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La guía de las elecciones en Euskadi: la clave alavesa, el voto en blanco y por qué la mayoría absoluta no es tan importante

Los candidatos vascos

Iker Rioja Andueza

Vitoria —

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Euskadi vota este domingo 21 de abril. Las encuestas han abierto la puerta a un hito histórico: que no gane el PNV en votos. ¿Qué sucederá? Los escaños que reparte Álava se antojan decisivos en esa pugna con EH Bildu. Pero también el número de votos en blanco. Sea como fuere, los resultados definitivos no estarán hasta el 26 de abril. Ese día se repasan posibles errores en las mesas de los colegios y se recuenta el voto extranjero (CERA). En 2016 y 2020 el dato conocido el día de las elecciones ha cambiado días después. ¿Volverá a ocurrir? elDiario.es/Euskadi repasa diez claves para entender la jornada electoral.

1- Doce elecciones, doce veces el PNV como más votado

En las doce elecciones autonómicas que se han celebrado, el PNV siempre ha ganado en votos. En escaños hay una excepción. Fue en 1986. El lehendakari era José Antonio Ardanza, recientemente fallecido, y el contexto era el de la escisión del PNV y el nacimiento de Eusko Alkartasuna (EA) de la mano de Carlos Garaikoetxea. El PNV fue superado por el PSE de Txiki Benegas, pero no fructificó un Gobierno de izquierdas con EA y Euskadiko Ezkerra (EE) y los nacionalistas lograron retener Ajuria Enea. Es más, de 60 elecciones que se han celebrado en Euskadi en democracia (municipales, forales, autonómicas, generales o europeas), el PNV ha ganado en 54 ocasiones. Los socialistas han ganado generales con sus tres presidentes, con Felipe González en 1993, con José Luis Rodríguez Zapatero en 2008 y con Pedro Sánchez en 2023, la última cita con las urnas. Podemos en solitario y luego con IU ganó las generales de 2015 y 2016. Ahora que se apunta a una posible victoria abertzale, Herri Batasuna (HB) lo logró en las europeas de 1987. Esas elecciones fueron el 10 de junio y el 19 de junio ETA cometió uno de sus atentados con más víctimas, el del Hipercor de Barcelona.

2 - Álava decisiva

El matiz entre las victorias en votos y en escaños viene dado por el sistema electoral. El Parlamento Vasco tiene 75 escaños, 25 por cada territorio. Siempre todas las circunscripciones han repartido los mismos, aunque en 1980 -en el estreno de la Cámara autonómica- fueron 20, 60 en total. Se da por hecha una victoria del PNV en Bizkaia, su feudo de siempre. También la de EH Bildu en Gipuzkoa. Así pues, se mira a Álava como el territorio decisivo y, en particular, a Vitoria, que por su población condiciona el orden de 20 escaños ella sola. Volviendo a las 60 elecciones, aquí los datos son muy diferentes. Para empezar, en las autonómicas ya no ha ganado siempre el PNV. Los socialistas lo han hecho dos veces (una antes de la fusión con EE) y el PP también conoce la victoria. Y, en general, los nacionalistas han perdido 36 veces. Ha ganado EH Bildu -en las municipales de Vitoria en 2023- y lo hizo EA en 1987, ha ganado la izquierda no nacionalista (Podemos, Podemos con IU), han ganado UCD y el PP, ... Incluso existió una fuerza foralista equivalente a UPN en Navarra llamada Unidad Alavesa (UA) con muchísimo peso. Lo puedes ver en la tabla.

3 - La participación y la abstención

La abstención empieza a ser el 'partido' más votado en muchos procesos electorales. Las anteriores autonómicas de 2020 marcaron un hito negativo en baja participación, ya que apenas se movilizó el 50% del censo. Sí, es cierto que han sido los comicios más singulares de la historia. Fueron en julio, en pleno verano, ya que tenían que haberse celebrado en abril pero el confinamiento por el inicio de la pandemia de la COVID-19 lo impidió. Con todo, el virus marcó de manera decisiva aquella jornada. La Ertzaintza avisó de que no ya los contagiados sino sus contactos podrían ser detenidos si iban a los colegios. En lugares como Ordizia, donde hubo un brote que sería antesala de las grandes olas que sucederían a aquellas fechas, se establecieron protocolos, turnos y todo tipo de cautelas para acompasar las votaciones con las restricciones sanitarias. Ese 50,78% de participación de hace cuatro años es el peor dato, por lo que toda subida ahora, por pequeña que sea, será una mejora. En 1980 y 1994 se registraron los dos otros datos más bajos: 59%. El récord es el 78% de 2001, con el PNV de Juan José Ibarretxe (en coalición con EA) compitiendo de tú a tú contra el PP de Jaime Mayor Oreja. Dos de los tres mejores datos de la historia del PNV (33 y 31 escaños) se han dado en polos opuestos de participación, en 2001 y en 2020.

