¿Abriendo Podemos a una alternativa real?
A raíz de la aparición del manifiesto “Abriendo Podemos”, firmado por 20 personas de Podemos (algunas de ellas conocidas y buenas amigas), surge esta reflexión personal desde la perspectiva de militante de otro partido, pero convencido de la necesidad, no de una confluencia clásica entre partidos donde se ponen en juego las relaciones de poder y de resultados electorales, sino de la confluencia de la cooperación política, en el más puro sentido del anarquismo clásico, del apoyo mutuo y la más estrecha colaboración desde la aceptación de las diferencias y las potencialidades de cada uno.
Lo primero que nos llega de este manifiesto es la relevancia del propio título, que comienza a hacerse realidad en el concepto de “remiendo”. Para un verdadero proceso constituyente se precisa la conciencia de que la participación en un proceso electoral para actuar en la práctica como cualquier otro de los partidos al uso, no sirve más que para la pervivencia de un modelo político y económico que si lo consideramos a superar es porque precisa de un consenso constituyente, o sea, del reinicio del modelo con una nueva Constitución.
Poner de relieve los procesos de cooperación y el desborde de las hegemonías partidistas son los siguientes conceptos que dan relevancia a este manifiesto en el contexto político que nos enfoca hacia unas generales que podrían ser mucho más cercanas de lo previsto, por lo que se hace primordial activar la inteligencia colectiva de aquellas personas que estamos dispuestas a participar (en el sentido más absoluto de la palabra) del proceso de transformación de la comunidad donde vivimos y participamos.
Apertura y pluralismo son las herramientas necesarias para que toda organización sea lo suficientemente porosa y sólida como para relacionarse y crecer con otros. Es el paradigma de la cooperación que tan escasa o nulamente se ha utilizado en política con anterioridad y que debe ser la vía necesaria a un nuevo modo de ser en política, abierto y diferente, dispuesto y radical.
Ciertamente no comparto la visión para una organización de la que quisiera participar de “ariete”, pero en este caso, y partiendo de la dualidad de diversidad y participación, considero imprescindible potenciar el “puente” y esa apertura que permita la permeabilidad con otras organizaciones. Perder el miedo al otro, no es solo aplicable a la interculturalidad necesaria, sino a las relaciones políticas que buscan una transformación de la comunidad en un lugar donde el bien común sea el objetivo mancomunado, participado, aceptado por quienes sean agentes de cambio.
Los 5 ejes del manifiesto son una base sólida sobre la que construir desde la participación ciudadana, llámese Ecología Política o como quiera denominarse, pero son las claves básicas para sumar en un proyecto mancomunado a una gran cantidad de agentes sociopolíticos imprescindibles en un proceso constituyente y transformador de la comunidad. El tiempo es poco, la urgencia mucha, pero la visión debe trascender el proceso electoral que resta este año por cumplir; abriendo Podemos, abiertos los demás agentes de transformación, resta un largo trabajo de porosidad, generosidad y longitud de miras que nos permitan un proceso constituyente participado y un nuevo modelo de vida en común.
