Rajoy, 'non grato' en Pontevedra por blindar una fábrica humeante en la ría hasta 2073
Rajoy ya es “persona non grata” en la que siempre ha considerado su ciudad. El personal del Ayuntamiento de Pontevedra se había visto desbordado en los últimos días por el aluvión de solicitudes para cubrir la sesión ordinaria de su pleno municipal, que este lunes se ha celebrado, como es habitual, en el escenario del Teatro Principal para permitir un mayor acceso de la ciudadanía. En esta ocasión la expectación se ha multiplicado porque sobre la mesa estaba la reprobación del presidente del Gobierno en funciones, finalmente apoyada por el grupo de gobierno, del BNG, aunque con una cautela por parte del alcalde, Miguel Anxo Fernández Lores: que la declaración no “distraiga” del fondo de la cuestión: el blindaje de la fábrica de celulosa ENCE para permanecer donde está, a orillas de la ría, hasta 2073.
Porque ese es el origen de la declaración, promovida por los grupos municipales de PSdeG y Marea, apoyada también por el Bloque y rechazada por el PP y Ciudadanos, así como por un grupo de simpatizantes y cargos populares que, en el exterior del teatro, portaban carteles con la leyenda “Rajoy, persona muy grata” junto a representantes del personal de la fábrica, que también se manifestaban contra el gobierno municipal. Esas protestas han subido de tono cuando ha comenzado la defensa de la reprobación por parte del portavoz socialista. Los insultos y abucheo han llevado al alcalde a suspender la sesión durante unos minutos en dos ocasiones. “No es la primera vez que este pleno es secuestrado por una empresa privada”, ha dicho Lores en referencia a ENCE.
El regidor ha considerado en las últimas semanas que Rajoy “merece” la reprobación pero lamenta que muchos focos mediáticos se hayan posado sobre la ciudad ahora y no hace un mes, cuando el Gobierno de España en funciones confirmaba lo que muchos en la ciudad temían: que ante una eventual despedida del poder, los populares dejarían asegurada la permanencia de la pastera en la parroquia de Lourizán, en plena ría, durante casi seis décadas más. Por este motivo, dice el socialista Fernández, “Rajoy merece sentir vergüenza cada vez que venga por aquí y vea las chimeneas” de ENCE. “El humo de ENCE -agregó Luís Rei, de Marea Pontevedra- seguirá castigándonos durante 60 años” y por eso el líder popular “se ha ganado a pulso nuestro repudio”, afirma.
La reprobación ha sido rechazada con dureza por el portavoz del PP, Jacobo Moreira, quien ha censurado que Lores, al autorizar el debate de la reprobación, haya provocado que el pleno “pierda el tiempo con semejante tontería”. Pontevedra, dice el edil, siempre ha sido “ejemplo de concordia, respeto, pluralidad y civismo” y aprobar esta iniciativa es tanto como “escupir sobre la Pontevedra de Valle Inclán y Castelao”. Al apoyar la propuesta de PSdeG y Marea, censura, el gobierno local “mancha” la ciudad a través de lo que considera una “maniobra orquestada” por “los señores del PSOE y Podemos en Madrid”. Antes de la votación, los ediles del PP abandonaron el pleno.
La intervención de Moreira ha sido replicada por la edil Carme da Silva (BNG), quien cree que el PP tendría que sentir “vergüenza” al apelar a Castelao o Alexandre Bóveda, perseguidos por el franquismo, para justificar una industria instalada, precisamente, por la dictadura. “De lo que se trata -subraya la edil- es que el señor Rajoy ha condenado a la ría de Pontevedra avalando la decisión del ministerio a 60 años más” de ENCE . El propio PP, subraya, está admitiendo que esta ha sido una “decisión política” de la que deberían “avergonzarse”.
60 años más
La prórroga de ENCE ha sido autorizada por el Ministerio de Agricultura a finales de enero y rechazada pocos días después en las calles de Pontevedra por miles de personas que censuraban la “herencia” envenenada de su “vecino” Rajoy. Con esta decisión, contra la que el gobierno local ya litiga, el Gobierno del PP eterniza una factoría plantada en la ría en pleno franquismo -comenzó a funcionar en 1958 y el dictador la inauguró oficialmente en 1963- y cuyo traslado llegó a figurar en el programa electoral de Alberto Núñez Feijóo en 2009 y 2012.
A juicio del alcalde, lo que ha pesado finalmente en la decisión no han sido criterios ambientales, ni siquiera el mantenimiento de los alrededor de 300 puestos trabajo que genera la fábrica -reivindicados durante el pleno al grito de “ENCE sí, paro no”, sino la abundacia de vínculos entre el PP y el consejo de administración de ENCE. En él se sienta una exministra, Isabel Tocino, y un exconselleiro, Carlos del Álamo, ambos con responsabilidades de Medio Ambiente con Aznar y Fraga, respectivamente.
