La doble discriminación de ser mujer, lesbiana, y vivir en el mundo rural
La pregunta es muy frecuente: ¿cuándo te vas a echar un novio?. “Ante ella, tenemos infinidad de casos en que la mujer del mundo rural se calla, no verbaliza que nunca tendrá un novio, porque es lesbiana y le gustan las mujeres. Tendrá una novia”.
Esta es la realidad que narra la asociación Extremadura Entiende en los pueblos. “No se trata de llevar la bandera arcoiris encima, sino de mostrarse sin complejos lo que somos. Porque el lenguaje es una herramienta de visibilidad enorme, permite normalizarnos”, según explica Sisi Cáceres, activista de Extremadura Entiende.
Pone de manifiesto que salir del armario en el mundo rural es más complicado para las mujeres. Quizás el propio entramado social prefiere entender que esas dos mujeres que viven juntas son simplemente ‘amigas’, porque sigue sin tolerarse que sean pareja. “Si es difícil saltarse las normas ‘heteropatriarcales’, e ir a contracorriente respecto al resto del pueblo, imagínate en el caso de que seas lesbiana”, relata la activista.
Otras veces es una cuestión personal. La asociación explica que cada mujer necesita su tiempo para auto-afirmarse, reconocer que ama a las mujeres, y que sienta atracción sexual hacia ellas. Algunas salen del armario con 15, y otras que no lo hacen hasta los 45. Cada caso es un mundo.
Acompañamiento en el momento de salir del armario
Es precisamente esto en lo que trabaja ahora Extremadura Entiende. Acompaña aquellas mujeres lesbianas, bisexuales y transexuales que quieren dar ese paso, que quieren salir del armario en los pueblos de Extremadura.
Se acercarán igualmente a los centros de Primaria, con el objetivo de mostrar a los más pequeños la diversidad de familias que pueden existir, y normalizar las parejas en las que los niños tienen dos padres o dos madres.
Lo hacen a través de un programa que les ha concedido la Junta, enmarcado en la inclusión social para colectivos excluidos o en riesgo de exclusión social.
El objetivo es ofrecer asesoramiento y apoyo a mujeres lesbianas, creando grupos de acompañamiento y de apoyo. Supone tejer redes y 'empoderarlas'. También desean acercarse a las que se encuentran en centros penitenciarios, y aquellas que viven en hogares de mayores.
Un programa que impulsa foros de debate, y que asesora del mismo modo sobre aspectos sexuales. Por ejemplo, son muchas las mujeres lesbianas las que eluden decir a su ginecólogo en una revisión que son lesbianas.