4 - Unas elecciones aisladas

Es la primera vez en tres lustros en que las elecciones vascas son las únicas que se celebran en España. En el mundo, eso sí, votan Maldivas y Ecuador. En 2009, 2012, 2016 y 2020 (por partida doble) Euskadi y Galicia han ido siempre de la mano. No era un secreto que Iñigo Urkullu y Alberto Núñez Feijóo se coordinaban para que así fuera. En el año de la llegada de la COVID-19, por ejemplo, lo hicieron en febrero para convocarlas, en marzo para aplazarlas y en mayo para fijarlas definitivamente en julio. En algo inusual, esta misma semana arrancará ya la siguiente campaña, la de Catalunya. Y, después, se celebran elecciones europeas el 9 de junio. Los partidos nacionalistas les tienen especial cariño porque son las únicas en que hay urnas a la vez en Álava, Bizkaia, Gipuzkoa, Navarra e Iparralde. ¿Afecta en algo a estas elecciones? Sí, es altamente probable que la investidura del nuevo lehendakari no pueda celebrarse hasta después de las europeas.

5 - El escrutinio definitivo... el viernes

La jornada electoral del domingo es muy relevante, desde luego. El escrutinio empezará a ser público exactamente a las 21.03 horas, 63 minutos después del cierre de los colegios. Se estima que a las 22.30 horas se haya llegado al 100%, a falta de algunos flecos. Pero estos no serán los datos definitivos. El viernes 26 de abril habrá tres nuevos recuentos, uno en Álava, otro en Bizkaia y otro en Gipuzkoa. Ese día se revisarán las reclamaciones de posibles errores y, tras un descanso, se recontará el voto extranjero (conocido como CERA). Tanto lo uno como lo otro han cambiado de manera importante el panorama en las dos últimas autonómicas, así como en otros procesos celebrados en Euskadi. Y aquí la que es decisiva es Bizkaia. En 2016 se reclamaron errores a favor del PNV en algunos pueblos como Bermeo y los nacionalistas perdieron un escaño. Era tan relevante el acta de Mikel Arruabarrena -que luego entró por una sustitución y ahora sigue en la Cámara- que daba la mayoría absoluta a PNV y PSE-EE. El asiento en el Parlamento pasó a la representante de EA dentro de la coalición EH Bildu Leire Pinedo. En 2020, los errores y el voto CERA dieron un escaño a la coalición de PP+CS en detrimento de Diana Urrea, de Alternatiba y EH Bildu, que también luego ha entrado cubriendo una baja. El acta fue a parar a Luis Gordillo, entonces líder de Ciudadanos en Euskadi. Dejó la coalición PP+CS con cuatro asientos para los primeros y dos para los segundos. Mediada la legislatura, Gordillo saltó de Ciudadanos al PP. Ha ocurrido también un baile en unas generales. La dirigente del PP Beatriz Fanjul entró en el Congreso 'in extremis' no en la noche electoral sino con el recuento posterior y la subsanación de errores. Esos errores se deben, básicamente, a que quienes rellenan las actas se saltan líneas y otorgan datos incorrectos a los partidos. Por eso motivo -y para aparecer los primeros en el voto por correo- los partidos hacen largas guardias el día en que toca presentar las listas. La aplicación del escrutinio ofrecerá datos de los votos de diferencia para lograr el último escaño, que podrán dar pistas de si quedará algo en juego de cara al segundo recuento, el del 26 de abril.

6 - El sistema de investidura 'antibloqueo'

Una mayoría absoluta es muy relevante para un Gobierno. Pero, en el caso vasco, lo es para el día a día en la legislatura. Para sacar adelante leyes y presupuestos. No lo es tanto para la investidura. El sistema de designación de lehendakaris no es igual que el de elección del presidente del Gobierno. Tras las generales, es el jefe del Estado el que propone un candidato que cree que puede reunir apoyos y éste se somete a una investidura para recabar el apoyo de la Cámara, en este caso del Congreso. Necesita más síes que noes y, sin mayorías absolutas, hay un claro de riesgo de bloqueo como España ha conocido reiteradamente en los últimos años. En Navarra, por ejemplo, el modelo es idéntico con la excepción de que quien hace la propuesta es el presidente del Parlamento. ¿Cómo se hace en el Parlamento Vasco? Todos los grupos constituidos pueden registrar su candidato para la fecha fijada para la investidura. Y será elegido lehendakari quien tenga más apoyos entre ellos. Técnicamente, podría darse el caso de que lo fuera alguien con un solo escaño. El primer mandato de Urkullu se inició con 27 escaños de 75, lo que casi le lleva a convocar elecciones en 2013 cuando vio tumbados sus primeros presupuestos con un recorte de gasto de más de 1.000 millones de euros. Otra diferencia es que el lehendakari ha de ser parlamentario sí o sí, es decir, electo por la ciudadanía. El presidente del Gobierno no tiene por qué serlo. Pedro Sánchez lo fue en primera instancia sin serlo y en las mociones de censura se han presentado candidatos como Ramón Tamames que tampoco lo eran. Entonces, ¿cómo accedió Ardanza a ser lehendakari si era diputado general de Gipuzkoa hasta 1985 y no lo era? El PNV forzó la renuncia de un parlamentario llamado Federico Zabala y de otra docena de personas que iban de suplentes y Ardanza, que ocupó un puesto de relleno en las listas de las autonómicas de 1984 (el 18 de 25), accedió al escaño e inmediatamente pasó a la Presidencia del Gobierno.

