fue el mismísimo Carlos Ghosn, presidente de esta marca, de Renault y desde hace poco también de Mitsubishi, quien se personó en Las Vegas para hablar de su proyecto de movilidad con 0 emisiones y 0 accidentes. Es lo que persigue el sistema SAM (Seamless Autonomous Mobility) de adiestramiento en la toma de decisiones por parte de los vehículos autónomos de la marca.
El objetivo de esta tecnología es garantizar la circulación segura de millones de estos coches –cuando los haya– no solo en condiciones ideales sino también y sobre todo cuando surgen imprevistos. Para ello Nissan ha recurrido al software que utiliza la NASA para manejar sus robots precisamente en el momento en que las cosas se tuercen.
La buena noticia para los recursos humanos reside en que SAM contempla que sean personas especializadas en gestionar la movilidad quienes enseñen a los coches autónomos en tiempo real cómo desenvolverse en esas circunstancias, y que luego éstos aprendan unos de otros mediante la tecnología car-to-car o acudan a la experiencia acumulada en la nube.
Ya que en el futuro no conduciremos, al menos unos pocos se dedicarán a guiar a los vehículos sin conductor. Como volver a jugar a los coches teledirigidos.