El BNG se echa a la calle “por una Galicia soberana”
Entre las múltiples cosas que congeló la tragedia ferroviaria de Santiago estuvieron los actos del Día da Patria Galega (Día de la Patria Gallega). Por primera vez desde su nacimiento el BNG no salió a las calles de Compostela el 25 de julio para manifestarse y culminar con un gran acto político. Este 15 de septiembre el cielo y la temperatura de la capital gallega se vistieron de julio para acompañar a la reformulada marcha de un Bloque que hace piña para procurar dejar atrás la etapa de duras tensiones internas y reveses electorales. La formación frentista desenrolló las banderas y pancartas guardadas en julio para, con aire de fiesta, reclamar “soberanía” para Galicia y conjurarse contra la “resignación”.
Reconfortados y reconfortadas al comprobar el nivel de asistencia de una movilización en torno a la que habían brotado las dudas, militancia y simpatizantes del BNG vivieron en una atestada Praza da Quintana -se calcula que en este espacio caben unas 8.000 personas- lo que el accidente del tren les impidió en verano. Sólo cambió la orientación del acto, en el que el habitual escenario de las fiestas del Apóstol fue sustituido por una plataforma en las escaleras que suben de la Quintana de Mortos a la de Vivos, trayecto que bien puede simbolizar la voluntad que impulsó gran parte del discurso del portavoz nacional, Xavier Vence, en su primera alocución ante una multitud después de la Asamblea Nacional en la que fue elegido.
Bajo un sol que, a ratos, convertía la permanencia en la plaza en un acto próximo al heroísmo militante, Vence miró a la base del Bloque: “¿Quién dijo resignación?”, se preguntó, en un contexto en el que, a su juicio, no cabe “resignarse a un 52% de juventud en paro, a que sigan cerrando empresas, a que Galicia tenga menos empleo agrario que la provincia de Murcia”. Tampoco es posible, dice el líder del Bloque, que ese sentimiento embargue a la población ante los incendios forestales en los que el Gobierno gallego, acusa, protagoniza un “patético” intento de “escurrir el bulto”. Feijóo es “un pirómano por omisión”, afirma Vence, quien pone el acento en que la destrucción forestal, como tantos otros acontecimientos, es resultado de políticas concretas y no de ninguna “plaga bíblica”.
Reivindicación de la “militancia” y del “cambio posible”
En este contexto, con un país en “situación límite” en el que la Xunta sólo tiene “a pleno rendimiento” la “fábrica de mentiras de Monte Pío -en referencia a la residencia oficial del presidente-”, Xavier Vence reivindica la “lucha democrática” del BNG para lograr lo que define como un “cambio radical, pero posible”. La banca pública, una tarifa eléctrica gallega, la soberanía alimentaria, la “libertad para producir”... son sólo algunas de las metas que, asegura, Galicia sólo logrará “con las armas de un Estado”, con un “Parlamento soberano” que, en definitiva, le aportaría a la ciudadanía “todo lo que tiene un país normal”. Porque la soberanía, advierte, no es sólo “cuestión de identidad”, sino “de futuro digno para todos y todas”, también “los no nacionalistas”.
En una apuesta por amoldar su tono profesoral a un formato tan distinto como el de una plaza llena, Vence tampoco obvió los mensajes en clave orgánica, tanto hacia dentro como hacia fuera del BNG. Los “enemigos” del Bloque no deben ser buscados “en el nacionalismo, tampoco en la izquierda”, sino en los oligopolios económicos y en sus “políticos mercenarios”, subraya. Desde esa actitud, dice, la organización que encabeza no puede abandonarse al “pesimismo antropológico”, bien al contrario, necesita “confianza” para no tener “miedo” a “tomar nuestras propias decisiones, sino a que las tomen por nosotros”. Para lograr estas metas, asevera, ni hay que “renunciar al camino recorrido” ni esperar “quimeras” como la “ruptura democrática estatal”. Desde la memoria al primer reconocimiento oficial de Galicia como nación hace ahora 80 años, Vence señala “el faro” de las aspiraciones del BNG para el país: “o soberanía o declive”. “Galiza ceibe, poder popular (Galicia libre, poder popular)”, le respondió la plaza.
Protagonismo de las reivindicaciones sociales
Como ya había sucedido en otros de sus actos públicos, los dirigentes del BNG compartieron protagonismo en el acto de A Quintana con representantes de diversas plataformas y colectivos que expresaron sus reivindicaciones en el ámbito social y laboral. La carrera de fondo de las personas estafadas por las preferentes, la sanidad y la educación públicas, el cierre de empresas punteras como T-Solar o la problemática de las personas emigrantes a las que Hacienda les cobra ahora tributos pendientes de sus pensiones fueron algunas de las luchas que tuvieron voz
“Con la soberanía no estaremos sometidos a los caprichos de los bancos especulativos”, clamó Vanessa Nieves, afectada por las preferentes que fue desalojada de la tribuna del Congreso de los Diputados por gritar allí sus reivindicaciones. “La austeridad enferma y mata”, advirtió Ramón Veras, en representación de las entidades en la defensa de la sanidad pública. El “derecho a vivir en la tierra con dignidad”, reclamado por la labradora Pilar Vispo, o la “obsesión” de la Xunta contra la cultura gallega, censurada por la actriz Isabel Risco, suscitaron también el apoyo y aplausos de los y de las asistentes.