Capacitados para subir caminos y veredas: rutas senderistas en joelette a prueba de barreras
Disfrutar de los parques nacionales o los bellos espacios de Extremadura no tiene por qué ser un reto imposible para las personas con movilidad reducida. Ellas también tienen derecho a conocer su su entorno, sumergirse en sus senderos y sus veredas.
Con este propósito Global Nature trabaja desde 2013 en Extremadura en el programa ‘Naturaleza para todos’. Son rutas senderistas en las sillas adaptadas 'joelette' que adentran a personas con discapacidad a espacios recónditos de Monfragüe, para que sienta de cerca los vuelos de las rapaces. También por qué no, una ruta por los bellos berrocales de Trujillo, o por los rincones que regala a los sentidos la ruta de los ingleses de Romangordo.
Comenta Laura García, técnico de Global Nature, que la educación ambiental y el disfrute de nuestros espacios es una herramienta de transformación social. Y sin embargo en muchas ocasiones se deja fuera a personas con discapacidad, “como si ellos no fueran también importantes en la transformación social”. Ser agentes activos y en ello cree firmemente este programa que los acerca a la naturaleza.
El programa apuesta así por la accesibilidad universal en todos los aspectos incluido el medio ambiente, fuente interminable de belleza con un gran valor terapéutico también para los usuarios y usuarias de la joelette. Pero destaca la representante de Global Nature que es mucho más, porque los propios voluntarios participan de manera activa, son quienes guían al usuario por los caminos, hasta convertirse en una experiencia colectiva muy gratificante para todo el mundo.
Destaca José Antonio, de la Asociación de Personas con Discapacidad de Plasencia, que el usuario que se monta en la silla siente un ‘subidón’ de adrenalina. Desde el primer momento ve que es cierto que pueden transitar por senderos y rutas igual que el resto. “Jamás imaginarían que iban a transitar por los espacios a los que acceden, porque por su condición física no podrían”. La asociación placentina es una de las que colabora con el programa en Extremadura junto con la Asociación Plataforma Sin Barreras de Trujillo.
María es una de las usuarias más veteranas de la joelette en la región. Recomienda la experiencia a todas las personas con movilidad reducida. “Gracias a esta silla he recorrido lugares a los que nunca habría llegado”. Piensa que la iniciativa les ayuda a ser más visibles. “Que la gente que te encuentras haciendo senderismo también vea que nosotros también podemos, que podemos disfrutar de la experiencia de darnos un paseo en plena naturaleza”, comenta.
Sobre todo lo recomienda para los niños y para los centros escolares, con el objetivo de que quienes tienen movilidad reducida puedan participar de las mismas actividades naturales que sus compañeros. Y por supuesto para poner en marcha desde las edades tempranas una labor pedagógica y de sensibilización.
Ella participa en la experiencia de la joelette con su pareja Gabriel, que a su vez es uno de los voluntarios. Él destaca la oportunidad de vivir el proceso junto a su compañera, pero también con el resto de personas que de manera completamente altruista se suman como voluntarias.