Feijóo reitera que “conocía” al narco Marcial Dorado, pero “no su actividad”
Una de las dudas que surgió en el seno de las fuerzas de izquierda gallega hacia la campaña electoral que ahora inicia su recta decisiva tenía que ver con las fotografías del candidato del PP, Alberto Núñez Feijóo, compartiendo vacaciones con el contrabandista y narcotraficante Marcial Dorado a mediados de los 90, cuando el ahora presidente y aspirante a la reelección era máximo responsable del Servizo Galego de Saúde. Emplearlas o no, cuándo hacerlo y con qué tono han sido dudas recurrentes con respecto a unas instantáneas que el diario El País publicó a finales de marzo de 2013, pocos meses después de que los conservadores lograran una nueva mayoría absoluta en Galicia. Feijóo acaba de verse obligado a recuperar la explicación sobre las fotos en plena campaña, y lo hace reiterando que “conocía” a Dorado, pero no su “actividad”.
Más allá de algunas menciones más o menos explícitas en mítines de En Marea, del BNG y, en menor medida, del PSdeG, la referencia más explícita a las controvertidas imágenes la realizó la cabeza de cartel del Bloque, Ana Pontón, en el debate electoral de la CRTVG. Encomendarle a José Manuel Baltar un plan contra la corrupción es lo mismo que hacer lo propio con Dorado para prevenir las drogas, dijo después de comenzar resaltando que sería “fácil” llegar a la pantalla de los medios públicos con una copia de las fotografías. Ahora, en una entrevista en el mismo periódico que las publicó, el líder conservador considera que, más allá de la incomodidad que el asunto le sigue causando, este no trae consigo una factura en forma de pérdida de votos.
“Lo primero que hice entonces fue dar explicaciones y comparecí en el Parlamento”, recuerda Feijóo antes de indicar que “conocí a esa persona, no conocía su actividad relacionada con el narcotráfico y en cuanto tuve alguna sospecha, en 1998 o 99, no volví a tener ningún tipo de relación”. “Lo conocí -profundiza- a través de personas interpuestas y acepté que había sido un error”. En este sentido, el actual presidente gallego señala “que en aquel momento yo no tenía un cargo político, pero sí un alto cargo en una consellería [era el número dos de Sanidad, con José Manuel Romay Beccaría al frente] y me debí haber informado más”. “Ese hecho de hace 20 años está ahí para lo bueno y para lo malo. Pedí perdón por no haber tenido la diligencia necesaria. Pero los gallegos me conocen y van a tomar decisiones”, concluye.
Defensa de Baltar y caso Hepatitis C
En la misma entrevista el líder del PPdeG realiza, como ha venido sucediendo durante la carrera electoral, una cerrada defensa de José Manuel Baltar frente a la acusación de haber ofrecido un empleo a cambio de sexo, caso en el que permanece investigado -antigua imputación- por presuntos delitos de cohecho y tráfico de influencias, sin que la jueza descarte el de acoso sexual. “La persona perjudicada por este asunto -dice, en referencia a Baltar- me confesó que lo que se le imputaba era falso” y “el fiscal que vio el sumario ya ha pedido dos veces el archivo”. Dado que “la persona que lo denuncia está también en condición de investigada”, agrega, “tendré que esperar y ver, que es lo mínimo en un Estado de Derecho”.
En un contexto en el que defiende también la sucesión de Baltar hijo al frente del partido y de la Diputación de Ourense -“si yo mañana tengo algún descendiente que se quiere dedicar a la política, ¿qué le tengo que decir? ¿Que no lo haga?”, se pregunta en la línea de lo ya expresado por el propio Baltar en los últimos años- el aspirante popular dedica una de sus respuestas más duras al caso, aún pendiente en los tribunales, en el que dos altos cargos de Sanidad permanecen imputados por el presunto retraso de medicación para la Hepatitis C basada en cuestiones presupuestarias. Para Feijóo, la acusación de la Fiscalía -el Ministerio Público agrega también el presunto delito de homicidio imprudente- es simplemente “una calumnia, y no voy a cambiar de opinión”, advierte.