1. El caso Lezo sigue bajo secreto de sumario. Esto significa que todas las diligencias, todos los autos, todos los informes… no pueden salir del juzgado o de la Fiscalía. Ni siquiera los abogados defensores de los imputados pueden acceder a esa documentación; es una medida de excepción que se toma en investigaciones complejas para evitar que los detenidos destruyan pruebas o pacten su declaración.
2. A pesar del secreto, para pasmo general, el martes a las dos de la tarde el gabinete de prensa de la Fiscalía General del Estado envió a todos los medios una “nota informativa” con dos informes de la Fiscalía Anticorrupción sobre Ignacio González y sobre su testaferro, Edmundo Rodríguez. Al margen de esos dos archivos adjuntos, la Fiscalía no daba en su correo a los medios ninguna otra explicación.
3. El informe sobre Ignacio González, el más extenso de los dos, no estaba completo. Eran solo siete páginas de un total de 43. Se trataba de una parte mutilada del escrito que habían redactado los dos fiscales que llevan el caso, Carmen García y Carlos Yáñez, para argumentar al juez Velasco por qué el expresidente de Madrid tiene que continuar en prisión provisional.
4. En uno de los párrafos de esas siete páginas, los fiscales resaltaban la “especial gravedad” de que el hermano de Ignacio González, Pablo, se hubiese reunido con el secretario de Estado de Seguridad, José Antonio Nieto, poco después de saber que la Justicia iba tras él. Muchos medios interpretaron de ese informe que los fiscales culpaban al número dos del Ministerio del Interior del chivatazo a los González, algo que el informe realmente no decía con tanta claridad. Nieto pidió por escrito explicaciones a Anticorrupción. Salió a darlas el propio fiscal jefe Manuel Moix. “El señor Nieto no tiene nada que ver con el tema”, aseguró.
5. ¿Quién ordenó difundir ese informe con las sospechas de la Fiscalía sobre la reunión de Pablo González? Según fuentes consultadas por eldiario.es, la decisión la tomó el mismo Manuel Moix, contra el criterio de los fiscales que llevan la investigación. Fue también Moix quien seleccionó las siete páginas que había que enviar a los periodistas. Lo nunca visto: el mismo fiscal que critica que las filtraciones “socavan el Estado de derecho”, el mismo que quiere sancionar a los medios que publican filtraciones, se salta a la torera el secreto de sumario de esta causa penal.
6. Desde la Fiscalía General del Estado argumentan que la difusión de estos informes no rompe el secreto porque la selección de esos siete folios se hizo precisamente para contar aquellas partes del caso que ya se conocen. No es cierto: en los informes hay detalles que no eran oficialmente conocidos, como la importancia que dan los investigadores a la reunión entre Pablo González y el número dos de Interior, o que saben que Ignacio González oculta dinero a través de un entramado de sociedades off shore. La propia reunión en sí solo se conocía por otra filtración del sumario, esta vez a la prensa, pero no estaba confirmada oficialmente ni por la Fiscalía ni por el juez.
7. Tampoco es la primera vez que Moix revela a los medios detalles de este caso bajo secreto de sumario. Lo hizo hace unas semanas, en una entrevista en la SER, donde confirmó a toda España que la Guardia Civil había colocado un micrófono en el despacho de Ignacio González.
8. En esa y otras entrevistas, Manuel Moix mintió a los ciudadanos sin rubor. Aseguró que nunca había tenía intención de sacar del caso a los dos fiscales que llevan la investigación desde hace más de año y medio. Era falso. Un decreto con su nombre y firma demuestra que el jefe de Anticorrupción no dijo la verdad.
9. También mintió su superior, el fiscal General del Estado, José Manuel Maza, a dos miembros de la Unión Progresista de Fiscales que le advirtieron de que había una grabación de Ignacio González y Eduardo Zaplana elogiando a Moix para ese puesto. Cuando estos fiscales se lo contaron a Maza, él se hizo de nuevas, se mostró muy sorprendido y preocupado por la información, agradeció a los fiscales de la UPF la lealgad y les aseguró que lo iba a mirar. Estaba mintiendo: ya había sido avisado con muchos más detalles; tenía incluso un informe por escrito. A pesar de estas advertencias, Maza siguió adelante con el nombramiento del fiscal Moix, el candidato preferido por el corrupto Ignacio González por su “profesionalidad”.
10. Las filtraciones “perjudican la eficacia de la justicia”. “Si se revelan datos, se está colaborando con las personas investigadas por corrupción porque para ellas la causa está secreta”. Las frases son del propio José Manuel Maza, este miércoles en el Congreso de los Diputados. Por supuesto, se refiere a la malvada prensa, no a su subordinado Manuel Moix.
P.D. Necesitamos tu ayuda para poder mantener un periodismo independiente que fiscalice el poder. Hazte socio o, si ya lo eres, aumenta tu cuota.Hazte socioaumenta tu cuota