Espacio para la reflexión y el análisis a cargo de parlamentarios europeos españoles.
Charlie Hebdo, el periódico que me sacó del analfabetismo político
Con el atentado contra Charlie Hebdo se me atragantan las palabras. Allí han muerto personas que han marcado de una forma u otra mis primeros pasos en política, al igual que los de muchos de mi generación en Francia.
Sin duda, cuando era todavía un joven analfabeto político, son las personas que hicieron de Charlie uno de mis periódicos de referencia las que me enseñaron a descifrar el inviable modelo productivista y consumista. De forma rigurosa, crítica, sin un ápice de lo políticamente correcto, sin Dios ni patria, sus bolis y lápices transmitían lo mejor del mayo de 1968: el amor de la emancipación y la libertad, el rechazo de las jerarquías y de los dogmas, vinieran de donde vinieran.
Además, tuve el honor de compartir con el fallecido Bernard Maris mi incipiente militancia verde en París. Gran y corrosivo economista, admirador de Keynes, Oncle Bernard era el alma de una economía no dogmática al servicio de las personas y del planeta. De hecho, su Antimanual de economía tendría que ser libro de cabecera para cualquier persona inquieta y, más aún, de cualquier facultad de economía sin orejeras. Por otra parte, difícilmente podría olvidar al dibujante Charb, quien fue el primero en caricaturizarme durante las elecciones europeas del 2004, donde concurría como candidato con Los Verdes franceses. Todo un genio del lápiz rebelde y ecologista que tenía claro que mejor valía morir de pie que vivir de rodillas.
A nivel político, no queda ninguna duda: es un acto de barbarie calculada que busca reforzar conscientemente el círculo vicioso del odio, la intolerancia y las posiciones fanáticas del Norte y del Sur. Hoy ya se frotan las manos los que fomentan la segregación y el racismo, los que apelan peligrosamente al “choque de civiizaciones” y, por supuesto, los que ponen a Siria e Irak bajo la infame bandera del Estado Islámico a sangre y fuego.
Pero, ojo, esto no es asunto de política interior francesa. Hablamos del futuro de Europa. Con claridad vuelven los fantasmas del fascismo, con caras ya conocidas en Europa y con caras de nueva cuna en otras partes del mundo. Este monstruo con doble cabeza que se retroalimenta se nutre de la desesperación nacida de la crisis económica y, más profundamente, de la crisis existencial de una sociedad consumista que ya no ofrece horizonte, ni sentido. Bajo sus diferentes formas, es el refugio de unas generaciones sin rumbo. Y al igual que en los años 1930, hunde en la herida de la brecha y malestar social: estamos a punto de caer de nuevo en sus garras de exclusión, crueldad y violencia.
En honor a Oncle Bernard, Charb y todos los demás que este miércoles han caído en nombre de unos ideales nobles y dignos, hoy más que nunca tenemos que ser firmes e intransigentes frente a la barbarie. Hoy más que nunca tenemos que hacer frente al fanatismo y dogmatismo, venga de donde venga. Hoy más que nunca tenemos que volver a llenar de sentido nuestras sociedades, nuestras vidas, construir conjuntamente un nuevo horizonte social deseable y en paz con el planeta. Se lo debemos a ellos y nos lo debemos a nosotros.
Toda mi solidaridad a la familia y allegados de los compañeros fallecidos y heridos. Moi aussi, je suis Charlie. Yo también soy Charlie.
Sobre este blog
Espacio para la reflexión y el análisis a cargo de parlamentarios europeos españoles.