Los nutricionistas piden que haya un especialista en empresas de catering y otro en los comedores escolares
Se termina el verano y septiembre da la bienvenida a un nuevo calendario escolar. Esto supone que el ritmo de vida de padres y niños cambian.
En algunos casos, de manera extraordinaria, pues es el comienzo de horarios renovados, actividades extraescolares y las aperturas de los comedores escolares.
En ese sentido, los comedores siempre han tenido un papel muy importante en las programaciones familiares y han supuesto quebraderos de cabeza para los padres por la cadena alimentaria de sus hijos.
Tener a un niño en el comedor bajo la supervisión de un mayor siempre ha tranquilizado a los progenitores, pues estos se aseguran que los más pequeños comerán y tendrán el servicio garantizado.
Pero hay otro problema con el que hay que lidiar. No sólo hay que informarse de si comen. Es muy importante el qué y cómo ingieren los alimentos esos escolares y los nutricionistas ya han puesto la voz de alarma en la sociedad.
Menús variados y equilibrados
La ley de seguridad alimentaria y nutrición señala que los menús de los niños deben ser variados, equilibrados y adaptados a las necesidades de cada grupo de edad y supervisados por profesionales con formación acreditada en Nutrición Humana y Dietética.
En cambio, varios nutricionistas revelan que esa situación no se lleva a cabo en la mayoría de colegios públicos, aunque muchos se las ingenian para poder burlar la le ordenanza.
La vicepresidenta de la Asociación de Dietistas y Nutricionistas de Extremadura (AEXDN), Mónica Pérez, revela que las empresas de catering entran a concurso y estas, a su vez, contratan a un dietista para que elabore los menús, pero “en la práctica hacen luego lo que quieren”.
Pérez reconoce que esta mala praxis empeora en los colegios privados, ya que lo que buscan es “abaratar los precios lo máximo posible” y, en algunos casos, ni contratan la figura del nutricionista.
“Se gestionan los concursos a principio del curso y del verano, pero luego nadie los regula y es una aberración que cada uno haga lo que quiera”, asevera Mónica, a la vez que denuncia que este contexto se agrava en los hospitales porque “tampoco se cumple”.
Suprimir las frituras y postres azucarados
La vicepresidenta de AEXDN advierte que en estos comedores los niños consumen mucha comida barata, fritura y postres azucarados, así “no se quejan los niños y los padres tan contentos”.
Los colegios privados contratan directamente el catering y no siempre hay un dietista encargado de esbozar un menú exacto. “Hay normas que se deben cumplir al realizar el menú, pero el catering también tenderá a ahorrar en gastos”, explica.
Este escenario implican grandes trastornos alimentarios con la consecución de malos hábitos que podría desencadenar en la edad adulta. De la misma manera, el riesgo persiste en la salud, donde la obesidad, la hipertensión o hipercolesterolemia son factores conflictivos.
“La Junta debería velar porque se cumpliera la ley, pero ni siquiera ellos saben que existen los dietistas-nutricionistas como profesional sanitario”, se queja.
Pérez sostiene que es indispensable que al menos haya un nutricionista en cada empresa de catering y otro en cada comedor escolar porque “hay muchas alergias alimentarias y enfermedades”.
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