“He dejado mi carrera en la Universidad de Extremadura porque no puedo pagar las tasas”
Javier Rodríguez, un joven de 19 años, no ha podido continuar este curso la carrera que comenzó el pasado año en la Universidad de Extremadura: Historia.
Para este curso no ha logrado aprobar el número de créditos suficiente que le permiten disfrutar de una beca (haber superado el 90% de los créditos matriculados o tener al menos 6,50 puntos de nota media).
Su familia no puede afrontar el pago de las tasas universitarias y el gasto que supone vivir fuera de casa. Ha renunciado a continuar. Ha abandonado el ambiente universitario y ha regresado a Don Benito, su localidad natal.
En casa no trabaja nadie, su padre está desempleado y cobra la prestación por desempleo. Ha mirado la opción de la UNED. “Pero tampoco salen tampoco las cuentas en casa”. No puede seguir, aunque en el futuro le gustaría retomar Historia. No sabe cuándo será posible.
Tiene una deuda con la Junta de Extremadura
Cuando entró en la universidad no llegaba a la nota requerida por el Ministerio para disfrutar de una beca compensatoria, de un 6,5. Finalmente se acogió al programa de becas impulsado por la Junta de Extremadura para aquellos alumnos cuya nota de acceso es inferior.
El problema es que la Junta de Extremadura le reclama ahora que devuelva el importe de la beca, por no superar el porcentaje de créditos mínimo recogidos por la administración (el 50% de las asignaturas).
Javier no solo no continuará su carrera porque no puede pagar las tasas. También tiene una deuda de 1.800 euros con la Junta. Un importe que no tiene, porque ese dinero le sufragó los gastos de vivir un curso entero en Cáceres como estudiante.
Resulta muy complicado para este joven de 19 años llevar a sus espaldas una especie de crédito impagado, y que no sabe cómo solventar. Solo piensa en poder encontrar un trabajo que le permita, no poder echar una mano en casa, sino afrontar la deuda que exige la Junta.