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Así censura la Xunta las críticas del personal del nuevo hospital de Vigo

Protesta del personal del hospital de Vigo, en el interior del centro

David Lombao

El estreno del nuevo hospital de Vigo, complejo puesto en marcha con el modelo público-privado y emblema del mandato del actual presidente de la Xunta en el campo sanitario, estuvo el pasado verano marcado por la polémica. La implicación de empresas privadas en el complejo y, sobre todo, las carencias sanitarias desde el inicio del traslado al nuevo centro provocaron enormes protestas entre el personal y entre la ciudadanía en general. Aunque el propio presidente de la Xunta desdeñó inicialmente las críticas, la sucesión de denuncias y acusaciones de “caos” acabaron llevándose por delante a la conselleira de Sanidade, Rocío Mosquera, y a gran parte de la cúpula del área sanitaria viguesa excepto a su gerente, Félix Rubial, que acaba de emitir una instrucción para censurar las protestas del personal en el recinto del Álvaro Cunqueiro.

A través de una circular remitida a todas la jefaturas de servicio y de unidad, así como a las personas responsables de supervisión y a las jefaturas de personal subalterno, Rubial ha anunciado la retirada de los mensajes que, en diferentes puntos del hospital, denuncian carencias de personal y gestión. Además, advierte de sanciones en caso de que esos carteles y avisos vuelvan a aparecer por los pasillos del edificio.

“Desde hace cierto tiempo -señala la circular, a la que ha tenido acceso eldiario.es- están siendo expuestos en las dependencias del hospital, en lugares no autorizados y utilizando diversos soportes, mensajes alertando sobre el deficiente funcionamiento de las unidades y sus posibles consecuencias para la salud de los enfermos debido a la presunta insuficiencia de plantilla en la unidad, entre otros”. Esta, acusa el gerente, es una “información” que “claramente induce a temor, alarma y desconfianza” entre pacientes y familiares “sobre la asistencia sanitaria”.

Según el responsable del Servizo Galego de Saúde, la exposición de mensajes críticos como estos “puede vulnerar el derecho a la debida protección de la salud” y por eso “se procederá a la retirada inmediata”. En este escenario, “los empleados públicos que exhiban esta información” o “la difundan por el centro hospitalario” se exponen a partir de ahora a posibles sanciones administrativas, advierte. Las mismas sanciones, amenaza, pueden afectarles “a los responsables de las unidades” en las que se “mantengan expuestos” los mensajes por ir contra el Estatuto Marco para el personal estatutario de los servicios de salud, dice.

“Usuarios fantasma” para mejorar la imagen en internet

A advertencia de posibles sanciones lanzada por Rubial, datada en el pasado 2 de marzo, se extiende también a la difusión “por medios informáticos” de mensajes críticos con la gestión del hospital, lo que traslada el conflicto también a las redes sociales, uno de los campos de batalla desde la propia apertura del Álvaro Cunqueiro. En este ámbito, a finales de enero trascendía que la empresa concesionaria del complejo había contratado a una empresa para, específicamente, intentar mejorar la imagen de su gestión en internet y, más concretamente, en las redes.

Así, en ese documento la compañía indica que entre septiembre y diciembre del pasado año aplicó diferentes “acciones” que, junto a la “disolución natural de la situación del hospital”, fueron “mermando cuantitativamente el impacto negativo en el entorno”. Para lograrlo, indicaba la empresa, estaba siendo “imprescindible” un “trabajo de monitorización diario en las redes sociales”, así como la “relación con los medios ”para “difundir información positiva sobre el nuevo hospital”.

En lo refereido a a las redes, la empresa admitió la creación de “usuarios fantasma”, esto es, perfiles mantenidos por la propia empresa que, pareciendo ser usuarios comunes, difunden noticias positivas sobre el Álvaro Cunqueiro. “La estrategia -describía el informe- giró en mayor medida en torno a acciones reactivas sobre los elementos críticos”, por ejemplo, respondiendo a sus comentarios “tanto en medios de comunicación como en páginas de temática específica”.

Además, la empresa subraya que creó la cuenta de Twitter @novascunqueiro, ya eliminada. Ese perfil, afirma, llegó a ser “percibida cómo informadora 'semioficial' del hospital” aunque admite que únicamente llegó a tener 214 seguidores para su objetivo de “posicionamiento como líder de opinión y mejora de la imagen del hospital”.

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