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Ibarra plantea que si fuera necesario el PSOE debería formar gobierno con el PP contra el independentismo

Ibarra

El planteamiento de gobierno PP-PSOE Rodríguez Ibarra lo realiza en el artículo 'Si fuera necesario, habría que hacerlo', publicado en su blog, en el que ha considerado que con la situación actual que se vive en Catalunya, “la democracia vuelve a ser atacada”, por lo que ha tachado de “deslealtad” que “el interés de quienes la defienden no se manifieste clara y nítidamente”.

Por este motivo, Rodríguez Ibarra ha pedido al PSOE que “haga saber a los independentistas” que “si fuese necesario” que los socialistas formaran gobierno “con el PP y con quienes estén dispuestos a fortalecer la democracia, no tendríamos el más mínimo complejo para hacerlo”.

Única afinidad

“No tengo la sensación de que entre la CUP, Esquerra Republicana de Catalunya y Partido Demócrata Europeo Catalán existan muchos puntos en común”, señala el exdirigente socialista extremeño en este artículo, en que explica que la CUP “reclama un republicanismo anticapitalista y defiende la salida de la OTAN y de la UE si Cataluña consigue la independencia”, y es considerada “como de extrema izquierda o como izquierda radical”.

Sin embargo, Esquerra Republicana “se dice de izquierdas y socialista, y defiende la república y el pancatalanismo”, mientras que el PDECat es el heredero de Convergència Democrática de Cataluña, y “se define como demócrata, catalanista, europeísta y humanista”.

Por tanto, “unos dispuestos a salir de la UE y otros asegurando que no saldrán de la UE si triunfa la independencia”, ante lo que Rodríguez Ibarra considera “meridianamente claro que entre ellos no existe más afinidad que aquella por la que los tres se definen como independentistas”.

Esta idea “les ha permitido arrinconar la enorme distancia que existe entre los tres para centrarse en aquello que les une: la independencia de Cataluña”, señala Rodríguez Ibarra, que apunta que los perfiles ideológicos de estos tres partidos “son tan nítidos y diferentes que ninguno de ellos ha tenido complejos a la hora de unir sus fuerzas para tratar de conseguir lo que de verdad les importa”.

En este sentido, señala el expresidente extremeño que esta “unidad” entre los tres “es la que ha posibilitado el discurso de la mayoría”, ya que por separado “no hubieran sido capaces de cometer las barbaridades jurídicas que están cometiendo en nombre de esa supuesta mayoría” y tampoco “podrían aspirar a celebrar ningún tipo de referéndum”.

Tampoco por separado “los ciudadanos catalanes hubieran tenido la sensación de que esa mayoría está siendo atosigada, hostigada y maltratada por el Gobierno español”, señala Ibarra.

Ambigüedad

Y es que, según apunta el exdirigente socialista, “se supone que quienes no figuran en ese bloque están en contra de que Cataluña acceda a la independencia y de que sus propagandistas arrasen el sistema constitucional español”, tras lo que considera que “no se puede afirmar categóricamente que están en contra”, ya que “frente a la unidad de los independentistas se sitúa la ambigüedad calculada o no, la mojigatería y el temor a ser confundidos con los que se sitúan, como ellos, en la orilla contraria a la de la independencia”.

En ese punto, Ibarra ha lamentado que “unos con más claridad y otros con menos, están permitiendo que los españoles sigamos sin saber qué va a pasar el día 1 de octubre”, así como “qué pasará si una victoria del 'Sí' en el remedo de referéndum, el Parlamento catalán proclama dos días después la independencia de ese territorio”.

El día después

Tampoco se sabe en la actualidad “qué entienden los independentistas por referéndum”, por lo que avanza que “se puede dar por seguro que con que metan un trozo de papel en una caja, ya podrán decir que han votado y que ganó el 'Sí'. Y declararán la independencia”.

En este punto, Rodríguez Ibarra ha considerado que los independentistas “saben que la proclama no tendrá ningún efecto ni jurídico ni político”, así como que “al día siguiente los no independentistas harán propuestas en las que se pondrá de manifiesto las diferencias que existen entre ellos”.

Según señala Ibarra, en ese momento unos querrán que “se unan todos contra el Gobierno español para echar a Rajoy de la presidencia”; otros apostarán por negociar al alza lo que en estos momentos recoge el Estatuto de Autonomía de Cataluña; otros querrán que se negocie un nuevo sistema de financiación que “resitúe mejor a Cataluña” y otros que se reforme la Constitución “para encajar bien a quienes se encuentran desencajados”.

“No hay que estar muy al tanto de los juegos internos del independentismo para saber que nada de eso satisfará el ansia independentista del pueblo catalán”, ha considerado Ibarra, quien ha vaticinado que serán los independentistas, “y los que les hacen el juego y el caldo gordo, los que exigirán lo que tengan previsto en su hoja de ruta”, ya que “algo habrá que hacer a partir del día 2”.

Rodríguez Ibarra ha recordado que cuando Ibarretxe expuso su plan en 2005 en el Congreso de los Diputados y “fue derrotado por los votos de los diputados”, éste regresó a Vitoria, disolvió el Parlamento vasco, convocó elecciones que volvió a ganar, e intentó convocar una consulta. Sin embargo, “el Constitucional se lo impidió y él lo aceptó”, y “ahí murió su plan”.

“Ahora, en el plazo de unos días, la democracia vuelve a ser atacada”, ha señalado Ibarra, quien ha considerado “una deslealtad que el interés de quienes la defienden no se manifieste clara y nítidamente”, por lo que ha abogado por pedir al PSOE que “haga saber a los independentistas que si fuese necesario que los socialistas formáramos gobierno con el PP y con quienes estén dispuestos a fortalecer la democracia y pararles los pies a los sediciosos” este partido no tendría “el más mínimo complejo para hacerlo”.

Y es que “no importa el precio a pagar si contribuimos con ello a terminar con este proceso que dura ya demasiado tiempo”, concluye Rodríguez Ibarra en su artículo.

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