“La Xunta no calibró que retrasando la medicación para ahorrar podía morir gente”
Fue una denuncia de la asociación Batas Blancas la que acabó por hacer actuar a la Fiscalía en el caso de los retrasos en el acceso al tratamiento por parte de varios enfermos de hepatitis C. Su portavoz es Evaristo Varo, jefe de la Unidad de Trasplante Abdominal del CHUS, quien atendió personalmente a varios de los afectados.
¿Satisfecho con la decisión de la Fiscalía?
Estamos contentos, no solo por Batas Blancas sino porque es un motivo de alegría para todos los enfermos y para todos los gallegos. Cualquiera de nosotros puede caer enfermo, incluso el señor Feijóo. Y ahora sabemos que si no se hacen bien las cosas o no se administran los medicamentos idóneos, la justicia debe actuar e investigar y, de haber delito, sancionará. Es un motivo de alegría para cualquier ciudadano.
¿Cómo y por qué se decidieron a denunciar la situación?
Como responsable de trasplante hepático del CHUS de Compostela, mi equipo y yo veíamos que a enfermos graves, que venían para trasplantes o estaban en listas de espera, no se les estaba administrando en tiempo y forma la medicación idónea. Hicimos varias reclamaciones y seguimos la vía normal y ordinaria, pero llegó un momento en el que el retraso era tal que las consecuencias eran las muertes de algunos pacientes. Fue entonces cuando decidimos actuar y tomar medidas. A través de Batas Blancas nos organizamos en áreas especialmente sensibles en la sanidad gallega donde veíamos que cualquier error afectaba de forma especial e importante a los enfermos. Nos juntamos los profesionales y presentamos a la Fiscalía lo que habíamos detectado. Y ha actuado.
¿Tan grave era la situación?
Llevo más de 30 años dedicado a enfermedades del hígado, no he llegado ayer. Si hemos puesto en conocimiento de la Fiscalía todo lo que ocurrió ha sido por algo. De hecho, el Ministerio Fiscal acabó por ver que había indicios de delito, presentó la denuncia e imputó a dos cargos sanitarios de la Administración gallega por homicidio.
Feijóo y responsables sanitarios de la Xunta insisten en que el proceso era el idóneo y basado en criterios médicos. ¿Es así? ¿Cómo era realmente?
La Xunta, el señor Feijóo y el actual conselleiro de Sanidad hablan pero creo que no conocen la realidad, solo lo que les cuentan otras personas. Esto no es que un médico que pasaba por allí prescribiese un medicamento eficaz pero muy caro. No es así. Se trata de especialistas del hígado con muchos años de experiencia que prescriben una medicación que pasa por una comisión de especialistas del propio hospital, formada por personas muy capaces... A pesar de esto, la Xunta, al igual que otras autonomías, exige que también pase por otra comisión de hepatólogos, muchos de ellos con mucha menos experiencia de los que prescriben el fármaco porque no son premios Nobel ni más importantes que el resto. A esa comisión llegaban o no estas peticiones, que muchas veces se retrasaban y acababan, literalmente, en la nube tecnológica, se quedaban en stand-by. Luego, muchas de estas solicitudes o no llegaban o llegaban muy tarde. Así funcionaba este proceso algo kafkiano.
No parece que fuese muy eficiente...
En el sistema sanitario de Castilla y León, que conozco perfectamente, en 15 días se contestaban los casos urgentes y en 4 o 6 semanas los no urgentes. En Galicia no ocurrió así; aquí llegaron a pasar 6, 8 o 10 meses. Los enfermos podían estar bien, hasta que se ponían mal y se morían.
¿Por qué se hacía así?
Tengo muchísima fe en que la administración sanitaria no quiere matar enfermos, por supuesto que no, ni retrasar los tratamientos de forma deliberada. Tiene que haber otro objetivo que no sea maligno, Dios me libre de pensar eso... Como no es eso, ¿qué es? Pues tiene que ser un ahorro economicista. Si alguien no hace algo o es por ahorrar o por causar daño, y yo sé que no se quiso provocar daño, aunque de manera no intencionada sí se acabó provocando. Se hizo así porque a la administración sanitaria le movió el ahorro o la racionalización de un gasto en un tratamiento vital y del que dependían vidas humanas. Es la única explicación que le encuentro y ninguna otra.
Pero, ¿por qué retrasar el tratamiento?
Si tú retrasas el tratamiento, al final hay partidas que pasan a presupuestos de otro año, que se dilatan... No hace mucho, el Consello de Contas llamó la atención a la Xunta por desplazar millones en gastos de un año a otro. Hay órdenes que vienen de autoridades más elevadas que hay que cumplir... Si alguien retrasa los medicamentos, la gente puede morir, pero en la Xunta no llegaron a calibrar bien el efecto que podía tener esa decisión sobre los enfermos. No supieron medir bien que tanto retraso podía tener estas consecuencias.
¿Qué le parecieron las palabras de Feijóo diciendo que “por dos o tres pacientes” no le parecía “lógico” relacionar las denuncias con la austeridad?
Pertenezco a una generación y a una especialidad en la que, para salvar una vida, hay equipos que trabajan 14 o 16 horas en quirófano, luchando para evitar una muerte. A nosotros nos resulta insultante que este señor diga que dos o tres enfermos no pueden ser justificados por los recortes. Es una terminología que bordea el desprecio a la vida humana y a la desgracia de estas personas y de sus familiares. Estamos hablando de vidas que desaparecen por no dar unas pastillas. Es muy grave, muy, muy grave.
¿Confía en que procesos como el abierto por la Fiscalía haga recapacitar a las administraciones sobre la austeridad aplicada en determinados ámbitos?
En esta vida hay que racionalizar el gasto, gestionar bien y no despilfarrar el dinero, porque sabemos que se hizo, y mucho, por parte de muchos partidos políticos. Pero en la Sanidad no se puede racionalizar de esa forma tan drástica porque hay consecuencias y esas consecuencias son muertes. Lo que deseamos desde Batas Blancas, si se demuestra que las muertes están relacionadas con los recortes, es que haya un castigo ejemplarizante para que en el día de mañana a ningún político de ninguna ideología se le ocurra hacer una barbaridad como la que se hizo.
¿Servirá para eso por lo menos?
No hace mucho, el hijo de un enfermo que falleció por hepatitis C dijo que si el fallecimiento de su padre servía para que no hubiera otra muerte en esas circunstancias en España, daba por bien pasado su sufrimiento. A mí me emocionó y me rompió el corazón que alguien pudiese decir eso después de perder a un padre con 55 años. Vidas como ésas son las dos o tres de las que habla Feijóo. Que el máximo responsable de la Administración gallega diga eso hace que este señor no merezca el puesto que tiene. No puede hacer esas declaraciones. Debe pedir perdón porque se equivocó.