Cuntis homenajea a su último alcalde republicano, asesinado en 1936
El 16 de septiembre y 1936 fue paseado por falangistas armados Manuel Rodríguez Sangiao, alcalde de la localidad pontevedresa de Cuntis, que se había entregado días antes a las autoridades golpistas. Otros miembros del gobierno municipal también fueron asesinados, pasaron años en la cárcel y en campos de detención como el de San Simón o sufrieron una continuada represión. Este sábado 31 de octubre el Ayuntamiento de Cuntis celebrará un Pleno simbólico para homenajear y restituir a la última corporación republicana y, a través de ella, “honrar y homenajear a todas las represaliadas durante la Guerra y la Dictadura Franquista”. El acto cerrará un mes de actividades en la villa termal, el Mes de la Recuperación de la Memoria Histórica.
El Pleno comenzará a las 12 horas en la Casa de la Cultura Roberto Blanco Torres. El acto estará presidido por el alcalde Manuel Campos Velay, que abrirá un turno de intervenciones de los portavoces de los grupos con representación en la actual corporación. Posteriormente hablará Vanessa Fuentes Guerra, bisnieta de Manuel Rodríguez Sangiao, dando paso a intervenciones de familiares de otros cuntienses represaliados. El acto, acompañado por la música de Manoele de Felisa y de Mini e Mero, terminará en la Huerta del Cura, donde tendrá lugar el descubrimiento de una placa que honrará a todas las cuntienses represaliadas durante la dictadura franquista.
Como destaca el historiador Marcos Seixo en Represión franquista en Cuntis. Memoria do 1936, “el panorama cultural, económico, social y político de la villa termal antes de 1936 se caracterizaba por un buen grado de prosperidad”, destacando el autor el papel del alcalde Manuel Rodríguez Sangiao, cantero de profesión, a quien califica como “quizás el mejor alcalde con el que contó Cuntis”.
Según el autor, Rodríguez Sangiao fue asesinado junto con Serxio González (también miembro del Comité de Resistencia del Frente Popular) después de entregarse “ingenuamente” para ser deportados a Vila de Cruces y Lalín, de donde no regresarían con vida. El alcalde confiaba en que no tenía nada que temer pues nada malo había hecho, más que “cumplir su deber como autoridad electa”. Falangistas armados fueron a buscarlos a la pensión en la que se hospedaban, para llevarlos a Costa Carballo (parroquia de Pazos, Silleda), donde los asesinaron el 16 de septiembre de 1936, figurando “hemorragia interna” como causa de la muerte. El regidor fue enterrado allí, hasta que años después su familia consiguió recuperar su cadáver para inhumarlo en Cuntis. Según un testimonio oral citado por Seixo, Rodríguez Sangiao les hizo frente a los falangistas, golpeando a uno de ellos y arrebatándole su arma. Sin embargo, otro (chófer del propietario del Balneario de Cuntis) lo atacó por detrás con la manivela de arranque del coche, matándolo.
El hijo mayor del alcalde fue asesinado en 1940 en Madrid por falangistas de Cuntis, cuando estaba realizando el servicio militar. Ya lo habían querido matar unos años antes, en la villa, después de que el joven acusara a uno de los falangistas de haber asesinado a su padre, pues portaba su reloj de bolsillo, que el ex regidor había traído de Argentina. Otros hijos de Manuel Rodríguez Sangiao continuaron sufriendo presiones y humillación a lo largo de la dictadura, siendo obligados por ejemplo a cantar el Cara el Sol en el patio del colegio, recibiendo una paliza si no lo hacían.
En las últimas semanas Cuntis acogió cuatro exposiciones centradas en la memoria histórica y la represión sufrida en la guerra y en la dictadura franquista, además de proyectarse documentales como Las Cunetas. La represión fue especialmente dura en Cuntis, con numerosos paseados, como Xoán Xesús González, Roberto Blanco Torres, Secundino Limeres, Xosé Vázquez Grela, Avelino Ares o María Suárez Paz.