Los Palomos, la fiesta de la libertad sexual de Badajoz, espera la visita de más de 20.000 personas
Forma parte de la identidad de Badajoz. Con la llegada de la Fiesta de Los Palomos la ciudad se engalana con banderas arcoíris. Una año más Los Palomos congregarán a más de 20.000 personas venidas de todos los rincones del país –incluso hay confirmación desde Irlanda--.
La Plaza Alta de Badajoz se llenará de miles de personas que festejarán al calor de la música, la purpurina y las plumas, la diversidad sexual. “Queremos que sea una fiesta ciudadana, de todos. Que se vuelque todo el mundo”, señala Pablo Cantero de Fundación Triángulo, encargada de la organización. Para ALEAS-IU es una fiesta ligada a las luchas del colectivo LGTBI, para la conquista de la igualdad real.
“Vivamos nuestra sexualidad en libertad”
Según destacan todas las asociaciones, esta cita es un motivo de fiesta, pero también un espacio en el que reclamar una vez más el derecho a la diversidad de las personas a vivir libremente su sexualidad y su identidad. Una problama bajo la que ha nacido la fiesta más importante del suroeste peninsular de esta temática, según indican sus organizadores.
A pesar de su impacto, la Fiesta de los Palomos nació hace muy poco. Y fue una acción protesta ante un comentario homófobo realizado por el entonces alcalde del PP sobre los homosexuales. Un comentario que cruzó las fronteras del Guadiana y llegó hasta el programa ‘El Intermedio’, donde Wyoming propuso organizar una caravana de ‘palomos cojos’ que llevase hasta Badajoz a gays, lesbianas, bisexuales y transexuales, en favor de la libertad.
Finalmente ha terminado siendo una fiesta popular a la que se apuntan niños y mayores, y donde también participan los partidos con el reparto de propaganda multicolor –el PP el primero—con motivo del desembarco de los palomos en Badajoz.
A pesar de que la lluvia puede hacer acto de presencia, se espera acoger un número similar visitantes. Incluso la policía maneja un aumento del 20 por ciento de visitantes. El centro de la ciudad se engalana y los comerciantes reciben con los brazos abiertos a los ‘amigos’ de esta fiesta, que dejó el pasado año 2 millones de euros a la ciudad
