El apoyo del PSOE a la renta social de A Coruña garantiza su aprobación
El proyecto de la Renta Social Municipal recibirá el apoyo del PSOE en el pleno, según adelantó este domingo en Radio Coruña Silvia Longueira, concejala socialista, que destacó que la iniciativa “es parte también del programa” de su partido en las elecciones. La edil destacó que la renta social “va más allá de la emergencia social”, prestaciones ocasionales en las que dijo no creer.
Así, Longueira apuesta por soluciones integrales como la renta municipal, que “trabaja con las familias que acuden a los Servicios Sociales y necesitan ese apoyo”. En este sentido, el PSOE defiende la puesta en marcha de un Plan de Rescate Social, más amplio y necesario “porque hay familias que teniendo trabajo precario sufren la lacra de la falta de inclusión social y necesitan una mejora a la hora de buscar empleo o de reestructurar la familia”.
La inciativa de la Renta Social Municipal será presentada este lunes por el alcalde Xulio Ferreiro y la concejala de Xustiza Social Silvia Cameán en una reunión con agentes sociales de la ciudad para que lo conozcan de primera mano y puedan hacer sus aportaciones. La ayuda, de 532 euros mensuales, servirá para cubrir las necesidades básicas de las personas que se encuentran en situación de vulnerabilidad social en la ciudad y que no tienen derecho a Risga (Renta de Inclusión Social de Galicia) o prestaciones análogas.
El Ayuntamiento no ingresará directamente el dinero a las personas beneficiarias, sino que pagará las facturas de bienes y servicios que le presenten, incluyendo los alquileres. La Ley de Subvenciones le impide a los ayuntamientos proporcionar rentas directas como la Risga aportada por la Xunta. En total, el Ayuntamiento destinará 3 millones de euros en los Presupuestos de 2016, de manera que entre 500 y 1.000 familias se podrán beneficiar de esta ayuda el próximo año, un número que se espera que pueda crecer en los años siguientes.
En este sentido, Cameán instó este domingo a la Xunta a modificar los criterios de concesión de la Risga, “porque no está llegando a toda la gente que debería”. En Radio Coruña destacó “la cantidad de personas que se quedan fuera de esta ayuda”, señalando que la mitad de las solicitudes para esta prestación que se formulan en la ciudad son rechazadas. “El Ayuntamiento tiene que hacer lo posible para ayudar a la gente en esta situación de emergencia social. Ojalá no tuviéramos que venir con una renta social, y que todas las personas tuvieran sus necesidades cubiertas con la prestación de la Xunta, ya que es la que tiene la competencia de llevarlas a cabo”, afirmó, abogando por la colaboración entre las administraciones en este campo.
“Nos movemos en un marco bastante limitativo, porque la competencia para llevar a cabo una prestación social le corresponde a la Administración autonómica”, comentó, defendiendo la fórmula escogida (el pago directo de los servicios) pues de otro modo “la documentación y justificantes que precisaría otro modelo podrían suponer un obstáculo para los y las beneficiarias”.
La concejal incidió asimismo en las diferencias que separan la Renta Social Municipal con las ayudas que ya existen para emergencia social: “No es lo mismo. Nosotros entendemos que cuando la gente acude a los servicios sociales no es por no poder pagar una factura, sino que ésa es la consecuencia de su principal problema. Y lo que tenemos que hacer es ir a la causa fundamental de los problemas, atajar esa situación y acompañar a esas personas mediante los itinerarios de inclusión social. Lo que queremos garantizar aquí no es una ayuda puntual”.
Cameán defendió que el proyecto cuenta ya con el visto bueno de la Intervención Municipal y de la Asesoría Jurídica, y fue realizado en colaboración con las trabajadoras sociales del Ayuntamiento. Apostó, además, por la participación en el desarrollo de la propuesta del tejido asociativo de la ciudad, a partir de la junta que tuvo lugar este lunes. El apoyo expresado este domingo por el PSOE garantiza la aprobación de la propuesta en el pleno municipal. El BNG apoya el contenido del proyecto, aunque es crítico con su denominación. Y el PP también pide la modificación del nombre de la iniciativa.