7 - Sumar, Elkarrekin Podemos Alianza Verde y Vox mirando de reojo al voto en blanco

El sistema electoral exige desde 2001 un 3% mínimo de voto en cada circunscripción para optar al reparto de escaños. Antes era del 5% pero la antigua Ezker Batua (EB) de Javier Madrazo logró cuando estaba de socio minoritario en el Gobierno de Juan José Ibarretxe una modificación favorable a sus intereses y, 'a posteriori', de formaciones tan variadas como UPyD, EA o Vox. Sin embargo, existe un matiz muy relevante. Tres partidos, Elkarrekin Podemos Alianza Verde, Sumar y Vox van a mirar con lupa el dato de votos en blanco. ¿Por qué? Porque esos sobres se cuentan como los que tienen dentro una papeleta y afectan al porcentaje final. Es decir, muchos votos en blanco dificultan que las formaciones pequeñas rebasen el listón del 3%. Los votos nulos, por el contrario, no tienen ninguna afectación numérica. Un dato: en 2009 hubo 100.000 votos nulos que respondieron a que la candidatura de la izquierda abertzale fue ilegalizada por ser considerada el brazo político de ETA.

8 - El efecto del voto dual

El voto dual -o triple o cuádruple- es aquel que se emite en sentido diferente en función de la convocatoria electoral. El PSE-EE es un claro ejemplo de ello. Los socialistas ganaron las generales de 2023 y ahora están terceros y a gran distancia de PNV y EH Bildu, según las encuestas. En Vitoria, como referencia, los socialistas lograron 16.000 votos en las autonómicas de 2016 y 2020. En las municipales sacaron 24.000 y en las generales llegaron a 37.000. En particular, en las generales la ciudadanía prima a las opciones que se juegan algo en la gobernabilidad y también PP y Sumar/Podemos se ven ahora en la misma situación de movilizar a esos votantes del año pasado. No obstante, hay fenómenos más curiosos como el del PNV en Vitoria, al que le votan muchos menos el mismo día en la urna de las municipales que de las forales. El gráfico muestra la variación de un Parlamento Vasco hecho con los votos de las generales, con los de las forales y con los resultados reales de 2020.

9 - Los 26 escaños de izquierdas y abertzales de 1986

Uno de los puntos de atención es cuánto crecerá EH Bildu en estas elecciones. Parte de 21 escaños, que es el mejor resultado desde su creación en 2012, cuando llegó a esos mismos. Es la cuarta ocasión que se presenta esta coalición con esta denominación. Sin embargo, en 1986 y 1990, la izquierda abertzale y EA, por separado, lograron más representación. En concreto, 26 (13 y 13) y 22 (13 y 9). La marca que ahora sería Sortu fue ilegalizada en 2009 pero dos de los componentes de EH Bildu sí tuvieron cinco escaños, EA y Aralar (1 y 4). Puedes leer aquí más datos específicos sobre la izquierda en general ya que la división no es una excepción ahora con Sumar y Podemos separados.

10 - Tres escaños para el el Senado

La composición del Parlamento Vasco será determinante para otra designación. Las elecciones de este domingo, por ejemplo, condicionan tres escaños en el Senado (de 264). Se trata de electos que tienen también asignada una plaza en el hemiciclo de Vitoria, aunque sin derecho a voto. El sistema electoral de la Cámara alta española concede a cada provincia vasca cuatro representantes y los otros tres salen de una votación en el Parlamento autonómico. Es uno 'per se' y uno más por cada millón de habitantes. Esos escaños no se reparten de modo proporcional entre las tres fuerzas más votadas o por el sistema D'Hondt, sino por acuerdos políticos. En Navarra, sin ir más lejos, la senadora es la expresidenta Uxue Barkos, de Geroa Bai (la marca del PNV), que quedó en cuarto lugar en las urnas. En Euskadi, ahora mismo, los senadores autonómicos son de PNV, EH Bildu y PSE-EE. La elegida por los nacionalistas es la exconsejera Estefanía Beltrán de Heredia y es la portavoz de su partido desde 2020, de modo que ahí podría producirse una novedad relevante. Su predecesor, Jokin Bildarratz, también salió del Parlamento Vasco. La de EH Bildu es Idurre Bideguren, de EA; y el socialista es Alfonso Gil. Las mayorías del Parlamento condicionan igualmente otras designaciones como las de los vocales del Tribunal de Cuentas y las presidencias de EiTB y del Ararteko.

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