El almacén de residuos radiactivos de Almaraz supera la primera prueba para su instalación
Necesitaba el visto bueno del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) y ya lo tiene. El pleno del Consejo ha informado favorablemente a la solicitud de hacer un Almacén Temporal Individualizado (ATI) en la central de Almaraz.
Es un trámite previo a su autorización, al que deben seguir el informe de impacto ambiental del Ministerio de Medio Ambiente y el visto bueno de Industria. Según la legislación nuclear previamente se requería informe preceptivo y vinculante del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN).
Fuentes de la Junta de Extremadura han transmitido a este diario que mantiene su posición de considerar innecesaria la construcción del ATI, motivo que le llevó a emitir un informe desfavorable en el período de exposición pública abierto meses atrás para el proyecto.
Se trata de un argumento que comparten los grupos conservacionistas y ecologistas, que emitieron documentos desfavorables en el mismo sentido. Entiende el Foro Extremeño Antinuclear que las piscinas de la central tienen capacidad para albergar el combustible gastado hasta las puertas de 2020, la fecha en la que finaliza el periodo de vida útil de unas instalaciones que para entonces cumplirán 40 años.
Al igual que pasó con el gobierno socialista de García Page en Castilla-La Mancha, contrario al Almacén Temporal Centralizado (ATC) en Villar de Cañas, se plantea un conflicto de intereses entre el gobierno en funciones de Rajoy y la Junta de Extremadura.
“Seguimos sin tener respuesta a nuestras alegaciones”
La autorización emitida por el Consejo de Seguridad Nuclear tiene consigo asociada seis condiciones según ha transmitido el Consejo, en cuanto a los términos y límites específicos de las fuentes radiológicas y medidas de seguridad contra incendios. También otras medidas de seguridad existentes en Estados Unidos.
El ATI constará, “básicamente, de una losa sísmica de hormigón armado, sobre la que podrán descansar verticalmente, sin anclajes, hasta 20 contenedores cargados con el combustible gastado y dispuestos en dos filas”, según el informe, que reproduce la Agencia Efe.
Francisco Castejón, físico nuclear, doctor en Físicas y miembro de la Comisión de Energía de Ecologistas en Acción, denuncia que no han recibido respuesta a las alegaciones realizadas en contra del proyecto, “e hicimos bastantes”. “Supone un gesto muy poco democrático tirar adelante con un proyecto sin escuchar a la ciudadanía”.
Se refiere Ecologistas en Acción al incumplimiento de acuerdos como el Convenio de Aarhus sobre acceso a la información, participación pública en la toma de decisiones y acceso a la justicia en materia de medio ambiente. Apuntan al caso de Francia, un país eminentemente nuclear, donde ante un proyecto así se abre un debate público en el que todos los agentes pueden opinar en igualdad de condiciones, y donde incluso se hace una encuesta pública, según explican.