Skoda Kodiaq, el arte de generar expectación
Hace una década larga, los responsables de marketing de Audi se las arreglaron para lograr que periodistas y público esperaran la llegada del Q7 como si se tratara del santo advenimiento. Algunos titulares recibieron al SUV grande de Audi proclamándolo El deseado, y la expectación se tradujo en unas cifras de ventas de lo más abultado.
Ha llovido mucho desde entonces y la oferta de modelos todocamino, de todos los tamaños, se ha multiplicado ene veces, pero dentro del Grupo Volkswagen-Audi se han propuesto reproducir aquella historia de éxito, ahora con un modelo de Skoda, el Kodiaq. Y con los medios de hoy, claro.
Primero se les ocurrió que sería divertido y oportuno –por aquello de la fuerza– inspirarse en un oso, de modo que pusieron la vista en uno que habita en la isla de Kodiak, en Alaska. Cuando la decisión sobre el nombre estuvo tomada (lo llamaron Kodiaq, con q) fueron a aquel paraje gélido a rodar un cortometraje que colgaron en su web. La fe en lo que se hace, sobre todo si tiene el respaldo del talonario, hace milagros.
Después vino la escalada de imágenes parciales –aquí un faro, allá una aleta–, teasers y fotos espía de un coche que, para decirlo todo, llega tarde con respecto a gran parte de su competencia. No importa. La cuestión es conseguir que el interés no decaiga.
El 1 de septiembre llegaba la première mundial del Kodiaq en un acto multitudinario celebrado en Berlín al que estaban invitados 600 periodistas de todo el mundo, un buen número de ellos chinos, naturalmente. Entonces fue posible ver por primera vez sin lonas ni camuflajes las líneas del Kodiaq y tocar sus interiores, escrupulosamente situados en cuanto a calidad entre los modelos Octavia y Superb de la marca checa.
El Salón del Automóvil de París, abierto hasta el próximo 16 de octubre, era la ocasión señalada para dar a conocer el coche al gran público. Antes de eso, los hombres del marketing exprimieron un poco más la pieza colgando un breve vídeo en el que invitaban a escuchar el rugido del oso Kodiaq; el de su motor, vaya. La presentación oficial, con los máximos responsables de Skoda presentes, fue retransmitida en directo por Internet.
A partir de ahora se pone en marcha el tradicional calendario de presentaciones internacionales, en las que los periodistas tienen ya ocasión de conducir el vehículo, y las nacionales, que suelen tener lugar en fechas próximas a la comercialización y al anuncio de los precios.
Las primeras unidades del Kodiaq llegarán a manos de sus propietarios entre enero y febrero de 2017. Ahora solo queda esperar que no le pase al modelo de Skoda lo que a su gemelo de Seat, el Ateca, con el que comparte plataforma y planta de fabricación (Kvasiny, en la República Checa).
La versión más demandada del Ateca, equipada con motor 2.0 TDI de 150 caballos y tracción a las ruedas delanteras, ha tenido que cesar en su producción de forma temporal para incorporar un sistema de catalización selectiva SCR que reduce las emisiones de óxidos de nitrógeno (NOx).
Según fuentes del Grupo VW-Audi, el Kodiaq con esa misma configuración llevará desde el inicio válvula SCR, lo que evitaría los inconvenientes que han sufrido los clientes del Ateca.