Feijóo atribuye a la patronal el paro de buses en Galicia y admite “sorpresa” por su unidad con los sindicatos
“Es inadmisible por completo lo que hicieron con los niños estos dos días, cogerlos como rehenes para hacer una huelga de transporte; no creo que los niños ni las familias gallegas merezcan ese trato; no creo que ningún gallego merezca que sus hijos no puedan ir a clase porque una empresa o unas empresas tengan discusiones económicas con una administración; no creo que eso sea razonable”. Así atribuyó este jueves el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, a las empresas de autobuses el paro masivo del transporte por carretera en Galicia en los dos primeros días de la huelga convocada por sus conductores. Preguntado directamente por la posibilidad de que la huelga de los trabajadores esté siendo en realidad también un “cierre patronal”, dada la coincidencia de facto de sus objetivos, el presidente dice que “para poder confirmar esa sospecha hay que ser prudente, pero que hay cosas raras en esa huelga, es evidente”.
La huelga de conductores de todo tipo de autobuses iniciada el pasado martes en Galicia y convocada por los sindicatos CIG, CCOO y UGT para todos los martes y miércoles de manera indefinida está saldándose con un seguimiento masivo y con el incumplimiento de los servicios mínimos, de manera especialmente significativa en el transporte escolar. Este jueves el presidente gallego fue preguntado por ese paro, provocado por la intención de la Xunta de integrar a partir de agosto el transporte escolar con los servicios regulares en varias comarcas de Galicia, que tanto patronal como sindicatos aseguran que supondrá una reducción de servicios y, con ella, de empresas y empleos.
Un día después de que la responsable de Infraestructuras del Gobierno gallego, Ethel Vázquez, anunciase la apertura de expedientes a las empresas por el incumplimiento de los servicios mínimos, este jueves Feijóo también puso el foco especialmente en la patronal, más que nos trabajadores. “Yo nunca vi una absoluta falta de respeto y un incumplimiento masivo de los servicios mínimos como en esta huelga”, dijo, para añadir que “las empresas tienen derecho a defender su interés privado, su beneficio económico”, pero que la Xunta defiende el interés general de todos los gallegos. Feijóo incluso habló del derecho de huelga como un derecho de las empresas y no sólo de los trabajadores: “Por supuesto que hay discrepancias, uno puede defender a los gallegos y tener discrepancias con una empresa que defiende su margen económico y su beneficio, y ante eso hay un derecho constitucional que es el derecho a la huelga, pero ese derecho constitucional a la huelga es tan importante, tan sagrado, como el deber de cumplir los servicios mínimos”.
La decisión de la Xunta de impulsar un nuevo sistema de transporte público que integre el autobús escolar con el regular se produce después de que empresas de varias comarcas de Galicia decidiesen renunciar a sus concesiones por considerar que pierden dinero con ellas por su baja ocupación. Una renuncia que se produce después de que el Tribunal Supremo anulase el año pasado una previa prórroga por diez años de las concesiones impulsada en 2010 por la Xunta. En este contexto, Feijóo evidenció este jueves cómo la Xunta no preveía la respuesta coincidente que se está a producir de patronal y sindicatos contra su plan: “Es sorprendente que tengamos que buscar una solución [el nuevo plan de integración] ante una decisión de las empresas de renunciar a sus concesiones; las empresas renunciaron a que sus trabajadores tengan trabajo, y nosotros lo que buscamos es que a pesar de esa renuncia los trabajadores sigan teniendo trabajo”, dijo.
En la estrategia de los últimos días del Gobierno gallego de intentar dividir la unidad de facto de patronal y sindicatos, este jueves el presidente fue más allá y comprometió su propia palabra ante los trabajadores frente a las empresas: “Nosotros le garantizamos a los trabajadores del sector del transporte que van a mantener sus puestos de trabajo, porque las empresas adjudicatarias [del nuevo sistema] tendrán que subrogarse”. Del mismo modo, Feijóo insistió en que la Xunta no quiere una negociación simultánea a tres bandas con sindicatos y patronal, como piden esas dos partes, sino por separado. “Es sorprendente que en otras huelgas los sindicatos quieran hablar a solas con la administración y en este caso sólo quieran hacerlo a tres bandas, con los empresarios también presentes”, dijo.
Por otra parte, este jueves el PSOE reclamó a Feijóo que la huelga tenga “consecuencias” para la conselleira de Infraestructuras, a la que ve “desbordada” por su “falta de previsión”. Según los socialistas, el desenlace actual era “previsible” y fruto de la “pasividad” durante años del Gobierno del PP, desde que en 2010 aprobó la prórroga de las concesiones luego anulada por el Supremo. Sin embargo, entonces el PSOE no votó en contra de la medida sino que se abstuvo.